Tras siete años de investigación, las doctoras Marta Miguel y Marta Garcés lo han logrado. Juntas desarrollaron Leggie, una carne vegetal elaborada con ingredientes naturales, cuyo punto fuerte es la utilización de algarroba, una legumbre mediterránea cargada de beneficios.
Mientras que Miguel trabaja en el Instituto de Investigación en Ciencias de Alimentación, centro mixto del CSIC y la Universidad Autónoma de Madrid (CIAL-CSIC-UAM), Garcés hace lo propio en la Universidad Francisco de Vitoria (UFV).
El producto, se podrá adquirir en supermercados a partir del verano en dos presentaciones: como ingrediente original para hacer toda clase de platos y en forma de salsa boloñesa vegetal.
«Su textura es como de una carne picada, por lo que trabajarla es muy fácil», aseguran las creadoras, además de señalar que el producto es una fuente de proteínas y satisface la demanda de las personas celíacas.
«También es una manera de que los niños coman legumbres de una forma más atractiva», subrayan.
«Su textura es como de una carne picada, por lo que trabajarla es muy fácil», aseguran las creadoras.
El futuro de la carne
Leggie es uno de los últimos productos en sumarse al creciente mercado de las carnes vegetales, pero con rasgos que lo hacen único. No solo está hecho en España y tiene sello mediterráneo, sino que es versátil para todo tipo de platos y con una fórmula saludable.
Otro de sus beneficios, a diferencia de la carne roja, es que no contiene grasas saturadas, aditivos ni colorantes.
Por otra parte, Leggie rescata la algarroba para proponer un ingrediente basado en la legumbre y totalmente carente de aditivos o alérgenos.
Además, está basado en plantas y comparte textura, sabor y recetas con la carne, pero solamente cuenta con ingredientes naturales y presenta una combinación de macronutrientes que aportan proteína de alto valor biológico, fibra y carbohidratos saludables.
Leggie rescata la algarroba para proponer un ingrediente basado en la legumbre y totalmente carente de aditivos o alérgenos.
La empresa española encargada de su comercialización es MRM, industria madrileña con más 60 años de antigüedad, que ha participado en todas las fases de desarrollo de la creación de Leggie. Para transferir la tecnología a la industria alimentaria se puso en marcha iLike Food Innovation S.L., empresa de base tecnológica (EBT) del CSIC y la UFV.
Alimentación sustentable
Marta Miguel y Marta Garcés partieron de la importancia de cambiar de hábitos para cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y frenar el cambio climático. Por eso, consideraron que la alimentación es un aspecto a tener en cuenta para revertir estos efectos.
Así lo expresan: «Estamos usando menos el coche o usando vehículos eléctricos, pero también tenemos que hacer algo con la alimentación porque supone un impacto enorme. No podemos seguirnos alimentando como hasta ahora».
En este sentido, Leggie cumple los requisitos. «No es solo el lanzamiento de un cohete al mercado, sino que partimos de una investigación que empezó en el laboratorio», expresan ambas.
Por qué la algarroba
La elección de la materia prima fue una decisión muy estudiada. “Había que mezclar un cereal y una legumbre. No queríamos que tuviese soja y tampoco gluten», explicaron las inventoras.
Incluso, este elemento tiene otras ventajas que favorecieron la elección: la tonalidad rojiza natural del producto integral evita el uso de colorantes y favorece la digestión porque es más rica en fibra que otras legumbres.
A lo mencionado, se suma el costado medioambiental. La algarroba puede crecer en climas áridos y suelos secos y pone en valor la riqueza de la dieta mediterránea en cuya base están las legumbres y los cereales. Más aún, su huella hídrica es muy baja.
Estamos usando menos el coche o usando vehículos eléctricos, pero también tenemos que hacer algo con la alimentación porque supone un impacto enorme. No podemos seguirnos alimentando como hasta ahora.
Otros lanzamientos
Marta Miguel y Marta Garcés seguirán apostando por una alimentación saludable y alternativa. Tan es así, que su próximo proyecto es lanzar un hidrolizado de huevo hecho a partir de la clara que solamente tiene proteínas de muy alta calidad y agua.
Está pensado para sustituir a la proteína láctea en muchos productos de la industria alimentaria, ya que la huella de carbono de este es mucho más baja: está por encima de las legumbres y por debajo de las carnes y lácteos. «Tampoco contiene grasas saturadas», recalcan.