La UNED ha celebrado una jornada, ‘La conciliación de los padres en las Pymes’, para dar a conocer los resultados del trabajo de investigación Fomento del equilibrio laboral y familiar de las empresas. Este ha sido dirigido por la profesora del Departamento de Sociología II Teresa Jurado Guerrero y que se enmarca dentro del proyecto nacional e interuniversitario Implica, del que también es investigadora principal.
La sesión de trabajo contó con la participación de expertos en la materia provenientes de distintos sectores, así como de tres padres implicados en los cuidados de sus hijos y participantes en el estudio.
Solo un 4% de los progenitores masculinos, frente al 25% de las madres, deciden acogerse a la reducción de jornada
El acto fue inaugurado por la directora del Centro de Estudios de Género de la UNED, Teresa San Segundo, y por la decana de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de la universidad, Consuelo del Val. Las palabras de cierre corrieron a cargo de Antonio López Serrano, subdirector adjunto para el Emprendimiento, la Igualdad en la Empresa y la Negociación Colectiva del Instituto de la Mujer, perteneciente al Ministerio de Presidencia, Relaciones con las Cortes e Igualdad.
Hacia la conciliación corresponsable
Todos ellos dirigieron sus palabras hacia la necesidad de fijar el objetivo en la conciliación corresponsable, más que en favorecer la masculina o la femenina. “Estamos intentando desmoronar la conciliación de mujeres”, afirmó López Serrano, “pues hay que superarla y caminar hacia la corresponsabilidad y la igualdad”.
Las propias empresas frecuentemente no favorecen la aplicación de las medidas necesarias para lograr la conciliación.
Y es que los resultados del estudio muestran que seguimos lejos de la igualdad y la corresponsabilidad. Aunque el porcentaje de padres que hacen uso del mismo asciende ya al 80%, otras medidas de conciliación siguen siendo mayoritariamente femeninas. Así, solo un 4% de los progenitores masculinos, frente al 25% de las madres, deciden acogerse a la reducción de jornada.
El trabajo muestra además que la primera barrera que deben superar los padres involucrados en la crianza de sus hijos viene de las propias empresas, que frecuentemente no favorecen la aplicación de las medidas necesarias para lograr la conciliación. A ello se añade la reticencia de los padres involucrados a no beneficiarse de permisos no pagados o de jornadas reducidas por miedo a ser penalizados. Sin embargo, apunta el estudio, bajo estos argumentos “se encuentra una actitud tácita que prioriza ganar el pan en lugar de cuidar, y la mayoría de los padres están menos dispuestos a una pérdida de ingresos en comparación con las mujeres”. En otras palabras: los padres están mucho más dispuestos a usar el permiso de paternidad, ya que este se remunera por completo, porque así no se cuestiona su rol de proveedor y se evita la penalización laboral.