Entre un 35% y un 60% del horario laboral se ocupa lejos del escritorio. Es necesario adecuar los espacios de trabajo a las necesidades del trabajo colectivo, mejore el sentido de bienestar y estimule la creatividad.
Los trabajadores pasan entre un 35% y un 60% de su horario laboral fuera de su sitio de trabajo, según se desprende de un estudio realizado por DEGW, consultora de diseño internacional especializada en diseño y planificación del espacio de trabajo. Estos porcentajes representan un 10% menos que la media mundial, que de todas formas deja entrever esta nueva tendencia.
Epecialistas afirman que esto es consecuencia de la actual globalización de los negocios, y la importancia que tiene actualmente el trabajo colectivo. Los trabajadores tienen que hacer viajes comerciales, reuniones con compañeros o con clientes. Estas reuniones fuera de la oficina muestran que el modelo tradicional de oficina con puesto fijo viene quedando viejo, y es un buen momento para desarrollar un nuevo tipo de oficina acorde a las nuevas necesidades.
Los españoles pasan un 30% de su horario laboral en sus puestos de trabajo, un 30% fuera y un 40% lejos de la oficina. La alta movilidad motiva a desarrollar un nuevo espacio de trabajo. Estos porcentajes varían notablemente según el tipo de empresa. Por ejemplo los trabajadores que pasan menos tiempo sentados en sus escritorios, un 40%, trabajan en empresas que se dedican al mundo de la tecnología, mientras que en las empresas financieras o en los bufetes de abogados lo hacen en una media del 60%.
Pero para incrementar la productividad es importante tener en cuenta la movilidad de los empleados. Las empresas deben hacer una nueva gestión del espacio en los sitios de trabajo, que permita un mayor contacto con los compañeros de trabajo, mejore el sentido de bienestar y estimule la creatividad de los empleados. Existen avanzadas experiencias, donde se clasifica según la movilidad y el grado de colaboración a los trabajadores según perfiles y se les asigna un puesto de trabajo dotado de la tecnología apropiada y un protocolo propio de uso de los espacios comunes.