Si vamos a parafrasear, parafraseemos a Einstein: ´ Imortante es el contenido, no las matemáticas´. Cambiar matemáticas por Economía.
Los días de este otoño benigno han transcurrido -hasta ahora- entre buen clima y muy malas noticias.
El “aparente” desconcierto es tan grande que el flamante premio Nóbel de economía, Paúl Krugman, dijo (creo que sinceramente): “Debería haberlo visto venir; lamento no haber comprendido hasta qué punto estamos a merced de los efectos dominó de las finanzas. Vi que la burbuja iba a explotar y que habría mucho sufrimiento, pero no me había dado cuenta de hasta qué punto sería dolorosa.” Lo dijo con el premio ya en sus manos y seguramente el dinero ¿en el colchón?
¿Y por qué “aparente”? Porque si lográramos tomar un poco de distancia del día a día, con sólo ver quién se beneficia y quién pagará este nuevo desaguisado, tendremos la respuesta. Y es verdad que hasta un premio Nobel tiene compromisos familiares, económicos,-ideológicos y políticos. Si no lo creen lean lo que dice Krugman del antiguo Nobel Milton Friedman (master de masters o jefazo de los “Chicago Boys”). Acerca del libro “La Historia monetaria de EE.UU.”, donde Friedman habla de la “gran depresión”, la contracción económica y la importancia de la monetización, Krugman opina que “con el tiempo, la presentación que Friedman hacía de la historia, se volvió más grosera, no más sutil, y acabó pareciendo intelectualmente corrupta”.
Fue así como en la economía mundial, durante al menos tres décadas, campearon las ideas de la Escuela de Chicago, básicamente pensada y desarrollada en contra del sector público. Así se privatizó, todo lo que se pudo. El discurso era que sólo el mercado resolvería los problemas en todos los sectores que controlaba el estado: energía, transporte, educación, sanidad, etc, etc. Por supuesto que el cambio de manos de enormes riquezas no evitò las recesiones, que nunca faltan a la cita.
Por último con una mala síntesis resumo: Krugman dice de Friedman que se vio “atrapado en una función esencialmente política” y que “acabó desempeñando la función que sus seguidores esperaban”.
Lo que vendrá….o ¿la resignación de Soros?
Dice el multimillonario financista George Soros en su último libro,”El nuevo paradigma de los mercados financieros”, que el “Burbujeo” es constitutivo de nuestro sistema. Y enumera las próximas “explosiones”: energía, materias primas, comodities.
Pero dijo también en estos días algo mucho más serio: ”el estallido de la burbuja inmobiliaria no ha sido más que el detonador de una explosión mucho mayor, el de la ‘Súper burbuja financiera’”. Combinada con la idea y convicción de que el mercado se corrige a sí mismo y que este “burbujazo” se vino formando en los ¡últimos veinticinco años!, después que no nos digan eso de que “no lo vieron venir”.
Un poco de humor y casi una posible recomendación para el cierre.
Durante la segunda guerra mundial, frente a la costa italiana, emerge un submarino absolutamente rodeado de algas y de costras como las de las ballenas denotando una quieta y larga permanencia en el fondo del mar. Al abrir la escotilla asoma la cabeza su elegante capitán y a los gritos le pregunta a un campesino que trabaja cerca de la orilla: "Buon uomo ¿á finito la guerra?". El campesino menea la cabeza y le responde:”¡Non ancoraaa!” El capitán desciende rápidamente por la escalerilla, mientras le ordena a sus subalternos: “¡Urgente! ¡immersione!”
Es una alternativa…
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