Esta sociedad nos exige, y si no ya nos encargamos nosotras de autoexigirnos. Ese nivel de responsabilidad y multitarea, se convierte en un esfuerzo titánico para no caer en un cuadro de estrés, ansiedad o depresión.
Tendemos a intentar resolver los problemas emocionales o laborales con dopaje, en lugar de aprender a manejar el estrés.
El teletrabajo no nos ha salvado de esa carrera frenética que comienza con el alba y en el que acabamos la mayoría de los días extenuadas, e incluso más tarde de lo que aconseja cualquier manual de higiene del sueño. Lamentablemente, la pandemia no ha conseguido que destinemos el tiempo que antes empleábamos en transporte, comidas de trabajo, reuniones, extraescolares en tiempo de calidad para nosotras mismas. En algunos casos, las cargas familiares se han multiplicado. Eso si no has sufrido un ERTE, has perdido un familiar, una separación sentimental, has pasado el COVID o has estado cerca.
Según los expertos, tendemos a intentar resolver los problemas emocionales o laborales con dopaje, en lugar de aprender a manejar el estrés de la vida cotidiana. El uso de ansiolíticos, sedantes e hipnóticos se ha disparado entre un 10% y 15% con la COVID-19.
El uso de ansiolíticos, sedantes e hipnóticos se ha disparado entre un 10% y 15% con la COVID-19.
Antes de la pandemia, el 10,7% del total de la población española consumía tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir y el 5,6% de la población tomaba antidepresivos, o estimulantes. Estas cifras sitúan a España como segundo país europeo de mayor consumo de ansiolíticos, cuarto en consumo de antidepresivos y sexto en hipnóticos y sedantes.
Aprender a manejar el estrés
Afortunadamente, existen otras herramientas más saludables para vivir la vida de una forma más sosegada y plena. La mayoría de las veces estaríamos más cerca de ellas si dedicáramos un tiempo al día a parar la actividad, estar con nosotras mismas, y conectar con nuestro yo interior.
La salud, según la define la OMS «es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no meramente la ausencia de afecciones o enfermedades». Por eso, quiero hablarte del yoga, una tradición india cuyo origen se remonta a hace 5000 años. Más de 500 millones de personas en el mundo practican yoga como una fórmula casi mágica para ayudar a alcanzar ese estado de bienestar al que hace alusión la OMS.
Más de 500 millones de personas en el mundo practican yoga .
El yoga, palabra que procede de la raíz sanscrita “yuj” que significa fusionar, juntar, unir no es sólo un ejercicio. Es una ciencia, una filosofía de vida que integra los tres planos de la existencia del ser humano: mente, cuerpo y espíritu. Su práctica diaria se convierte en un agente transformador que provoca cambios importantes en nuestra salud.
El yoga es una ciencia, una filosofía de vida que integra los tres planos de la existencia del ser humano: mente, cuerpo y espíritu.
Es por eso que muchos la consideran una medicina preventiva o rehabilitadora pues estimula los procesos metabólicos y anabólicos, mejora la circulación de nuestra energía, y oxigena el cuerpo. Sus beneficios no son sólo fisiológicos también tiene consecuencias positivas en la mente, el bienestar emocional y el cerebro.
Beneficios del yoga
- Ayuda a combatir la ansiedad y depresión. Disminuye el estado de ansiedad y el estrés de manera similar al de una terapia médica convencional.
- Mejora el sueño. Con la práctica habitual relajas los músculos. Las técnicas de respiración te ayudan a entrar en un estado de tranquilidad y te preparan para el sueño.
- Previene enfermedades mentales. Ayuda a prevenir enfermedades degenerativas y en especial el Alzheimer, estimulando la segregación de la hormona Irisina.
- Estimula la memoria y mejora la concentración. La atención a la respiración y la meditación hacen posible alcanzar un estado mental más sereno, alejando nervios, estrés y mejorando el rendimiento.
- Mejora la relación de pareja y las relaciones sexuales. Su práctica aumenta las hormonas sexuales y proporciona estímulos mentales que están asociados a la excitación sexual.
Practicar yoga no consiste sólo en hacer posturas (asanas), también se trabajan e integran en cada práctica el savasana (relajación) dhyana (meditación), pranayama (respiración), kriyas (limpiezas), mudras (sellos energéticos) y kirtan (cantos o mantras)
Más de 100 tipos de yoga
En estos 5000 años el yoga ha evolucionado mucho. Según algunos maestros se ha desdibujado de su esencia. Pero, según otros, sobre todo en occidente, se ha enriquecido fusionándose con otras disciplinas y conocimientos. Actualmente, existen más de 100 tipos de yoga diferentes, dependiendo de su filosofía y su origen, estos son alguno de ellos:
Hatha
Es la madre de todos los estilos que se practican en occidente, de ella nacen todas las demás. Se ejecuta de forma lenta y suave con un equilibrio entre el control de la respiración (pranayama) y las posturas físicas (asanas). Es perfecta para principiantes y tiene un gran impacto en la salud.
Bikram
Es una variante del Hatha Yoga que se diferencia de ella en que se practica en recintos cerrados a 40 grados de temperatura. Consiste en una serie de 26 posturas que se ejecutan en una secuencia concreta combinadas con ejercicios de respiración. El calor ayuda a que los músculos se estiren mejor en cada asana, pero no es una variante recomendable si tienes la tensión baja o te agobia el calor.
Vinyasa
Consiste en hacer varias posturas a un ritmo constante y rápido, convirtiéndolo en un ejercicio de cardio perfecto y una técnica que ejercita el cuerpo completo. Todos los movimientos se realizan junto a inhalaciones, exhalaciones o la retención del aire. De esta manera el cuerpo se oxigena y ayuda a relajarse. La clave es fluir y ligar la respiración al movimiento.
Ashtanga
Es similar al Vinyasa, un estilo de yoga dinámico que estira todo el cuerpo en profundidad, equilibrándolo y purificándolo y mejorando la concentración. Liga la respiración a los movimientos y fluye a través de seis secuencias de poses específicas rápidas y físicamente muy exigentes. No pasas de una a la otra hasta que domines la anterior, y no son nada fáciles.
Kundalini
Se basa en la creencia de que todos tenemos una energía divina concentrada en la parte inferior de nuestra columna vertebral y se cree que, al despertarla, a través de cantos, respiración y movimientos esta sube como una serpiente, por los demás chakras, produciendo a su vez cambios en nuestro ser y promoviendo nuestra evolución espiritual. Es la variante perfecta para quienes buscan la esencia espiritual.
Hábitos saludables
Estos son algunos consejos para llevar una vida más plena utilizando la filosofía del yoga.
- Se constante y regular, lo ideal es practicar yoga cada día, aunque sean 10-20 minutos.
- No improvises con la comida. Evita el café o las bebidas alcohólicas, los azúcares, los procesados, los alimentos fritos, y pásate al real food, las frutas, las verduras, los frutos secos, etc.
- Dedica cada día al menos 10 minutos a meditar. Preferiblemente al levantarte.
- Trata de ser consciente de tu respiración a lo largo del día. Cuando te alteres o pienses que no controlas la situación practica la respiración consciente.
- Evita pensamientos negativos, y no juzgues a las personas que te rodean ni a ti misma.
- Acuéstate cada noche dando gracias y mantén la gratitud siempre con los que tienes cerca.
Namaste