Nos encontramos en un momento en el que la palabra emprendimiento está en boca de muchas personas. Cuando nos referimos a emprendedores, nos referimos a aquellas personas que se atreven a lanzarse a la aventura y crear su empresa buscando soluciones a problemas que van surgiendo según avanza la sociedad en la que vivimos, ayudando a mejorar el funcionamiento de servicios o productos que ya existen, además de creando otros nuevos e innovando para adaptarlos más al consumidor.
Los emprendedores del futuro estarán íntimamente ligados a la transformación digital que están sufriendo los mercados, pero no exclusivamente.
Actualmente nos encontramos con una gran cantidad de emprendedores que se encuentran dentro de la generación millennial, que se compone de todos los jóvenes nacidos desde los 80 hasta mediados de los 90, y que sabemos que buscan romper con lo establecido y que tienen una actitud muy positiva para adaptarse a todos los cambios que están sucediendo a su alrededor. También sabemos que es una generación nativa tecnológica, lo que la hace muy importante para las empresas actuales, las cuales se encuentran inmersas en una transformación digital que ellos manejan con destreza.
Los millennials, la generación mejor formada
Los millennials son la generación mejor formada, pero son menos proclives a adaptarse a entornos laborales muy cerrados, y tienen una actitud enfocada a emprender y crear su propia empresa, ya sea por vocación o por necesidad. Los millennials, sin dejar de lado la vida laboral, tienen una visión de la vida familiar y personal mucho más acentuada que las generaciones anteriores, y no buscan seguir el modelo de empresario que conocemos hasta ahora, como directivo de empresa volcado en el trabajo. En definitiva, esta generación se ha dado cuenta de que más horas de trabajo no significan mayor productividad y lo que realmente necesitan es un modelo de trabajo flexible, que les permita trabajar cuando quieran y desde donde quieran, ayudando a desarrollar sus ideas de negocio desde cualquier parte del mundo y sin descuidar sus relaciones personales.
Con este panorama en el ámbito profesional, la pregunta es, ¿cómo evolucionarán los profesionales en los próximos años? Los emprendedores del futuro estarán íntimamente ligados a la transformación digital que están sufriendo los mercados, pero no exclusivamente. Al buscar más flexibilidad, se potenciarán los lugares físicos de encuentro entre profesionales junto a las redes sociales, que ganarán todavía más importancia y conectividad, consiguiendo que cada vez tenga menos sentido la idea de una sede fija para una empresa, lo que ayudará a eliminar los costes fijos que suponen oficinas poco útiles. Se buscará trabajar en una comunidad diversa con la que poder alimentar sus ideas, fomentando el networking, que es una de las esencias de cualquier aventura innovadora de éxito, y generando una amplia red de contactos. De esta manera, las empresas y los profesionales del futuro buscarán un desarrollo común entre partners con objetivos afines, aunando esfuerzos. Desaparecerá la barrera tan rígida que tenemos entre vida laboral y vida familiar, ya que se fomentarán actividades laborales combinadas con actividades de ocio en las empresas, construyendo relaciones personales y haciendo del trabajo parte del desarrollo de la vida personal de los trabajadores.
De este modo, se puede afirmar que los emprendedores del futuro, además de estar estrechamente ligados a las nuevas tecnologías, buscarán trabajar desde cualquier lugar del mundo y de forma flexible, trabajando sin un puesto fijo, buscando espacios de trabajo adaptados y equipados con todo lo que puedan necesitar, y con horarios flexibles según sus necesidades personales. El futuro del emprendimiento pasa por rodearse de una comunidad de profesionales que ayuden a que cada emprendedor se desarrolle junto a su negocio y se sienta orgulloso e identificado con su labor profesional, relacionando la vida laboral y la vida familiar a su desarrollo personal.