Con el objetivo de reunir a mujeres líderes para dialogar sobre problemáticas de la actualidad, Paraiso Social Club organiza «Vamos a Conspirar», un espacio de encuentro para el debate y la complicidad del networking.
La velada del pasado 4 de junio tuvo lugar en El Coleccionista con la asistencia de: Bárbara Llanos Jimenez, directora de Ventas de Celonis; Celiana Carreño Hernández, VP of Tech and Head of Product de Globant; Cristina Álvarez Rivero, BP Logistic Lead de Exolum; Eduvigis Ortiz, presidenta y fundadora de Women4Cyber Spain; Eva Alvarez, CEO de Misstake; Jeanne Bracken, directora de Audiskills; María Díez Arnáiz, ESG Leader de Bosonit; María Ubago, adjunta a la editora de EL ESPAÑOL; María Uriol de Miguel, manager de CU_E; Mariana Hernández Delfino, Chapter Lead de Latinas in Tech; Monica García Fernández, directora de Negocio en Splitmania Grupo; Monica Zgaib, founder & CEO de Urban Design Hub SL; Natalia Calvo de Miguel, consultor de Soulroom; Ofelia de Lorenzo, socia de De Lorenzo Abogados; Sara Amores Gracia, fundadora de Gooder; María José Sánchez Yago, fundadora de Creatia Human.
La principal oradora fue Ana Serrano Oñate, reconocida como «La Dama de la Energía». Con más de 40 años de experiencia en liderazgo de proyectos internacionales de petróleo y gas, así como en la transformación energética con Repsol y Equinor, Serrano Oñate invitó a las mujeres presentes a reflexionar sobre una pregunta clave: ¿por qué las mujeres deberían liderar la transición energética hacia nuevos modelos económicos?
«Vamos a conspirar»: el rol de las mujeres en la transición energética
Primero, la crisis climática
Para responder a la pregunta que dio titulo a la charla, Serrano Oñate comenzó a hablar de la situación climática que atraviesa el planeta. «Me gusta hablar de crisis climática, no de cambio climático, porque el cambio siempre es bueno y la crisis no es buena. Estamos en una crisis», afirmó.
En este sentido, mencionó el Acuerdo de París de 2015, tratado internacional en el que países de Naciones Unidas apoyados por científicos acordaron tomar medidas para evitar que la temperatura media global aumentara más de 1,5 grados. A pesar de este compromiso, la emisión de gases continuó y ahora la situación es mucho peor. Según explicó, quedan solo diez años para reducir las emisiones y evitar consecuencias catastróficas.
«Me gusta hablar de crisis climática, no de cambio climático, porque el cambio siempre es bueno y la crisis no es buena»
«En los próximos siete años, tendríamos que reducir aproximadamente el cincuenta por ciento de las emisiones para evitar superar 1,5 grados. Pero el año pasado las emisiones aumentaron y estamos probablemente llegando hasta un récord de consumo de combustibles fósiles por encima de cien millones de barriles el día. Y las energías renovables vienen encima de todo eso. O sea, quiere decir que estamos consumiendo más energía», explicó.
Y agregó: «También es importante decir que estamos consumiendo más energía unos pocos, porque hay otros que están consumiendo mucho menos porque no pueden permitirse el lujo de pagar. O sea, que esto está profundizando mucho a la desigualdad».
Falta de recursos
Serrano Oñate enfatizó la necesidad urgente de abandonar el negacionismo climático y enfrentar la escasez de recursos, la cual es producto tanto de factores geológicos como geopolíticos, incluyendo las guerras y la competencia por las materias primas.
El petróleo, base de múltiples sectores como el transporte y la industria petroquímica, alcanzó su pico máximo de extracción en 2005 y ha comenzado a declinar, generando una escasez notable de diésel en diversas partes del mundo. Aunque se utilizaron alternativas como el gas, el fracking y los petróleos pesados, éstos recursos también llegaron a su pico de extracción en 2018.
