María Brión: hallazgos para prevenir la muerte súbita

María Brión, investigadora del Servicio Gallego de Salud en el Complejo Universitario de Santiago de Compostela, explica en esta entrevista que en un futuro cercano se podrán prevenir muchos de los casos de muerte súbita. Poco a poco los científicos se afanan en descifrar las claves genéticas de la muerte súbita. Actualmente, se conocen mejor en el caso de los adultos que en de los lactantes, aunque la investigación avanza en ambos frentes.

Los nuevos hallazgos que se han efectuado en esta área van a contribuir a prevenir la muerte súbita, al menos en algunos casos, explica María Brión, tras llevar adelante dos importantes estudios –"Genética molecular de la muerte súbita cardiaca" y "Estudio genético del síndrome de la muerte súbita del lactante"– junto a un grupo de investigación que reúne a científicos del mismo complejo hospitalario, de la Universidad de Santiago de Compostela y de la Fundación Pública Galega de Medicina Genómica.

La causa mayoritaria de estas muertes antes de los 35 años suele ser genética, asociada a enfermedades como las miocardiopatías o los trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).¿Qué se sabe acerca de las causas de la muerte súbita?
Cada vez más. Hay algunos casos en los que la causa es genética cardiológica (nosotros trabajamos en la muerte súbita cardiaca) aunque varía dependiendo de los grupos de edad a que nos refiramos: menores de 35 años o mayores de 35 años.

¿Cuáles son, pues, las causas en mayores de 35 años?
Las enfermedades isquémicas. En menores de 35 años, la enfermedad isquémica es menos frecuente y, aunque el número de muertes también es menor, tiene un gran impacto en personas jóvenes y sanas en las que no se espera un suceso de este tipo. La causa mayoritaria de estas muertes antes de los 35 años suele ser genética, asociada a enfermedades como las miocardiopatías o los trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).

¿Cuántos casos de muerte súbita se registran al año en la población española?
No hay un registro oficial al respecto. La causa de estos fallecimientos procede de los datos que refieren cardiólogos y forenses. En la literatura médica se estima que, en España, a partir de los 35 años, hay cerca de 40 casos por cada 100.000 individuos al año y, por debajo de los 35 años, es difícil de saberlo con exactitud, pero la cifra es inferior.

¿En qué consiste la investigación actual sobre la muerte súbita?
Nuestro grupo centra su estudio en dos tipos de muerte súbita: una, la que sucede en menores de 35 años y, la otra, la muerte súbita infantil; y en ambos casos sobre sus posibles causas genéticas cardiacas. La infantil es la que acontece antes del año de vida, y que se denomina síndrome de la muerte súbita del lactante, cuyas causas son más desconocidas aún que las de los adultos. La muerte súbita en el adulto joven suele estar relacionada con enfermedades como la miocardiopatía hipertrófica (un corazón grande con las paredes gruesas) y los trastornos del ritmo cardiaco genéticos, como el síndrome del QT largo, el síndrome de QT corto o el síndrome de Brugada.

Algunos de los genes relacionados con estas enfermedades se conocen y se sabe que pueden desencadenar síntomas como palpitaciones, síncopes e, incluso, la misma muerte súbita. La mayor parte de los casos, ¿se deben a la miocardiopatía hipertrófica?
Por la experiencia que tenemos, sí. Es, a la vez, una enfermedad primaria del tejido muscular del corazón junto a determinadas alteraciones genéticas en las proteínas del sarcómero (el aparato contráctil del corazón). Algunos de los genes relacionados con estas enfermedades se conocen y se sabe que pueden desencadenar síntomas como palpitaciones, síncopes e, incluso, la misma muerte súbita. Todo esto lo estudiamos a partir de los casos que nos envían tanto desde los institutos de medicina legal como de hospitales de España y de Europa.

¿En muestras humanas?
Sí. Por un lado tenemos casos de personas que se mueren súbitamente; en los institutos de medicina legal, los forenses descubren, al practicar la autopsia, una miocardiopatía hipertrófica, que podía no haber sido diagnosticada en vida, y nos envían una muestra de la sangre del individuo o un trocito del tejido del corazón, ya que una pequeña muestra es suficiente para estudiar el ADN genómico que, en general, es el mismo en todas las partes de nuestro cuerpo. En otros casos de muerte súbita, cuando se practica la autopsia, los forenses no detectan ninguna anomalía estructural. Esos casos se pueden explicar por los trastornos del ritmo, como el síndrome de QT largo o el QT corto, por ejemplo, que tienen como una de sus características que no dan signos estructurales.

¿Con qué metodología estudian estas muestras?
Hacemos un cribado (screening) inicial para buscar las mutaciones, ya descritas en la literatura médica, con una tecnología de genotipado de alto rendimiento (MassARRAY). En el caso de que no aparezca una mutación conocida, realizamos una secuenciación de los genes.

Hemos hallado la causa genética responsable del evento de la muerte súbita en algunos pacientes, y estamos analizando las mutaciones genéticas de peor pronóstico para saber cuáles se asocian a la muerte súbita por miocardiopatía o alguna de las arritmias.

¿En qué fase se encuentra este proyecto? ¿Ya tienen resultados?
Este trabajo es un proyecto de investigación financiado por el Fondo de Investigaciones Sanitarias (FIS), del Instituto de Salud Carlos III. Se empezó en el año 2006 y ya tenemos resultados de pacientes en los que hemos hallado la causa genética responsable del evento de la muerte súbita y estamos analizando las mutaciones genéticas de peor pronóstico para saber cuáles se asocian a la muerte súbita por miocardiopatía o alguna de las arritmias.

¿Van a buscar ahora nuevos genes, aparte de los ya conocidos?
Sí, aunque sólo en el nuevo proyecto de muerte súbita infantil.

¿En qué consistirá?
Se van a recoger datos de casos de muerte súbita en el lactante, gracias a la implicación de muchos centros españoles. De la muerte s&ua
cute;bita infantil se sabe muy poco
. Por este motivo, en lugar de buscar las mutaciones genéticas ya conocidas para la muerte súbita del adulto vamos a buscar nuevos genes con un estudio completo del genoma ("Genome wide scan").

¿Nuevos genes?
Sí, pensamos que puede haber genes no descritos. Los asociados a los trastornos del ritmo sólo explican entre el 5% y el 10% de los casos de síndrome de muerte súbita del lactante. Los relacionados con la miocardiopatía hipertrófica en estos niños apenas se han estudiado, probablemente porque al hacer la autopsia en estos menores de un año todavía no ha dado tiempo a que desarrollen hipertrofia, un corazón con paredes muy gruesas.

¿Cree, a raíz de los hallazgos que se están haciendo, que se podrá prevenir la muerte súbita?
Sí, aunque no en todos los casos, ya que este síndrome se desencadena por distintas patologías y es muy variable. A medida que lo conozcamos más y descubramos qué genes están implicados, podremos saber en qué casos se puede prevenir.

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