En épocas de crisis puede salir lo mejor de nosotros. Y lo mejor de nosotros puede generar un gran proyecto. Algo así le ocurrió en 2010 a Julia Higueras. Periodista “optimista y comprometida”, creó en plena crisis financiera una revista diferente. En un momento en donde lo económico y financiero parecía lo más importante, nace “Anoche tuve un sueño”.
La celebración de los diez años de la publicación, y la VI Gala de los premios Optimistas Comprometidos, se debió celebrar en mayo. El coronavirus lo impidió.
Pero el sueño continúa vivo diez años después. Un emprendimiento femenino repleto de virtudes que tienen perfecta aplicación en estos momentos y que Julia Higueras nos cuenta de primera mano.
Buscamos personas que sean referentes y que inspiren y empujen a nuestros lectores a sacar la mejor versión de sí mismos: si otros pueden, ¿por qué nosotros no?
Para quien no conoce lo que haces… ¿en qué consiste tu trabajo cotidiano?
Julia Higueras: Hago muchas cosas, lo normal en una redacción pequeña. Buscar historias es lo que más me gusta. Me interesan las entrevistas a personas que sé que están aportando valor a la sociedad.
Da igual que sean economistas, bomberos, filósofos, científicos, zapateros, misioneros, que sean españoles, franceses, congoleños, tailandeses,… Solo busco que hayan sabido dar a sus vidas un enfoque diferente, su lado más humano que es, en el fondo, lo que nos distingue como especie (de momento).
Además de tener reuniones y preparar los premios Optimistas Comprometidos, soy ponente y jurado de premios (Unicef, Fundación Telefónica, Fundación Rocher,…), y socia fundadora del Círculo de Orellana y de WASaction, desde donde mujeres directivas que llevamos trabajando muchos años en el ámbito de la sostenibilidad, manifestamos nuestro compromiso para trabajar de manera proactiva para una sociedad sostenible. Pedimos que la sostenibilidad se considere en los grupos de expertos que se están creando para la reactivación económica después de la COVID19.
¿Cómo está formado el ecosistema donde trabajas?
Somos un equipo pequeño pero muy unido. Hace años que teletrabajamos por lo que el confinamiento por la COVID19 no ha cambiado nuestros hábitos en ese sentido. El nuestro es un ecosistema humano, de calidad, donde la transparencia en todos los ámbitos es esencial. Porque la base en la que se sustenta Anoche tuve un sueño es la confianza. Sin confianza nada echa raíces. Ningún proyecto crece.
Estoy preparada para afrontar todo tipo de situaciones y adaptarme
¿Qué acciones tomas para impulsarlo?
Sinceridad y confianza. El periodismo está atado a la actualidad, a los acontecimientos y estos nos impulsan y nos hacen mejorar. Cada historia que nos cuentan nuestros entrevistados, cada reportaje, calan muy hondo, y nos hacen mejores personas y mejores periodistas.
Siempre buscamos personas que sean referentes y que inspiren y empujen a nuestros lectores a sacar la mejor versión de sí mismos: si otros pueden, ¿por qué nosotros no?
El mensaje es claro y optimista. Aunque contemos historias duras siempre subyace el optimismo comprometido, saber que no siempre podremos actuar de manera ejemplar pero tenemos la obligación moral de intentarlo.
¿Qué es lo más atractivo del sector en el que estás?
Siempre digo que ser periodista es tener la mejor profesión del mundo. La oportunidad de aprender cada día, de viajar, de conocer otras culturas,…
Todo esto te convierte en una pequeña todoterreno, capaz de afrontar todo tipo de situaciones. El periodismo me lo ha dado todo. Me ha enseñado mucho y ha reconfortado muchas veces mi alma. Me ha hecho volver a creer en el ser humano, porque en los peores momentos que me han tocado vivir por mi profesión, cuando parecía que todo estaba perdido, alguien te devolvía la esperanza. Así fue como aprendí que la esperanza es poder.
¿Cuál ha sido tu evolución en estos últimos años?
He mejorado mucho como periodista y como persona. He practicado mucho la resistencia y la resiliencia. También la paciencia, la flexibilidad, la empatía…
Para sacar adelante una plataforma de comunicación como Anoche tuve un sueño hay que ponerle mucho empeño, mucha vocación de servicio y mucha pasión. No se puede hacer nada grande sin pasión. Y eso lo he aprendido durante estos últimos diez años. Me lo ha enseñado este proyecto que nació nadando a contracorriente y nos ha obligado a muscular mucho el cerebro (risas).
Después de la pandemia nada será igual. La mayoría de la sociedad civil y de los directivos de las empresas han tomado conciencia de que el modelo económico tiene que cambiar hacia un lugar más sostenible y nosotros venimos diciéndolo hace más de una década. Creo que es el momento del cambio y una pequeña aportación a ese cambio es nuestra.
¿Cuál es tu compromiso con tu desempeño y qué es lo que lo determina?
Mi compromiso con mi profesión es total. Saber que pongo a disposición de la sociedad lo mejor que sé hacer me ha salvado. Me determina la voluntad, la fuerza, la búsqueda de la excelencia en todo lo que hago porque se lo debo a mis lectores, a los optimistas comprometidos. Trabajar desde la excelencia es trabajar desde la dedicación, desde el amor, desde la vocación, todo lo contrario es trabajar desde la exigencia.
Esta pandemia se ha llevado todas las asignaturas pendientes solo tengo asignaturas presentes.
¿Cómo marcha tu plan a futuro y cuáles son tus metas cercanas?
Pues mi futuro siempre es optimista y comprometido. El confinamiento ha cambiado nuestra hoja de ruta. El 19 de mayo tendríamos que haber celebrado nuestra en el Museo Reina Sofía la VI edición de los premios Optimistas Comprometidos y nuestros diez años.
Lo haremos el 1 de diciembre, esperamos que así sea. Como periodista acostumbrada a vivir en la actualidad y en la noticia, estoy preparada para afrontar todo tipo de situaciones y adaptarme, y el confinamiento me ha servido para invertir tiempo en mi familia, amigos y mi “fauna” (dos perros, gato, gallinas). También para mí. He parado y esto está siendo una ventaja enorme de cara al futuro porque he podido actualizar mi hoja de ruta con ilusión y mucha esperanza con lo que eso significa.
¿Y las asignaturas pendientes?
Esta pandemia se ha llevado todas las asignaturas pendientes solo tengo asignaturas presentes.
Ping Pong: Julia Higueras personal
- Un libro: Antología Poética de Mario Benedetti
- Una película: Hotel Rwanda
- Una comida: sushi
- Un hobby: Disfrutar de la naturaleza
- Una app imprescindible: No creo que ninguna sea imprescindible, van variando según el momento.
- Un/a referente: Todas esas personas anónimas que, mientras contesto este cuestionario, están salvando vidas o trabajando para servir a los demás.
- Una aspiración: Formar parte de ese grupo anónimo, un espejo en el que me miro cada día.
¿Hay algo que no te preguntemos y quieras agregar?
Solo daros las gracias, de corazón, que os cuidéis mucho y que disfrutéis de la vida todo lo que podáis. Un abrazo muy grande para todos.