El calor y el solecito parece que ya se han instalado sobre nuestro país. Apetece sentarse en una terraza a tomarse un aperitivo al aire libre, salir a la calle o simplemente tumbarse a tomar el sol. El sol tiene múltiples beneficios para nuestro cuerpo: nos aporta vitamina D, que favorece la absorción del calcio; mejora el aspecto de la piel en casos de acné y psoriasis; y aumenta nuestras defensas, ya que hace que nuestro cuerpo genere más glóbulos blancos.
Sin embargo, en un país tan soleado como España, en los meses de verano el sol se convierte en un gran peligro para la piel, especialmente cuando tomamos los primeros ‘baños de sol’ de la temporada. Nuestra piel, más sensible tras el invierno, es más vulnerable a las radiaciones ultravioletas, las responsables del fotoenvejecimiento y las quemaduras solares. Por ello recomienda
- Evitar tomar el sol en las horas centrales del día
- Ingerir líquidos y frutas para evitar la deshidratación
- Utilizar un factor de protección elevado, especialmente los primeros días, aunque nunca inferior de 20 PF.
- Usar fotoprotección no sólo para tomar el sol, sino siempre que se realice una actividad al aire libre.
“Aunque las campañas de concienciación obtienen buenos resultados, todavía se sigue viendo en verano a gente tomando el sol cuando ya está muy morena o incluso cuando ya presenta importantes quemaduras”, explica el Dr. José Cordero, director médico de Néctar, Salud en Positivo. “Se detecta una mayor y creciente conciencia sobre los peligros del sol entre los jóvenes, pero los profesionales de la salud debemos seguir trabajando en esa línea, ya que todavía queda mucho por hacer” advierte el Dr. Cordero.
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