Algo importante está pasando para que compañías como Google, Apple o Bank of America no exijan título universitario a sus aspirantes. No es una declaración de intenciones, es ya una realidad: el 15% de la plantilla de IBM no lo tiene. De hecho, su CEO, Ginni Rometty, ha destacado recientemente la importancia de contratar empleados en función de sus habilidades, no de sus titulaciones.
Diferenciarse de las máquinas, será una de las claves del éxito laboral
El futuro del trabajo está poniendo patas arriba muchas cosas, pero una de las más importantes es la manera en la que los humanos aportaremos valor profesionalmente. Los nuevos empleos serán cambiantes, deslocalizados y colaborativos. Además, muchos serán repetitivos y estarán robotizados, por lo que diferenciarse de las máquinas, será una de las claves del éxito laboral. Por eso, instituciones de prestigio como el World Economic Forum, el MIT y McKinsey Global Institute apuntan a un consenso generalizado en torno a estas habilidades robot-proof.
Algo importante está pasando para que las principales compañías a nivel mundial no exijan título universitario a sus aspirantes.
1- Innovación, creatividad, originalidad e iniciativa: la habilidad para generar ideas y llegar a nuevas conclusiones, cobrará valor frente a la estandarización que supone la robotización.
2- Pensamiento crítico y analítico: la creciente complejidad e interconexión de áreas como la computación, la ingeniería o la biología, demandará una mayor capacidad para interpretar datos de manera holística e inteligente.
3- Capacidad de adaptación y flexibilidad: las disrupciones serán cada vez más rápidas y las líneas cada vez más difusas, por lo que será crítica la capacidad de acomodar y normalizar los cambios.
4- Orientación a la resolución compleja de problemas: la capacidad para encontrar relaciones entre las distintas tecnologías/sectores y proponer soluciones creativas a los retos que se plantean, será de gran valor frente a la inteligencia artificial.
5- Capacidad de aprendizaje y formación continua: el mundo se hace cada vez más complejo, por lo que la curiosidad y la habilidad para adquirir conocimientos de manera constante será una habilidad que diferenciará a los trabajadores del futuro.
Sin embargo, en España parecemos no habernos dado cuenta todavía. El IESE acaba de publicar el informe “El futuro del empleo y las competencias profesionales del futuro: la perspectiva de las empresas”. Esta publicación, parte de The Education for Jobs (ExJ) Initiative, aporta unos datos reveladores en torno a este tema: España es el 2º país del mundo con mayor desajuste de capacidades para el puesto de trabajo. La sorpresa viene cuando conocemos la principal razón: la formación de los españoles es superior a la requerida. ¿De qué nos sirve tanta titulación si luego el 72% de las empresas españolas no está encontrando entre los universitarios el nivel de resiliencia necesaria para el desarrollo del empleo?
España es el 2º país del mundo con mayor desajuste de capacidades para el puesto de trabajo
Y el problema no acaba ahí. No sólo tenemos a demasiados universitarios no “capaces”, es que tenemos a demasiados universitarios, a secas. Actualmente +30% de las ofertas de empleos se dirigen ya expresamente a perfiles de Formación Profesional (según el Informe Infoempleo-Adecco), y para 2030, la Unión Europea estima que los empleos del futuro requerirán un 65% de profesionales con FP y un 35% de universitarios.
Por lo tanto, más vale a partir de ahora que vayamos poniendo el ojo más en la “capacidad” y menos en la “preparación”. Por la cuenta que nos trae…