Los Juegos Olímpicos de Paris 2024 son históricos por varias razones. Una de ellas es que se ha alcanzado la paridad de género con misma cantidad de mujeres que de hombres deportistas participando.
Este logro no es casual. Desde hace años, muchas deportistas mujeres vienen plantando batalla para que el deporte sea cada vez más igualitario. Una de ellas es Theresa Zabell, regatista y la única deportista en España que ostenta el logro de ser bicampeona olímpica. Además, venció en todos los campeonatos de España, fue campeona de Europa, triple campeona del mundo, número uno del ranking mundial de 1994 y 1996 y elegida por la federación internacional como la mejor regatista del mundo del año 1995.
Zabell no solo se destacó en el deporte, sino que también se cargó al hombro la lucha por la igualdad de género, logrando abrir camino a su paso y facilitando la trayectoria a quienes venían detrás. Tras dejar el deporte de competición a los 33 años, fue eurodiputada del PP durante ocho años, después fue vicepresidenta del Comité Olímpico Español y consultora de la UNESCO. Hoy tiene su propia fundación Ecomar y es conferenciante y asesora.
Theresa Zabell: «Es un notición que en Paris hayamos alcanzado por fin la paridad de género»
Por primera vez en la historia, España lleva más mujeres que hombres a los Juegos Olímpicos. ¿Consideras que esta noticia tiene impacto a nivel social? ¿Y a nivel deporte?
Sí que tiene impacto a nivel social y deportivo. Yo creo que España ya rompió un poco este tabú de participación de mujeres. En Barcelona 1992 ya empezaron a llegar medallas y en los juegos de Londres, hace ya 12 años, hubo más medallas de mujeres que de hombres. Con lo cual considero que a nivel social y a nivel deportivo, esa paridad ya ha llegado.
También por primera vez en la historia, veremos la misma cantidad de mujeres que de hombres compitiendo. ¿Qué significa haber alcanzado la paridad? ¿Se reflejan los números en la situación real de las mujeres deportistas?
Es una gran noticia que hayamos alcanzado la paridad. Yo llegué a mis primeros Juegos Olímpicos con 27 años, pero tendrían que haber sido Los Ángeles 84 cuando tenía 19 años y un gran nivel deportivo. Pero había muchísimos deportes que todavía no tenían representación femenina, no había eventos para mujeres. A raíz de ir introduciendo eventos, ha ido creciendo la participación de las mujeres. Es un notición que en Paris hayamos alcanzado por fin la paridad de género. Son 128 de olimpismo y ya era hora.
Yo creo que siguen practicando más hombres que mujeres, pero bueno, aquí por lo menos en España las mujeres estamos prácticamente a la par en todos los deportes. Yo creo que lo que es la representación deportiva en los equipos estamos ya en torno al 40/60 y eso para mí ya es la paridad.
«Son 128 años de olimpismo y ya era hora de que haya paridad de género»
Eres una parte muy importante de la lucha por la igualdad de género en el deporte en España. ¿Qué le dirías a las mujeres que vienen detrás tuyo?
Les diría que sigan luchando. Hemos alcanzado la paridad en los Juegos Olímpicos de Paris, pero ahora siguen quedando muchísimas cosas en las que las decisiones de las mujeres todavía no están completamente reflejadas. Por lo menos en España, en los órganos de decisión del deporte, estamos muy por debajo del 40%, que es lo que se exige en las empresas que cotizan en IBEX. Eso en el deporte no está ocurriendo.
Con lo cual es una mala noticia para las mujeres y tenemos que seguir luchando para conseguir tener esa representación. Y para tenerla, necesitamos mujeres del ámbito del deporte, no necesariamente de la alta competición, pero también, que estén dispuestas a hacer una carrera en el mundo de la dirección deportiva y ser dirigente.
Allí muchas veces las mujeres nos postulamos menos que los hombres porque al principio son puestos no remunerados que implica dedicar tiempo libre, tiempo de fines de semana, tiempo que le quitas a tu familia o a tus hijos y muchas veces nosotras tenemos otras prioridades. Pero tenemos que estar para que nuestra voz y nuestra manera de pensar esté representada.
«Necesitamos mujeres del ámbito del deporte que estén dispuestas a hacer una carrera en el mundo de la dirección deportiva»
¿Qué desafíos quedan por afrontar en el deporte español respecto a la igualdad de género?
Tenemos que conseguir tener mujeres representando en todos los aspectos de la dirección deportiva a nivel local, nacional e internacional. También tenemos que conseguir que se hable de las mujeres en los medios de comunicación. Al final, las infancias quieren ser lo que ven en sus referentes y muchos de estos referentes son deportivos. En España hay una encuesta que se hace en las escuelas y se llama «¿Qué quieres ser de mayor?». Hace 25 años, ninguna niña quería ser deportista. Después de analizarlo, dimos con que había una falta de referentes. Había deportistas mujeres muy buenas pero realmente no tenían repercusión mediática.
Yo puedo decirte que nunca he estado en la parte central de la portada del Marca ni del As, que son los dos principales periódicos deportivos españoles. Sin embargo, las deportistas de esta generación – Mireia Belmonte, Lidya Valentin, Carolina Marin – han ocupado la parte central de esos periódicos. Esto refleja otro paso más que hemos dado. Ahora tenemos niñas que, cuando les preguntan qué quieren ser de grande, responden que quieren ser futbolista o alguna otra deportista que ahora conocen, que está en su radar. Eso es una gran noticia, pero aún queda camino por recorrer.
Por último, ¿puedes dejarnos una reflexión final sobre cómo te impacta la noticia a nivel personal?
Mi opinión personal es que se ha llegado a la paridad en cuanto a participación, pero no a la igualdad. Todavía sigue habiendo diferencia entre hombre y mujer, pues en temas de dirección del deporte, cobertura en medios de comunicación, vestimenta, paridad en cuanto a técnicos. Creo que allí es donde tenemos que seguir trabajando. En España montamos la Asociación de Mujeres Ejecutivas del Deporte. Lo que hacemos es tratar de preparar a mujeres para que se sientan capaces y cómodas en ocupar estos puestos. Así ir consiguiendo que la paridad no solo esté en el terreno de juego, sino también fuera de ella.
