Lo que sí existe es una verdadera preocupación -y ocupación- para no dejar atrás las iniciativas y llamados a la acción desde el último 8 de marzo.
Hoiy -jueves 25 de abril, a las 18 hs- participo en “Mujeres empresarias ¿Quo vadis”? un encuentro europeo y foro de debate impulsado por la inefable Katharina Miller con la que compartiré mesa junto a Eva Serrano #unadelasnuestras, ambas @Lastop100, mujeres de pelea y de acción.
Por otro lado, mis próximos fines de semana vienen activos: el domingo 5 de mayo la cita de oro es para correr seis kilómetros por una buena causa. Como dice Helena Schneider, líder de Alianzas Estratégicas en World Vision España, sobre Global 6K For Water: “Que las mujeres sepan que 6 km es una metáfora de la desigualdad”. O dicho en números, lo que andan mujeres y niñas para conseguir agua en un mundo donde todavía es un lujo.
El sábado 11 ¡caminaremos! Será la segunda edición aumentada de la caminata de Vital Voices cuyo germen fue el encuentro primero de hace unos años en el Instituto Internacional. Ahora, con un equipo que crece, replicamos lo que en todo el mundo es el Mentoring Walk, y en España y Argentina “Caminata de mentoreo”. Vital Voices o Voces Vitales, es la iniciativa puesta en marcha en 1997 por iniciativa de la entonces Primera Dama, Hillary Clinton, y la ex Secretaria de Estado, Madeleine Albright, tras la Cuarta Conferencia Mundial de las Naciones Unidas sobre la Mujer celebrada en Beijing.
Tiempos revueltos, tiempos interesantes para el género… y el lenguaje
En tiempos electorales, el género empieza a tallar con fuerza. No me voy a detener en los debates y el que un aspecto muchos años tratado de manera “lateral” haya por fuerza propia ocupado el lugar que se merece. Me centro en la necesidad de que no se vuelva atrás; de que “estos temas” estén ya incorporados para siempre dentro de la agenda política y estratégica sea el partido que sea o toque. Aunque en realidad… ¡dependerá también de nuestra elección! Debemos saber que tendremos que pelear más allá de nuestra vinculación con la política, o volviendo a los 60´s, que como “lo personal es político”, debe haber una acción colectiva para una solución colectiva. Y hablando de política me pregunto… ¿dónde estaba yo cuando Unidos Podemos pasó a llamarse “Unidas Podemos”? Me salgo del tema, pero me quedo, para recordar el debate que vi en Argentina sobre el lenguaje. La propuesta que estalló con fuerza se resume en que en lugar de “Todas y todos” se empezó a usar “Todes”… y así aplicado a lo que quepa. Ay dios mío que dolor de muelas para la Real Academia, qué agitaciones centrípetas, qué vía crucis para la lengua. Soy parte de quienes defienden que el idioma es voluble, debe ser flexible y estar vivo. Sobre todo, para nombrar lo que antes se callaba, o lo que estaba perdido entre las letras, sin nombrarse.
Soy parte de quienes defienden que el idioma es voluble, debe ser flexible y estar vivo. Sobre todo, para nombrar lo que antes se callaba, o lo que estaba perdido entre las letras, sin nombrarse.
Buscando sobre el debate, volví a escuchar hace unos días la impecable explicación en este vídeo, de una absoluta referente para mí -desde hace muchos años- que es Mercedes Bengoechea. Suscribo una vez más a esta sociolingüista y catedrática, defensora del uso del lenguaje no sexista desde una fundamentación académica, que lleva años investigando el lenguaje, el género y los motivos de esta disputa entre puristas y académicos. Reencontrarme con sus argumentos, me hizo recordar a una anécdota de una de mis hijas que fue a un congreso científico internacional en el que un joven ponente español hizo todo su discurso en femenino. Al concluir, preguntó: “Os habrá sorprendido que haya hecho mi exposición en femenino…pues no estaba hablando de hombres o de mujeres, estaba hablando de personas y hasta donde yo sé personas es femenino”. Supongo que es lo que inspiró a Unidas Podemos, que sólo con cambiar su nomenclatura, ha puesto en escena un debate necesario.
Sigue lloviendo en Madrid cuando empiezo mi propia maratón de entrevistas, encuentros, comidas… Complicidades, confabulaciones, conspiraciones… con ánimo del bueno, con ánimo de cambio para que las mujeres alcancen sus objetivos. ¡Y que la sociedad nos dé cobijo a todes!
*Crédito Fotógrafía: Que el viento te despeine. Alex Suprun