El Covid19 está poniendo a prueba nuestro sentido de la solidaridad de la humildad de gestionar el miedo de nuestra responsabilidad como sociedad, de ayuda al más débil, de reconocimiento al que realmente lo merece, de acatar las normas, de empatizar con el otro, de mirarnos más hacia dentro, de centrarnos más en ser y menos en estar. También de lo importante que es cuidar nuestro cuerpo para estar fuertes y poder luchar contra la enfermedad, cultivar nuestra mente para afrontar las dificultades desde la calma y nuestra alma potenciando el agradecimiento por poder seguir contándolo.
Si nunca has hecho ejercicio este es un buen momento para empezar a hacerlo, pero con moderación y asegurándote que quien lo prescribe está cualificado.
Te animo a que en estos días en los que no hay más remedio que parar y quedarse en casa, vayas incorporando pequeñas acciones y cambios que supongan un beneficio mayor para cuando todo esto haya acabado. Por ello te animo a qué si todavía no lo has hecho, empieces a tomar decisiones. Este post lo voy a dedicar a compartir contigo tres pilares que a mí me están ayudando a aceptar este periodo como un momento para parar y resetearme.
EJERCITA TU CUERPO
Si hacías ejercicio antes de la cuarenta, confío en que lo sigas haciendo, adaptando tus rutinas en la medida de lo posible al espacio y material que tengas a tu disposición en casa. Casi con toda seguridad estarás echando mano de los recursos online de tu gym, entrenador personal, apps o plataformas que en estos días se han puesto al servicio desinteresado de sus clientes o seguidores. Las Redes Sociales arden con contenidos de baile, pilates, tablas de fuerza, movilidad, etc. Pero ¡ojo! Tener muchos seguidores en Instagram o Youtube no te convierte en un profesional cualificado para impartir este tipo de contenidos. Ni tampoco que tú estés preparada físicamente para aguantar lo que te echen si no lo has hecho con anterioridad.
¡No perdamos el norte!
Si nunca has hecho ejercicio este es un buen momento para empezar a hacerlo, pero con moderación y asegurándote que quien lo prescribe está cualificado. También, que la intensidad del ejercicio se adapta a tu estado de forma, edad, posibles patologías, etc.
Por si te quieres iniciar ahora en el ejercicio, aquí en este ENLACE puedes ver algunas de las mejores plataformas y apps para entrenar en casa. Si vives en Madrid, otra iniciativa muy interesante es la que El Ayuntamiento de Madrid ofrece tras un acuerdo con los centros deportivos GO fit. Sólo tienes que acceder a su web y descargarte la aplicación My Go Fit en tu dispositivo móvil. Podrás mantenerte de forma gratuita activa y acceder a vídeos elaborados por profesionales en distintas disciplinas. También existen plataformas como Entrenarme donde podrás contratar los servicios de un entrenador personal que te ayudará a definir un plan de entrenamiento personalizado adaptado a tus necesidades. Ahora de forma online, pero en cuanto acabe esta situación el entrenador podrá desplazarse a tu casa o lugar de trabajo.
CALMA TU MENTE
En este momento de confinamiento y caos es importante más que nunca mantener nuestra mente en calma. Aprender a gestionar el estrés, la ansiedad, el miedo, la pena, el dolor, la incertidumbre, el duelo, etc. que esta situación nos genera, no es sencillo.
En este momento de confinamiento y caos es importante más que nunca mantener nuestra mente en calma.
El yoga se ha convertido en tendencia en el siglo XXI. Es más que un simple ejercicio o una simple relajación. La introspección a la que continuamente nos invita su práctica, bien sea mediante la atención a la respiración o a través de la ejecución de posturas (asanas) basadas en la flexibilidad, el equilibrio o la fuerza, han hecho de esta disciplina un fenómeno global. Lo practican 300 millones de personas en el mundo de los que 5,5 millones lo hacen ya en España. La mayoría para combatir dos epidemias, el sedentarismo y el estrés.
La práctica unos minutos al día de esta disciplina milenaria nos puede ayudar a liberar endorfinas; corregir desequilibrios del sistema nervioso; mejorar el nivel de bienestar general; reducir la tensión muscular; aumentar el flujo sanguíneo; disminuir la frecuencia cardíaca; aumentar la autoconfianza y aumentar los niveles de GABA (neurotransmisor de la calma y la relajación) entre otros muchos beneficios.
Y es que, al realizar yoga, vas a aprender a respirar de forma correcta (consciente y profunda) y a tener plena atención en las diferentes posturas que van a hacer que tu mente se concentre en el “ahora” disminuyendo poco a poco el estado de alerta de tu cuerpo y creando un ambiente de relajación tanto físico como mental.
Piensa que ahora disfrutas de forma excepcional de un bien muy preciado, el tiempo; no necesitas de ningún material específico para su práctica y, además, puedes acceder desde cualquier dispositivo móvil a clases gratuitas impartidas por maestros del yoga.
Aquí comparto para que empieces, uno de los muchos ejercicios de relajación para calmar la mente y mejorar la concentración, guiado por Xuan Lan. Esta maestra yogui tiene un canal de YouTube para principiantes al que puedes suscribirte. También existen cientos de aplicaciones y tutoriales en diferentes redes sociales para todos los niveles, pero ¡ojo ¡no todo vale! Aquí te dejo algunas de las que más seguidores acumulan. Tan importante es para mí el yoga que he puesto en marcha junto a mi socia Doris Casares una comunidad de networking para mujeres directivas, entorno a retiros de yoga y la salud www.yogahealth.es por si te apetece formar parte de ella.
PRACTICA LA GRATITUD
La gratitud, el amor, la generosidad, la amabilidad y la empatía, aparte de estar correlacionadas, son valores que nos pueden poner en camino hacia una vida más feliz.
Y llegamos al tercero de los consejos que a mí me están funcionando y es el de practicar la gratitud. Las personas agradecidas son más felices, más enérgicas y optimistas. Tienen un mayor nivel de bienestar, tienen formas más positivas de enfrentarse con las dificultades que les surgen a lo largo de la vida, se aceptan mejor. Además, combaten más fácilmente la depresión y la angustia, duermen mejor y padecen menos trastornos psíquicos. ¿Te parecen pocos argumentos para empezar a practicar esta virtud? La gratitud, el amor, la generosidad, la amabilidad y la empatía, aparte de estar correlacionadas, son valores que nos pueden poner en camino hacia una vida más feliz.
Por la mañana empieza el día con una actitud positiva y expresando gratitud al menos por 3 cosas en tu vida. Da las gracias cuando alguien te elogia. Llama por teléfono para agradecer a personas que han hecho o hacen cosas por ti. Da un abrazo gratis, sin que la otra persona te lo pida. Reconoce públicamente la labor que alguien está realizando. Haz un favor a alguien. Por la noche, antes de dormir, piensa cómo me te ha ido el día focalizándote en lo positivo.
Para acabar te aconsejo que veas este vídeo sobre cómo escribir un pequeño Diario de Gratitud que te llevará unos minutos al día pero que ayudará a transformar tu vida.
Mucho ánimo y fuerza para estos momentos… y recuerda
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