El 39% de los jóvenes españoles que forman la Generación Z (nacidos entre 1996 y 2000) piensan que crearán su propia empresa cuando llegue el momento de trabajar. Es uno de los rasgos diferenciales de este grupo, según recoge el estudio “Generation Z Grows Up” de Universum, centrado en sus expectativas sobre su futuro laboral y difundido hoy por PeopleMatters, consultora especializada en Gestión de Personas.
Entre sus metas laborales, los integrantes de la Generación Z quieren incorporarse a un entorno emprendedor, innovador y creativo. También se distinguen en que son optimistas respecto a su futuro y no tienen muy clara la necesidad de realizar estudios universitarios como garantía frente al desempleo.
El 47% afirma que tal vez consideraría la posibilidad de incorporarse al mercado laboral en lugar de aspirar a estudios universitarios. El 15% acepta abiertamente la idea de renunciar a la Universidad para trabajar. El estudio “Generation Z Grows Up” está compuesto por una encuesta a cerca de 50.000 jóvenes nacidos entre 1996 y 2000, de 46 países; de ellos, algo más de 1.300 son de España. Se les ha preguntado sobre temas relacionados a sus futuras carreras, temores acerca del trabajo y actitudes respecto a la educación superior.
Cómo es la Generación Z
La Generación Z, compuesta por personas nacidas entre 1996 y 2000, supone la generación de nativos digitales más puros. Han crecido en un ambiente con acceso ilimitado a la información y tienen una habilidad innata para interactuar e influir en otras personas a través de medios online. La facilidad que tiene la Generación Z con todos los formatos digitales les empodera y les da la sensación de que cualquier cosa es posible.
El “retrato robot” de estos jóvenes se resume por su:
- Espíritu optimista: el 65% de los encuestados dicen estar esperanzados sobre el futuro. Por el contrario, sólo el 13% de los millennials españoles cree que será capaz de mejorar la calidad de vida que ahora disfrutan sus padres, según señala el informe “MIllennials, entendiendo a la generación incomprendida”.
- Valores en el trabajo: Casi cuatro de cada 10 temen no encontrar un trabajo que se adapte a su personalidad. Los empleadores deben prestar atención al deseo de los miembros de esta generación por ser ellos mismos y expresar su personalidad en el trabajo.
- Alternativas a la Universidad: el 47% afirma que tal vez consideraría la posibilidad de incorporarse al mercado laboral en lugar de aspirar a estudios universitarios. El 15% acepta abiertamente la idea de renunciar a la Universidad para trabajar. La inversión en formación y desarrollo es, por tanto, un nuevo imperativo para los empleadores.
- Mentalidad emprendedora: el 55% de los jóvenes que han participado en la encuesta dicen estar interesados en montar su propia empresa; cifra aún mayor en los mercados emergentes.
“Existen algunos estudios de la Generación Z que analizan a este grupo como consumidores pero no teníamos información sobre sus actitudes respecto al mundo laboral. Sin embargo, las empresas necesitan comprender a estos jóvenes a la hora de atraer a estos nativos digitales que se incorporarán al mercado laboral en poco tiempo. Ellos componen el talento que impulsará el crecimiento y la innovación en la próxima década”, afirma Alfonso Jiménez, socio director de PeopleMatters.
Más que miedo a no encontrar trabajo, a la Generación Z les preocupa cómo será. Casi cuatro de cada 10 jóvenes temen no encontrar un empleo que se adapte a su personalidad.
Por ejemplo, en cuanto a su espíritu emprendedor se aprecian matices importantes: “el análisis de esta nueva generación sugiere diferencias entre chicas y chicos en función de las razones por las cuáles quieren montar sus propias empresas en el futuro. A las chicas les interesa entre otros la flexibilidad; a los chicos trabajar con otras personas de su misma generación”, explica Rafael Garavito, representante de Universum en España.
La Generación Z se empezará a incorporar al mercado laboral dentro de tres años. En Estados Unidos, por ejemplo, constituyen el 25% de la población y para el año 2020 representarán el 40% de los consumidores.
Hay campos del conocimiento que tienen una enorme importancia estratégica para las empresas, como la tecnología móvil, la “Ciencia de los Datos” y la seguridad cibernética. “Quienes forman la Generación Z serán protagonistas en este ámbito pero con nuevas habilidades. Por ejemplo, son capaces de crear un documento, editarlo, publicar una foto en Instagram y hablar por teléfono, y hacer todo esto de forma casi simultánea desde la interfaz de su smartphone”, recuerda Alfonso Jiménez.
Así, los empleadores que sean conscientes de que contar con el mejor talento es una ventaja competitiva necesitan estudiar las ambiciones y estilos de vida de esta generación. Esa será la forma de poder contratar y retener en un futuro muy próximo a estos jóvenes “supernativos digitales”.
Además, deben de tomar en cuenta que hay diferencias importantes entre los jóvenes de los diferentes países dentro de la Generación Z. Las empresas globales que sean capaces de adaptar sus propuestas de valor de forma local de manera rápida podrán mejorar mucho el reconocimiento y la percepción de marca entre estas personas.
Diferencias frente a los millenials
Esta generación llega tras los millenials, que están sufriendo con dureza el peso de la crisis. La tasa de paro juvenil ronda el 50% en España, que sigue siendo el país con más jóvenes desempleados de Europa: 775.000 españoles menores de 25 años estaban sin trabajo en abril de 2015, según datos de Eurostat.
En general, la Generación Z es optimista acerca de los próximos años, aunque realista acerca de los desafíos a los que enfrentan. La encuesta indica que un 65% tienen esperanzas en el futuro (se mueven entre "un poco de esperanza" o "muy esperanzado").
Una de las preguntas del estudio ha sido que definieran nueve metas de carrera. En esta pregunta, el 39% de los jóvenes españoles que han contestado eligieron el ser emprendedor, innovador y creativo como una de sus principales metas. España queda en sexta posición a nivel mundial en este aspecto, por detrás de Colombia, Costa Rica, México, Panamá y Arabia Saudí.
Manifiestan, más que el temor de no encontrar trabajo, el miedo a tener un empleo en donde no puedan desarrollarse, que no coincida con su personalidad o que no permita el desarrollo oportunidades.
Sus principales temores frente a su futura vida laboral son:
- No encontrar un trabajo acorde con su personalidad (37%).
- Quedar atrapado en un empleo sin oportunidades de desarrollo (36%)
- Que no voy a rendir de manera óptima en mi lugar de trabajo (un 33%).
- No alcanzar sus metas profesionales (un 28%).
También se diferencian respecto a la generación anterior en su actitud ante los estudios superiores, después de que se ha demostrado en muchos países que tener un título universitario no protege del desempleo. En España, por ejemplo, se estima que más del 41% de las personas de entre 25 y 34 años son titulados superiores, pero la tasa de paro en este segmento se acerca al 14%, tres veces por encima de la media de la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), que es del 5%.
Quizá por eso, cuando la encuesta ha consultado si los jóvenes estarían dispuestos a incorporarse al mercado laboral antes de la Universidad, algo que los millenials no se planteaban, el 47% de la Generación Z ha respondido que “tal vez consideraría sea idea”. El 15% se ha mostrado abiertamente a favor. En este sentido, el 60% de los encuestados querrían saber qué propuesta formativa tienen las empresas para sus empleados sin títulos universitarios.
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