El 52 % de la población mundial es femenina. La mujer decide la compra del 80 % de los productos, bienes y servicios; hoy preside la Unión Europea y 10 países de diferentes culturas; hay más mujeres que hombres universitarios en la UE; es líder en tecnología, industria, finanzas, banca, cultura, arte y deportes.
Lo que es evidente es que una empresa que no tenga a mujeres en posiciones de toma de decisión tiene un alto riesgo de obsolescencia.
Lo que es evidente es que una empresa que no tenga a mujeres en posiciones de toma de decisión tiene un alto riesgo de obsolescencia. Su público externo, clientes, proveedores y administraciones tienen un perfil altamente diverso con necesidades muy diferentes, preferencias y estilo de comportamiento. La empresa debe tener una fuerza laboral que refleje el perfil de sus públicos externos para asegurar su eficacia y permanencia en los mercados.
El mundo productivo de la Unión Europea es social. Lo conforman 7.810-000 pequeñas y medianas empresas que representan el 99% del tejido empresarial y que crea el 97% de los puestos de trabajo. El resto lo crean las grandes empresas y sobre todo las administraciones públicas. Según informe de ICSA Group en colaboración con EADA Business School el 94,2% de las PYMES tiene una mujer en cargo directivo. El 33% en medianas empresas y el 60.9% en pequeñas empresas. Mientras que solo el 3.8% de las grandes organizaciones están dirigidas por mujeres.
Sin embargo la percepción que se tiene proyecta todo lo contrario. No se da visibilidad a los millones de PYMES que forman la verdadera base de la economía La visibilidad la tienen las grades corporaciones que deciden en temas críticos como la energía, la salud, la alimentación a gran escala; cuando en realidad quien sustenta la sociedad es la economía real, la que general las pequeñas y medianas empresas.
Según informe de ICSA Group en colaboración con EADA Business School el 94,2% de las PYMES tiene una mujer en cargo directivo. El 33% en medianas empresas y el 60.9% en pequeñas empresas. Mientras que solo el 3.8% de las grandes organizaciones están dirigidas por mujeres.
La economía empresarial tiene dos grandes objetivos. Uno es producir bienes y servicios que mejoran la calidad de vida sus clientes, o sea la sociedad. Siendo el objetivo prioritario de la empresa operar con beneficios para remunerar a sus acciones, propietarios que han incurrido en el riesgo de montar la empresa y que es la base de los ingresos propios y de sus familias.
Y otro es el de crear oportunidades de trabajo para que esa misma sociedad tengan unos ingresos monetarios que sustenten sus vidas y las de sus familias.
El objetivo prioritario de quienes montan una empresa no es el de crear trabajo, sino el de crear beneficios para poder crear trabajo a otras personas puedan sustentarse económicamente.
¿Cuáles empresas son sostenibles? Aquellas en las que sus empleados y empleadas se tienten parte de la misma. Aquellas en las que sus opiniones cuentan. Aquellas en las que contribuir de los fines de la misma es parte del objetivo diario de quienes le dedican gran parte de su tiempo. En una palabra, aquellas en las que el entorno es inclusivo y en el que sus diferencias de genero, edad, estructura familiar, alguna discapacidad, y etnia no representen un obstáculo para su sentido de pertenencia a la organización. Lo que debe prevalecer como principio para integrar a una persona a la organización es su capacidad profesional. La persona tiene que tener las competencias necesarias para cumplir con excelencia la función que requiere la empresa. Y después lo vital es que se le incluya con respeto y se disfrute de la realización de sus tareas para contribuir al objetivo común de le empresa.
La mujer generalmente tiende a incluir a las personas de su alrededor en objetivos comunes y no solo a contratarle para que haga una función.
La mujer generalmente tiende a incluir a las personas de su alrededor en objetivos comunes y no solo a contratarle para que haga una función. Las personas con talento o sea las personas sobresalientes en la ejecución de funciones profesionales se marchan de empresas donde no se tienen a gusto y parte del proyecto. Generalmente la mujer tiene este estilo de gestión inclusiva más desarrollado y espontaneo que el hombre que esta históricamente acostumbrado a mandar e imponer. Y es que la humanidad cambia, y la sociedad tienen un desarrollo cultural y técnico que no tenia antes en su mayoría. Por lo tanto el estilo de dirección tiene que potenciar las nuevas necesidades y realidades de las personas.
Las nuevas formas de trabajo contribuirán de forma decisiva a esta integración. La mujer necesita gestionar sus tiempos con flexibilidad y ya ha demostrado ampliamente que no descuida la calidad de sus responsabilidades profesionales.
El trabajo será un bien escaso en las próximas décadas, cuando en los países desarrollados se pase de una economía de producción a la 4º Revolución Industrial basada en la tecnología, servicios, cultura y ocio como productos estrella para atender las necesidades de tiempo libre que ya se apunta en la sociedad. La mujer propicia estos nuevos entornos porque coincide con sus prioridades de ocuparse de la familia, de sí misma, de su entorno y también de tener una vida profesional/laboral inclusiva.
La equidad de hombre y mujeres es un proceso natural. Llevará tiempo que los padres eduquen en igualdad de derechos y oportunidades tanto a hijos como a hijas. En ese momento, no habrá discriminación hacia la mujer, ni hacia el hombre, porque se habrán superado los estereotipos que han prevalecido y condicionado la conducta humana durante 10 millones de años.