Para Eckhart Tolle el ego es “la mente no observada que gobierna tu vida, cuando no estás en el momento presente”. Así, por ejemplo, anticiparnos a un evento futuro generando expectativas sobrevaloradas, se convierte en frustración y decepción, cuando finalmente no se cumplen. Para Carl Jung, estas expresiones negativas nos inhabilitan a conectarnos con nuestra esencia verdadera.
Lo cierto es que el ego está allí, y lo importante es lo que hacemos con él para aprender a gestionarlo. ¿Lo podemos evitar? No, pero podemos darnos un instante para reconocerlo, y hacer prevalecer nuestra consciencia cada vez que vemos que asoma. El ego es ausencia de consciencia, como explica Osho. De modo que poner consciencia en cada momento de nuestras vidas, amplificará nuestra autenticidad, y nos hará disfrutar de un estado de bienestar, como estado del Ser.
Tres pasos para controlar al ego
Como en una receta simplificada, hay tres pasos que pueden ayudarnos a detectar y encausar cualquier situación en la que el ego se haga presente.
- AUTOCONOCIMIENTO
- CUESTIONAMIENTO
- ACEPTACIÓN
Autoconocimiento, para ser y estar. Para actuar con conciencia y darle un propósito a nuestro accionar. Cuestionamiento, cada vez que estamos a punto de poner el piloto automático y ceder el control casi sin darnos cuenta. Aceptación, para discriminar pensamientos y comportamientos tóxicos, abriéndonos a nuevos aprendizajes.
¿Tengo ego?
Las personas con ego actúan guiadas por sus deseos, y expectativas generalmente exacerbadas, por lo que nunca están conformes consigo mismas, y se guían por la aceptación de un otro. Por eso son dependientes de la mirada externa, a la vez que se ven como auto-referentes, aún creyendo tener la razón siempre, son vulnerables a las críticas negativas. Las domina el miedo y la inseguridad, por lo que deben trabajar mucho sobre su autoestima y vulnerabilidad. Se sienten valiosas poniendo su atención en el soy lo que tengo, soy lo que hago, soy lo que dicen de mí. Es decir, ponen su valor en el afuera.
Las personas con ego actúan guiadas por sus deseos, y expectativas generalmente exacerbadas, por lo que nunca están conformes consigo mismas
El líder hoy
Los nuevos liderazgos requieren de espacios de consciencia, sobre el hacer, pero fundamentalmente sobre el Ser. La valentía y el coraje son muy valoradas. Quien lidera, sabe que debe ser y mostrarse vulnerable para crecer sin miedos.
La pregunta es ¿por dónde empezar?, por el liderazgo de uno mismo, para luego abrirse con empatía y escucha hacia el liderazgo de las personas.
Ser auténticos, permitirnos registrar la coherencia entre pensar y hacer, y autoconocernos, nos abre a la dimensión emocional, necesaria para desarrollar las habilidades humanas que nos permiten impactar en los equipos, la productividad y los negocios.
Estamos permanentemente desafiados a mantenernos en reinvención constante
Yuval Noah Harari afirma que ya no existen las carreras profesionales como las conocimos, sino que, los liderazgos de hoy requieren del desarrollo de la inteligencia emocional, el equilibrio mental y la capacidad de mantenerse cambiando, y aprendiendo y reinventándose a lo largo de la vida.
En definitiva, nos dice Harari que esas son las destrezas más valoradas para el resto de nuestras vidas. Así estamos, permanentemente desafiados a mantenernos en reinvención constante. Con una agilidad que nos permita adaptarnos al ritmo vertiginoso del trabajo y la vida, y también que nos permita ser resilientes para afrontar el cambiante mundo en el que estamos siendo. Y digo “estar siendo”, para que no olvidemos el presente. La consciencia plena. El Ser. El único modo de mantenernos lejos del ego.