Finlandia: pierde Mari Kiviniemi y Europa también

¿Finlandia es uno de los países europeos más innovadores? La primera ministra Mari Kiviniemi y su partido de centro perdieron 16 escaños. Tras las elecciones parlamentarias el partido conservador Kokoomus del ministro de Economía, Jyrki Katainen, venció por un estrecho margen a los socialdemócratas, y como tercera fuerza se consolida un partido ultraderechista, los Verdaderos Finlandeses. Problemas para Europa por la oposición de los ultraconservadores a contribuir con el Fondo de Rescate.

En el país donde en 1906 se consagró el primero parlamento igualitario, que en 2001 adoptó presupuestos atravesados por la perspectiva de género, y donde el Estado se hace cargo de corresponsabilidad por el cuidado de los niños y las personas dependientes, ha crecido notablemente el partido ultraderechista Verdaderos Finlandeses (Perussuomalaiset) en las elecciones parlamentarias.

Mari Kiviniemi, la perdedora
Kokoomus
consiguió el 20,4 %  de los votos y 44 de los 200 escaños del Eduskunta (Parlamento finlandés), dos más que el Partido Socialdemócrata, que recibió el 19,1 % de los sufragios y 42 diputados, perdiendo 3 escaños.

"Esta es una gran victoria, es el triunfo del sentido común de los finlandeses, que no quieren seguir gobernados por los mismos viejos partidos que llevan décadas en el poder" Durante buena parte del recuento de votos estuvieron por delante de los tres grandes partidos finlandeses, aunque al final, con el 100% de los votos escrutados, los Verdaderos Finlandeses se ubicaron como tercera fuerza política del país, logrando el crecimiento más importante.

"Los Verdaderos Finlandeses son los vencedores y tenemos que darles la enhorabuena porque el pueblo se ha puesto de su lado", afirmó Kiviniemi. Su partido se quedó en el 15,8% y logró 35 escaños, 16 menos que en los comicios de 2007.

La ultraderecha vence
Entonces, el auténtico vencedor en estas elecciones fue el grupo ultraderechista Perussuomalaiset (Verdaderos finlandeses) del eurodiputado nacionalista Timo Soini, que con el 19% consiguió 39 diputados y se convirtió en la tercera fuerza política de Finlandia.

Soini logró el mayor avance de un partido en la historia de Finlandia al multiplicar por ocho su número de escaños, aprovechando el descontento popular por la crisis económica y la insatisfacción de los votantes con los partidos tradicionales.

"Esta es una gran victoria, es el triunfo del sentido común de los finlandeses, que no quieren seguir gobernados por los mismos viejos partidos que llevan décadas en el poder", afirmó Soini tras conocer los resultados.

Este espectacular avance de la ultraderecha amenaza la estabilidad europea, porque su eventual entrada en un Gobierno de coalición junto al vencedor partido conservador podría paralizar el rescate financiero de los países de la eurozona.

Problemas para Europa
En Finlandia, por tradición, el partido más votado dirige la formación del próximo gobierno. Por primera vez desde la entrada de Finlandia en la Unión Europea (UE) en 1995, las políticas comunitarias fueron protagonistas en una campaña electoral, y serán también un asunto clave en las negociaciones para la formación del próximo Gobierno.

Durante la campaña, Soini declaró que no está dispuesto a participar en un Gobierno que diese luz verde a nuevos rescates financieros. Entre los nuevos incluye al portugués, que ya viene avanzando. De hecho, en Lisboa se encuentran los representantes de la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para ultimar los detalles.

En comparación, el Gobierno saliente concedió más de 1.500 millones de euros en préstamos para contribuir al rescate financiero de Islandia, Grecia e Irlanda, a pesar del rechazo de buena parte de los partidos de la oposición. No sólo eso: también se comprometió con sus socios comunitarios a aportar 8.000 millones de euros en garantías al fondo de rescate temporal europeo (EFSF) y otros 12.500 millones al Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM).

Dada la oposición de los Verdaderos Finlandeses al rescate portugués, lo más probable es que Katainen intente buscar otros socios, como los Socialdemócratas, los Verdes o los liberales del Partido Popular Sueco, según varios analistas. "Finlandia siempre ha sido un país muy responsable, dispuesto a resolver problemas, no a crearlos, y estoy convencido de que el próximo Gobierno seguirá haciendo lo mismo", declaró Katainen.

Las negociaciones para ampliar y flexibilizar estos fondos de rescate quedaron en suspenso, precisamente, debido a las elecciones en Finlandia, cuyo Parlamento debe aprobar por mayoría cualquier medida de este calibre.

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