Las diputadas Paula Bertol, Patricia Bullrich y Silvana Giudici conversaron sobre “Ciudadanía y democracia en el contexto actual” en el evento que la Asociación Iberoamericana de Empresarias organizó. Las presentó la periodista Clara Mariño, después de las palabras de apertura de Silvia Datsira, presidenta de AIME. Fue necesario agregar sillas, las mujeres inundaban el salón. Ofrecieron algunas reflexiones sobre el lugar de las mujeres en la política y entre las empresarias. Aquí sus argumentos en un año electoral que recién empieza.
“La diversidad de género es un valor agregado para las empresas, para las organizaciones y para la sociedad en su conjunto”, comenzó Datsira y destacó que la actividad destinada a Mujeres Empresarias de Latinoamérica no haría eje en temas de género, sino que centraría su atención en hablar sobre la ciudadanía y la democracia en la región. Según ella, con fines integradores, convocaron “a todas las fuerzas políticas”. Bertol es del Pro, Bullrich es parte de la Coalición Cívica y Giudici es Radical. También estaba convocada Hilda González de Duhalde, senadora nacional por la Alianza Frente Justicialista.
“Las mujeres construimos poder de otra manera, de forma circular. Para ello necesitamos redes de mujeres que nos apoyan y sostienen”, remarcó la militante del PRO. Desde la platea las participantes se intercambiaban tarjetas y celebraban la presencia de varones en una actividad de mujeres. Dos hombres tuvieron un lugar destacado: Matías Sebastián Kulfas, director del Banco Nación; y el periodista Mariano Grondona que habló sobre las “Perspectivas políticas y sociales”.
Auge de participación
En este marco, la idea del encuentro, plateaba pensar cómo aprovechar estas condiciones para que el crecimiento de las naciones se traduzca también en términos de integración social, y de integración política: cómo fortalecer nuestras democracias a través de la construcción de ciudadanía. “Creemos que la cosa pública pertenece a unos pocos, y olvidamos que tenemos derecho propio a construir el país que queremos”, arengó Datsira, y puso como ejemplo a las organizaciones del tercer sector, donde -entre otras- nombró a la Cámara Argentina de Comercio, de la que AIME es integrante.
Clara Mariño citó un dato concreto y palpable de la realidad que los y las argentinas vivimos: la necesidad de participación por parte de amplios sectores de la sociedad. De hecho, “en otro momento no hubiera habido un salón con tanta gente”, reconocería Bertol más adelante. Mariño advirtió que no sería bueno que la participación se convierta en moda, que no cualquier cosa es participar. “Participar significa estar en alerta permanente, es un trabajo, implica dejar cosas personales pensando en el bien común”, sentenció.
Tomó el concepto de ciudadano, lo opuso al de súbdito y destacó la idea de ciudadanía de los norteamericanos: “el compromiso alrededor de un cuerpo de leyes”. Mariño aseguró que esta idea no se encuentra en la cabeza de la dirigencia nacional. “Los argentinos creemos que las leyes son consejos”, diría Bertol.
Ciudadanía y mujeres
“Empoderar a las mujeres, es alentarlas para que sigan participando”, retomó Bertol, a su turno, Contó que antes de ser legisladora había sido mediadora. De esa etapa de su vida sigue llevando los conceptos de empatía, escucha activa, y considera que son ideas fuertes que se han incorporado en el empresariado y en buena parte de la dirigencia política, que implican valores que reconoce como femeninos. Ella, que empezó a militar a los 22 años, necesitó aclarar que “las mujeres y los hombres no estamos en el mismo punto de partida”.
Hace 20 años, ella se oponía al cupo femenino en la política, pero que después se fue dando cuenta de que era necesario, “porque a igual trabajo sigue habiendo diferencias salariales”, ejemplificó.
Tanto Bertol como Giudici destacaron que en el Congreso Nacional, en ambas cámaras, están dentro de la media mundial de presencia femenina: 48% de senadoras y 38% de diputadas. “Las mujeres construimos poder de otra manera, de forma circular. Para ello necesitamos redes de mujeres que nos apoyan y sostienen”, remarcó la militante del PRO.
La diputada radical también destacó que la cantidad de mujeres crece entre los emprendedores, y que esto el algo que el estado debiera fomentar mediante créditos para el sector, incentivos a la actividad privada, incubadoras de empresas y demás iniciativas mixtas.
Ante todo, opositoras a Cristina
El sentido de la participación, la direccionalidad política, recorrió toda la charla. “El mundo va por un lado y la Argentina por otro”, dijo Bertol disconforme con la política exterior del Gobierno Nacional. Datsira había asumido que las cifras que indican un mayor intercambio entre los países de la región, una creciente voluntad de los países para desarrollar iniciativas comerciales de conjunto, y que además, hoy América Latina es una región atractiva para las inversiones. Incluso Giudice expresó que se trata de un momento de crecimiento económico. Pero en su opinión, aún falta diversificar la economía, fomentando el crecimiento de Pymes y emprendedores.
Todas las panelistas coincidieron en criticar el premio Rodolfo Walsh que la Universidad Nacional de la Plata ese mismo día entregaba al presidente venezolano Hugo Chávez por alentar iniciativas de Comunicación Popular. Los murmullos de la platea asentían. Otro aplauso se llevó la diputada Giudici cuando reclamó “seguridad jurídica”. También Patricia Bullrich se ganó a la audiencia cuando dijo que el gobierno pareciera creer que los empresarios son todos malos y sólo quieren lucrar y “explotar a alguien”, y que por eso defienden siempre a los trabajadores. “Estiramos los conceptos hasta hacerlos irreconocibles. Entonces, por ejemplo tenemos un régimen autoritario pero como votamos, decimos que es democracia”, deslizó. Durante toda su exposición se encargó de marcar la necesidad de “limitar” el poder del Estado.
Las tres diputadas, que pertenecen a espacios bien diferenciados del arco opositor se encargaron de mostrar su simpatía, hablaron de “amistad”. Bertol, incluso reconoció el importante rol de “Patricia y Silvana” cuando en 2009 todos los espacios de la oposición al proyecto político del kirchnerismo acordaron una estrategia para repartirse los cargos de las comisiones de la Cámara de Diputados. Tal vez lo más interesante fue la pregunta de Mariño: “Ustedes coinciden en tantas cosas… ¿Por qué la oposición está tan atomizada?”
Por Vanina Pasik
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