A pesar de la disponibilidad tecnológica para extraer más recursos, el costo económico se vuelve insostenible. «Llega un momento en que no se puede pagar trescientos dólares por barril» explicó, destacando que los países no pueden gastar más del diez por ciento de su Producto Interior Bruto en energía. Este límite establece un precio máximo viable para el barril de petróleo alrededor de los cien dólares, pues precios más altos llevarían a recesiones económicas y disminución del consumo.
La relación entre economía y energía es directa y fundamental. «Consumimos treinta y seis mil millones de barriles al año y solamente se encuentran cinco mil millones de barriles al año. Es una cuenta simple», indicó Serrano Oñate, resaltando que la economía depende intrínsecamente de la disponibilidad energética.
A pesar del creciente interés en las energías renovables, Serrano Oñate advierte que no pueden sustituir completamente los sistemas actuales. «Las energías renovables son interesantes, pero quiero que os quede claro que no son capaces de sustituir el sistema económico que tenemos», afirmó, señalando la imposibilidad de electrificación de sectores como el aéreo, el transporte pesado o petroquímica y la limitada contribución de las renovables, que solo representan un veinte por ciento del consumo energético mundial.
¿Cómo pasar a un nuevo modelo energético?
De cara al futuro, Serrano Oñate anticipó dos escenarios principales en la transición energética. El primero, más cercano al presente, plantea un mundo con mayor eficiencia y un incremento en el uso de energías renovables, pero también con un fuerte proteccionismo. Este enfoque, sin una cooperación internacional robusta, podría resultar en un aumento del seis por ciento en el consumo energético y un incremento de la temperatura media global a no menos de 2,5 grados Celsius.
El segundo escenario, más ambicioso, pretende mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5 grados Celsius, requiriendo cambios radicales como el desarrollo masivo de energías renovables, la creación de empleos verdes y una cooperación internacional intensificada, especialmente en el ámbito de los minerales, tecnología y cadenas de suministro. Este modelo implicaría una reducción del veinticinco por ciento en el consumo energético global.
Sin embargo, la realidad actual muestra un panorama sombrío, ya que la falta de acción coordinada y eficaz hace difícil que se materialice cualquiera de estos escenarios, y en lugar de una transición ordenada, nos enfrentamos a riesgos de recesión, paro, polarización y conflictos masivos. «Aunque esta realidad no tiene por qué ser una desgracia, sí representa un desafío considerable», destacó.
El rol de las mujeres
Al abordar el rol de las mujeres en la transición energética dijo que lo primero que se debe hacer es «conocer bien el tema». «Una vez que lo conozcamos bien, tenemos que hacer un plan. Debemos transformar nuestras empresas desde todos los sectores, para asegurar que puedan tener una rentabilidad a largo plazo, con modelos muchísimo más locales, que acabe con el enorme desperdicio de energía que se produce con los flujos irracionales de commodities a través del planeta».
«Yo creo que tenemos que sentarnos, entender la situación, teniendo en cuenta no solamente las emisiones o la tasa energética, sino también cómo llegar a las personas y llegar a poder realmente diseñar una economía rentable y sostenible a largo plazo. Lo que pasa que tenemos que realmente hacer un esfuerzo y luchar contra el que dice que no
hay problema, que la tecnología y las renovables van a substituir a los combustibles fósiles», finalizó Serrano Oñate.
Sobre Paraiso Social Club
Paraiso Social Club es un espacio único donde plantear iniciativas, debates y actividades que nos impulsen a explorar los temas que nos importan. Una manera de ser parte y generar complicidades a través de experiencias. Una oportunidad para descubrir las “afinidades electivas” fortaleciendo relaciones personales y profesionales con generosidad. Esto, para nosotras, se parece bastante al paraíso.
El objetivo de Paraíso Social Club -una experiencia de Mujeres&Cia en su 15º aniversario- es unir referentes de todos los sectores y que se sumen activamente para compartir momentos únicos. Crear un espacio exclusivo, afable e innovador para mujeres extraordinarias. Construir desde la diversidad y el talento.