El 2020 nos ha dejado una ecuación indeleble: IMPACTO = RENTABILIDAD x SOSTENIBILIDAD x PROSPERIDAD. Una oportunidad única de alinear rentabilidad con sostenibilidad y prosperidad, orientando las fuerzas del mercado a favor de las personas y el planeta. El 2021 nos encontrará a muchos más en plena acción dentro del Ecosistema de Impacto. Los invito a explorar juntos el primer umbral a atravesar: los 9 Principios para medir el Impacto Social y Ambiental.
De la inversión ESG a la inversión de Impacto
La antesala de la inversión de Impacto es la inversión ESG (Environmental, Social and corporate Governance). La inversión ESG ha tenido un momento histórico en enero de 2004 cuando el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, reunió a más de 50 directores ejecutivos de las principales instituciones financieras internacionales. Los invitó a participar en una iniciativa conjunta, con el apoyo de la IFC y el gobierno suizo, bajo el Pacto Mundial de las Naciones Unidas. El objetivo de esta iniciativa es encontrar formas de integrar criterios ESG en los mercados de capitales. Actualmente, la inversión ESG se estima en una cuarta parte de todos los activos administrados profesionalmente en todo el mundo. Mientras los criterios ESG se focalizan hacia el interior de las empresas; los objetivos estratégicos de Impacto implican un salto de escala hacia la generación de efectos sociales y ambientales positivos de alcance local y global.
La adherencia a los 9 Principios cuenta con 109 firmantes de 29 países, quienes en su conjunto reúnen 341.500,15 MM de activos bajo gestión.
Un marco operativo para la inversión de Impacto
Con el fin de trazar una línea en el tiempo entre ESG e Impacto, vamos a detenernos en otro hito. El 23 de abril de 2019, 60 inversores globales convocados por la IFC se reunieron para lanzar los 9 Principios para medir el Impacto Social y Ambiental. Los Principios proponen un marco operativo para la gestión de la inversión de Impacto, ofreciendo un soporte al propósito, los objetivos y los resultados de Impacto a lo largo del ciclo de vida de una inversión. Al mismo tiempo aportan a establecer un estándar común sobre “lo que constituye Impacto”, ya que este nuevo paradigma aún crea confusión en los inversores.
Una oportunidad en crecimiento
Los primeros convocados se convirtieron en los primeros inversores comprometidos a gestionar sus activos de Impacto de acuerdo con ellos. Hoy, 20 meses después, la adherencia a los 9 Principios cuenta con 109 firmantes de 29 países, quienes en su conjunto reúnen 341.500,15 MM de activos bajo gestión. Las fundaciones y organizaciones filantrópicas, las instituciones financieras de desarrollo y los administradores de fondos de Impacto especializados han sido pioneros. Sin embargo, una gama mucho más amplia de gestores de activos busca lograr un aporte relevante en la sociedad y el medio ambiente, lo que abre una demanda creciente a la espera de productos que integren el Impacto en su esencia y sean susceptibles de una alta escalabilidad.
Hacia un sistema de gestión creíble y transparente
Tal como ocurre con otras formas de inversión, los inversores de Impacto tienen diferente apetito por el riesgo financiero y variados objetivos de rentabilidad financiera. Utilizando como marco referencial y de gestión los 9 Principios, la cartera puede dirigirse a diferentes objetivos estratégicos y establecer la escala de Impacto a conseguir.
PRINCIPIO 1: Definir objetivos de Impacto estratégico coherentes con la estrategia de inversión.
El inicio implica definir el propósito y los objetivos de Impacto estratégico para lograr resultados medibles y alineados con los ODS u otros objetivos ampliamente aceptados; asegurando que estos sean consistentes y creíbles en su alcance, y que la escala e intensidad del Impacto previsto sea proporcional a la cartera de inversión.
Actualmente, la inversión ESG se estima en una cuarta parte de todos los activos administrados profesionalmente en todo el mundo.
