Con un discurso encendido, la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, señaló que la muerte de Osama Bin Laden era un “acto de justicia”. Mientras tanto, eligió el silencio para evitar referirse al sentimiento antinorteamericano que se avivó en Libia a partir de la muerte del hijo y tres nietos de Muamar El Gadafi. Pakistán, territorio donde el líder de Al Qaeda fue fusilado, no había sido puesto al tanto de las acciones de la CIA.
Hillary Clinton, llamó a los talibanes afganos a abandonar la red Al Qaeda tras la muerte de su líder, Osama Bin Laden, advirtiendo a los insurgentes que no podrían derrotar a Estados Unidos. "No esperen que nos vayamos, no podrán vencernos, pero pueden elegir abandonar Al Qaeda y participar de un proceso político pacífico", dijo. De esta forma aclaró que la lucha contra el terrorismo continúa. Aunque omitió algunas cuestiones sobre la situación internacional.
La muerte de Bin Laden, a quien había capacitado la CIA, le fue útil a Estados Unidos para mantener el silencio respecto del retroceso en Libia. Al mismo tiempo, en las calles de Trípoli unas 2000 personas quemaron banderas de los Estados Unidos cuando participaron del entierro de uno de los hijos de Gadafi. Saif al-Arab, de 29 años falleció el sábado en un bombardeo que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) lanzó a una de las residencias presidenciales en esa ciudad. Luego del bombardeo, las embajadas de Italia y Gran Bretaña, entre otras, fueron blanco de explosiones en la capital africana, por lo que Gran Bretaña expulsó al embajador libio de Londres. Los representantes de la ONU entendieron que estos hechos habían recrudecido la situación y decidieron marcharse.
La muerte de Bin Laden, a quien había capacitado la CIA, le fue útil a Estados Unidos para mantener el silencio respecto del retroceso en Libia. Los detalles sobre la muerte de un hombre que pasó los últimos años de su vida en la clandestinidad, y los relatos que apuntan a construirlo como un personaje totalmente malvado (como el detalle incomprobable de que habría intentado usar como escudo humano a una de sus esposas), contrastan con la desaparición de los cuerpos, y la ausencia de fiscalización internacional sobre las metodologías. ¿Todo vale para la gran potencia mundial?
"Esto es un hito en la lucha contra el terrorismo, pero la batalla contra Al Qaeda continúa y no terminará con la muerte de Bin Laden", señaló Clinton. Las operaciones realizadas en Pakistán, uno de sus países aliados, no fueron comunicadas a las autoridades con anterioridad, ya que sospechaban que la información pudiera filtrarse. "Pakistán expresa su viva preocupación y reservas sobre la forma en la que el gobierno estadounidense llevó a cabo esta operación sin información ni autorización previas del gobierno paquistaní", dice un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores. Y añada que este tipo de "acciones unilaterales no autorizadas" no deben convertirse en la norma y no deben constituir "un precedente para cualquier Estado, incluido Estados Unidos".
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