Da gusto ver y oír a esta mujer expresarse ante un auditorio, que no debería desconocer las verdades como puños que salían firmes y bien expresadas de su boca. Para quien no haya tenido oportunidad de verlo se lo recomiendo: http://www.youtube.com/watch?v=LtNBnc6khHg&feature=player_embedded
Es el vídeo de la comparecencia de la portavoz de Stop Desahucios en el Congreso defendiendo la aceptación a trámite de la Iniciativa Legislativa Popular (ILP).
Se puede discrepar sobre lo que dijo, pero pocas veces en estos años se ha hablado en el Congreso de los Diputados de esa manera tan clara y tan contundente de lo que preocupa ahora mismo a la población. Pocas veces.
La ley hipotecaria ha estado causando desastres durante años. Desgracias que han pasado desapercibidas porque no causaban escándalo mediático. Se han necesitado casi quinientas mil tragedias en unos pocos años para que llegaran los focos a iluminar la injusticia, pero la ley no era una desconocida para quienes la hacen cumplir.
No ha sido fácil llevar la ILP hasta ahí porque la ley pone muchas trabas a las iniciativas legislativas populares. Los diputados lo saben,.
¿Quién tiene el control?
Viven los diputados ajenos a la realidad y ésta logró colarse esa noche en el Congreso. Hasta allí llegó la vida real respetando la ley y sin más violencia que la que lleva aparejada la verdad que no se quiere oír.
La calle no quiere tomar el control. Nadie quiere desafiar el sistema, pero sí que funcionen las instituciones. Quienes viven del poder que les da la democracia son los mismos que lo están dinamitando.Ha sido la crueldad de una ley injusta el desencadenante de una lucha trabajosa y dura por hacer llegar, a quien tiene el poder de hacerlo, que pare la sangría. Una verdadera guerra económica que no causa, aparentemente, heridos ni muertos, pero ya hemos visto que solo aparentemente.
La calle no quiere tomar el control. Nadie quiere desafiar el sistema, pero sí que funcionen las instituciones. Quienes viven del poder que les da la democracia son los mismos que lo están dinamitando.
Ha fallado el control. La sociedad ha estado confiando en las instituciones y quienes las gobernaban han fallado. Los movimientos asociativos han tenido que tomar de nuevo un protagonismo que era imprescindible. Las injusticias más sangrantes han hecho saltar la chispa, pacífica, pero contundente de que la unión hace la fuerza y se han parado acciones violentas sobre personas, originadas por la misma estructura creada para evitar los abusos. La necesidad de que la gente tenga que acudir unida y decidida para impedir el cumplimiento de leyes injustas debería ser coyuntural.
El poder tiene que estar en las instituciones elegidas por los ciudadanos, no en la calle. Si las instituciones fallan, no habrá remedio. Luego dirán que si la idiosincrasia, el destino, el carácter cainita. Tópicos que no reflejarán nunca el estado de cosas que las personas educadas y cumplidoras de la ley están soportando.
En concreto
Los ejemplos pueden ser la excepción de la regla, pero a veces explican bien lo que ocurre. La muerte de mujeres a manos de hombres de su entorno es una tragedia y una auténtica epidemia pero, un representante de la voluntad popular se ha permitido el lujo de frivolizar con los datos. Debería dimitir de inmediato ¿Se necesita que una muchedumbre lo pida? ¿Qué hay que hacer para conseguirlo?
Lo que riza el rizo del despropósito es que esta persona es el portavoz, en representación de su formación política, de la Comisión de Igualdad del Congreso ¿Qué tenemos que hacer las personas que formamos parte y damos soporte al sistema democrático para que un irresponsable deje de hacer daño desde el poder? Si la institución a la que pertenece, el Congreso, y el partido por el que representa a la ciudadanía no hace nada ¿Quién lo tiene que hacer?
*Mª Teresa Pascual Ogueta es Ingeniera de Telecomunicación y también escritora. Autora, entre otros, del libro “Despidos, la edad y otros pretextos”(Díaz de Santos, 2012).
Otros artículos de esta columnista…
- El falso abuso de lo gratuito
- Políticos, funcionarios y desprestigio
- Las creencias son armas del poder
- La crisis también es un experimento social
- La histeria y la sexualidad femenina
- Los europeos del sur y el síndrome de Estocolmo
- La longevidad es un riesgo financiero para los inversores
- El lenguaje sexista y los Académicos: un punto de vista sesgado
- `La machine´, el cuerpo femenino y los caminos del placer
- Del Estado, el Bienestar y la Riqueza a cualquier precio
¿Ya has visitado Columnistas en nuestra ZONA OPINIÓN?