En la actualidad la presencia de las mujeres en el mundo laboral es una realidad tras el largo camino recorrido por la figura femenina para alcanzar puestos de alta dirección. Cada año hay un porcentaje superior de mujeres que van asumiendo perfiles directivos y mandos intermedios y progresivamente se está produciendo un cambio en la naturaleza del liderazgo: las mujeres jóvenes tienen una posición ideal para destacar en las presentes y futuras carreras profesionales.
Según nuestros últimos estudios, los factores que motivan y retienen a los líderes españoles en sus puestos son diferentes en función del género. Obviando el tema salarial, para las mujeres que están en puestos directivos, la flexibilidad, seguida de la promoción, la formación y el bonus son factores clave. Visto en términos de conciliación, los resultados sugieren que las mujeres valoran mucho la flexibilidad y podrían renunciar a una promoción, o decantarse por un puesto antes que por otro en función de la flexibilidad que éste les permita tener.
La mujer tiene que continuar confiando en su potencial en el mundo laboral y sacarle partido a sus habilidades.
La tendencia actual es el incremento de mujeres cada vez más jóvenes, conocidas como la “Generación Y”, que tienen entre veinte y treinta y ocho años. Este tipo de mujeres destacan por ser socialmente seguras, orientadas al servicio, organizadas y meticulosas, comparadas con sus iguales varones. Lejos de poseer habilidades de liderazgo tradicionales como la persuasión, la confianza o la extroversión, la nueva generación de mujeres aporta una serie de habilidades completamente diferentes y más relevantes para el mundo empresarial de hoy y del mañana. Estas habilidades les ayudarán a manejarse en un futuro en el que tendrán mucha importancia los datos y en el que los líderes tendrán que filtrar cantidades ingentes de información para convertirlas en decisiones significativas.
Altruismo, habilidades sociales y optimismo
Además, las mujeres más jóvenes destacan por tener muy desarrolladas algunas competencias que serán claves para las posiciones de liderazgo del futuro cercano como el altruismo, las habilidades sociales y el optimismo. Tienen la intuición desarrollada lo que permite ofrecer soluciones más rápidas y entender y adaptarse tanto al cliente como a la situación de la empresa. A medida que las empresas siguen evolucionando y progresando, las mujeres de esta nueva generación se encuentran mejor posicionadas que nunca para ocupar los primeros puestos en el mundo empresarial en las próximas décadas de incertidumbre y cambio.
Para las compañías del nuevo mundo laboral la diversidad de género es absolutamente necesaria para avanzar y alcanzar los objetivos de éxito. La presencia de la mujer en cargos de liderazgo aporta riqueza y visiones complementarias. El cambio en los recursos humanos ha pasado por priorizar el mérito profesional sin que el género suponga un obstáculo para el ascenso a un puesto de dirección o responsabilidad.
En definitiva, aunque no podemos negar que seguimos enfrentándonos a muchos tabúes, debemos trabajar por alcanzar los objetivos deseados. La mujer tiene que continuar confiando en su potencial en el mundo laboral y sacarle partido a sus habilidades. Los estudios demuestran que pese a que el número de hombres candidatos a ocupar un puesto directivo continúa siendo superior al de mujeres -en una proporción de 3 a 1-, finalmente ellas suelen ser las elegidas para el puesto, posiblemente porque las que llegan tienen un nivel competencial muy alto.