PRINCIPIO 2: Gestionar el Impacto estratégico en base a la cartera de activos.
Complementariamente, se busca avanzar en el diseño de un proceso para administrar el logro del Impacto en base a la cartera de activos, estableciendo y monitoreando su desempeño, y reconociendo que el resultado puede variar según las inversiones individuales. Adicionalmente, se requiere alinear los logros con el desempeño financiero y los sistemas de incentivos del equipo humano.
PRINCIPIO 3: Establecer la contribución de la dirección ejecutiva al logro de Impacto.
Se buscará establecer y documentar una narrativa creíble, respaldada por evidencias, sobre la contribución al alcance de los objetivos estratégicos de Impacto para cada inversión. Las contribuciones de se pueden viabilizar a través de uno o más canales financieros o no financieros.
PRINCIPIO 4: Evaluar el Impacto esperado de cada inversión, con base en un enfoque sistémico.
Es necesario evaluar y cuantificar el Impacto esperado dentro de un marco adecuado que responda con precisión: ¿Cuál es el Impacto previsto? ¿Quién se beneficia de ese Impacto? ¿Qué importancia tiene el Impacto esperado? Evaluar los escenarios de probabilidad del Impacto deseado, implica identificar factores de riesgo, dimensionar las variaciones en las expectativas a alcanzar, valorar el contexto geográfico objetivo, así como considerar oportunidades donde maximizar el Impacto, estableciendo KPI’s acordes con los estándares y mejores prácticas del sector.
PRINCIPIO 5: Evaluar, abordar, monitorear y gestionar los posibles Impactos negativos de cada inversión.
Para cada inversión se procurará evitar y mitigar todos los riesgos ESG en un proceso sistemático y documentado. Inversor y Empresa Participada cooperarán desde el inicio estableciendo un mutuo compromiso, supervisando riesgos y rendimientos, abordando deficiencias y acontecimientos inesperados.
PRINCIPIO 6: Monitorear el progreso de cada inversión para alcanzar el Impacto que responda a las expectativas establecidas.
Utilizando el marco del Principio 4, se monitorizará el progreso en el logro de Impactos positivos en comparación con el Impacto esperado para cada inversión, compartiendo los datos de desempeño entre Inversor y Empresa Participada. Se describirá frecuencia, método, fuentes y responsables de la toma de datos; capturando aquellos resultados que devengan en acciones apropiadas para el alcance de los objetivos estratégicos.
PRINCIPIO 7: Considerar el efecto sobre el Impacto sostenido en las salidas de cada inversión.
Al realizar una salida, se considerará de buena fe el efecto que: el momento, la estructura y el proceso de salida; tendrán en la sostenibilidad del Impacto.
PRINCIPIO 8: Revisar, documentar y mejorar las decisiones y los procesos basados en el alcance del Impacto y las lecciones aprendidas.
Un proceso de mejora continua implica revisar y documentar el desempeño del Impacto Social y Ambiental de cada inversión – contrastando el Impacto esperado y real -, para trasladar las lecciones aprendidas a las decisiones de inversión operativa y estratégica, así como a los procesos de gestión.
Juntos iremos atravesando durante el 2021 por los distintos umbrales que nos acerquen al corazón del Impacto.
PRINCIPIO 9: Divulgar públicamente la alineación con los Principios y proporcionar información auditada de la alineación.
El compromiso de divulgar anual y públicamente la alineación con los principios y objetivos estratégicos, disponiendo de una verificación independiente, es vital para: asegurar la transparencia, evitar el greenwashing y formar parte activa de una comunidad de innovación abierta.
Juntos iremos atravesando durante el 2021 por los distintos umbrales que nos acerquen al corazón del Impacto. Mis mejores deseos, brindemos por un año en el que vivamos el reencuentro con una vida plena, con los sueños postergados y los nuevos que forjemos.