Soledad Puértolas, nacida en Zaragoza, escritora, con una trayectoria literaria que comenzó a finales de los años 70 y que recientemente se ha convertido en la quinta mujer en ocupar un asiento (el “g”) de la Real Academia Española de la Lengua. Solo cuatro mujeres lo han conseguido hasta ahora, y todas en los últimos 15 años.
La escritora Ana María Matute rompió la tradición machista en 1996. Después llegaron la historiadora Carmen Iglesias, en 2001, la científica Margarita Salas, en 2002 y la filóloga Inés Fernández-Ordóñez, en 2008, quién aún no ha leído el discurso de ingreso.
Puértolas valora muy positivamente haber sido llamada a formar parte de esta institución, dispuesta a aportar la vitalidad propia de la lengua en su uso por narradoras
y poetas.
Por su amplia carrera literaria, que reúne novelas, cuentos y ensayo sobre literatura, Puértolas ha recibido numerosos reconocimientos, como el Premio Planeta en 1989 por “Queda la Noche”, o el premio Anagrama de Ensayo por “La Vida Oculta” en 1993.
La escritora ha recibido su reciente nombramiento con serenidad, y prepara su propio discurso de ingreso a la RAE. No da importancia al hecho de ser mujer en su elección y valora muy positivamente haber sido llamada a formar parte de esta institución, dispuesta a aportar la vitalidad propia de la lengua en su uso por narradoras y poetas.
Recién elegida miembro de la RAE, ¿tiene ya pensado cuándo leerá su discurso de ingreso y sobre qué versará?
Hablaré de los personajes secundarios del Quijote, de la función que tienen respecto a los centrales y el grado de protagonismo que adquieren cuando aparecen. Siempre me han interesado los secundarios, en la vida y en la literatura. Todavía no se ha fijado la fecha, eso depende de la RAE, supongo que será después del verano.
En “La Vida Oculta” (1993), escribía: “No se puede hablar de literatura sin hablar de la vida. Al menos, yo debo confesar que padezco cierta confusión entre una y otra. (…) El juicio que me ocupa está lejos de ser científico, y no se presta a someterse a sistema (…)”. ¿Será su aportación a la RAE la perspectiva más vital de la literatura?
Los creadores -narradores y poetas- tenemos una relación esencial con la lengua, más natural y subjetiva que analítica. Si la RAE quiere que estemos allí debe de ser porque valora ese punto de vista.
Sobre su último libro de relatos, “Compañeras de Viaje”, también ha afirmado que no sabe muy bien dónde acaba su vida y dónde empieza la literatura. ¿Está sufriendo su obra una transformación cada vez más autobiográfica?
La literatura que escribo sale de la vida, por supuesto, y en algunas ocasiones he dado a los personajes rasgos o gustos míos o circunstancias medio vividas por mí. Pero en este momento, lo que me apetece es lo contrario. Enmarcar a los personajes en circunstancias muy distintas a las que vivo. Otra cosa es que los asuntos centrales sean los que me preocupan a mí.
¿Qué ha sentido al ser elegida para ocupar un asiento de la Real Academia?
Me sorprendió y lo agradecí mucho.
La vida es un constante aprendizaje y está hecha de contrastes. Saber vivir, saber estar en la vida siempre es algo pendiente.Es usted la quinta mujer que accede a la Real Academia. Tan escasa presencia femenina, de cara al panorama literario español ¿no le hace sentir que esta institución acumula mucho polvo?
Es una institución fundada a comienzos del siglo XVIII. Da la impresión de que en los últimos años está mucho más en el presente.
Me imagino que a la constante actividad que ya antes mantenía, esta elección hace que se le acumule el trabajo, reclamando su presencia para intervenciones aquí y allá. ¿Tiene tiempo para sentarse a escribir?
Necesito ese tiempo de tranquilidad y calma del que sale lo que escribo. Eso es prioritario para mí y creo que me las arreglaré para mantenerlo, porque siempre lo he hecho.
En sus novelas y en sus cuentos destaca el mundo de ideas y de sensaciones en el que se desenvuelven los personajes. ¿Cómo es el proceso creativo?
Verdaderamente es algo muy difícil de explicar. No hay fórmula. Puede ir aumentando tu confianza en el lenguaje, eso es muy importante, es el vehículo. Si te sientes a gusto, te atreves más, te arriesgas y exploras. Pero no planifico mis novelas, tengo una idea de por dónde voy a ir, pero puede cambiar. Lo que me interesa es averiguar cómo es un personaje y su relación con el mundo. Hay que estar muy atento.
Ya tiene el reconocimiento del público y de la crítica, ahora el de la Academia. Está usted presentando su último libro de relatos, disfrutando de su nieto… ¿tiene alguna meta pendiente?
La vida es un constante aprendizaje y está hecha de contrastes. Saber vivir, saber estar en la vida siempre es algo pendiente.
¿Se atreverá con la poesía?
No sé si me atreveré a publicarla, pero a veces escribo un poema.
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