La presencia de mujeres en los máximos puestos de dirección empresarial ha sido un tema recurrente en los debates sobre equidad de género y diversidad en el ámbito corporativo. Sin embargo, el último informe de Grant Thornton ha revelado un preocupante descenso en el número de mujeres CEO en España, situándose en un 38,4% frente al histórico 40% alcanzado en los dos años anteriores.
A pesar de esta ligera caída, España sigue liderando la presencia femenina en la dirección empresarial dentro de Europa, frente a la media europea y global, ambas en un 34%. Además, el país ocupa la primera posición en el continente y la sexta a nivel mundial. En los últimos cinco años, la representación femenina en la alta dirección española ha aumentado en 4,6 puntos porcentuales, y en la última década, el incremento ha sido de 12,8 puntos.

El informe también destaca las diferencias entre comunidades autónomas. Cataluña (44,2%) y la Comunidad de Madrid (42,2%) lideran la presencia femenina en cargos directivos. Les siguen Aragón (40,9%), Navarra (39,7%) y Galicia (36,8%). En el otro extremo, la Comunidad Valenciana (36,1%), Andalucía (28,3%) y País Vasco (35,7%) presentan cifras inferiores. Mientras que algunas regiones han experimentado un incremento en la presencia de mujeres en la dirección (como Cataluña, con un aumento de 8,2 puntos, y Aragón, con 6,9), otras han sufrido un descenso significativo (como la Comunidad Valenciana, con -7,9 puntos, y Andalucía, con -7,7 puntos).
La caída del liderazgo femenino
Uno de los aspectos más preocupantes del estudio es el descenso de mujeres CEO, que ha bajado en siete puntos porcentuales en un año, situándose en un 19,3%.
Esta tendencia también afecta a la posición de presidenta, que, aunque ha crecido dos puntos, sigue siendo baja (4,5%). En contraste, las áreas de recursos humanos (47,5%) y marketing (34,5%) cuentan con una mayor representación femenina, seguidas de los cargos de CFO (33,2%) y dirección de operaciones (30%).
El informe indica que el sector privado está ejerciendo más presión que el público para mejorar la equidad de género en la dirección empresarial. En España, el 83% de las empresas hacen pública la información sobre la representación femenina en sus estructuras directivas, superando la media de la UE (78%) y la global (77%). Además, el 49,4% de las empresas han incrementado el número de mujeres en posiciones de liderazgo en respuesta a la presión de clientes, consultores e inversores.
¿Un ajuste temporal o una tendencia preocupante?
Isabel Perea, socia de Grant Thornton y líder de la Comisión de Equidad de la firma, advierte que, si bien esta disminución podría deberse a factores coyunturales, existe el riesgo real de que se convierta en una tendencia si no se toman medidas concretas para revertirla. «Podemos ser complacientes pensando que los datos obtenidos por nuestro país en la nueva edición del estudio son buenos, pero si solo 2 de cada 10 CEOs en España son mujeres, entonces la perspectiva cambia», afirma Perea.
Y afirma: «Es el puesto de CEO el que logra ejercer una verdadera influencia de la compañía en temas de diversidad de género a nivel interno y externo. Las mujeres tienen que tener una ruta clara de su carrea profesional, contar con el apoyo necesario que las impulse a desarrollarla sin frenos y dar un paso al frente en ciertos momentos, haciendo saber que ellas también están preparadas para asumir más responsabilidades».
Además, remarca que las empresas deben marcar objetivos ambiciosos y fomentar una cultura corporativa que impulse la promoción de directivas en todas las áreas.
«Podemos ser complacientes pensando que los datos obtenidos por nuestro país son buenos, pero si solo 2 de cada 10 CEOs en España son mujeres, entonces la perspectiva cambia»
Factores que han contribuido a este descenso
Isabel Perea señala que el retroceso en el número de mujeres en los máximos puestos de liderazgo no se debe a una falta de talento o preparación, sino a barreras estructurales persistentes. Entre ellas, destacan:
- Prejuicios en los procesos de promoción: A pesar de los avances en diversidad, muchas mujeres aún enfrentan sesgos que limitan su acceso a los niveles más altos de dirección.
- Sobrecarga de responsabilidades familiares: En muchos casos, las mujeres siguen asumiendo una mayor carga en el ámbito personal y familiar, lo que puede afectar su disponibilidad para ciertos roles de alta exigencia.
- Recortes en programas de equidad de género: Algunas empresas han reducido sus iniciativas para promover la diversidad, afectando negativamente las oportunidades de desarrollo profesional para las mujeres.
- Exigencias y escrutinio excesivo: Las mujeres en cargos directivos enfrentan mayores niveles de exigencia y expectativas, lo que dificulta su permanencia y ascenso en la alta dirección.
- Falta de redes de apoyo: La ausencia de una estructura de mentoría y patrocinio para mujeres en liderazgo también es un factor determinante en su menor presencia en estos puestos.
Medidas clave para revertir la tendencia
Si las empresas desean actuar de manera inmediata para aumentar la presencia de mujeres en la alta dirección, la primera medida recomendada por Isabel Perea es establecer objetivos concretos y medibles para fomentar su acceso a puestos de liderazgo. Sin embargo, estos esfuerzos deben ir más allá de las cifras y traducirse en acciones tangibles:
- Implementar programas de desarrollo profesional que incluyan mentoría, patrocinio y formación en liderazgo.
- Garantizar igualdad de oportunidades en los procesos de promoción, eliminando sesgos de género.
- Desarrollar políticas de flexibilidad laboral que permitan una mejor conciliación sin afectar el crecimiento profesional de las mujeres.
- Fomentar una cultura corporativa inclusiva que valore la diversidad como un pilar fundamental del éxito empresarial.
«Es fundamental que las empresas adapten sus políticas para garantizar igualdad de oportunidades en la promoción, incorporando esquemas de flexibilidad laboral que permitan conciliar mejor la vida profesional y personal sin que ello suponga una penalización en el crecimiento profesional«, finaliza.
Si bien España sigue liderando la presencia femenina en la alta dirección en Europa, la disminución del porcentaje de mujeres en puestos ejecutivos clave, como el de CEO, pone en evidencia la necesidad de seguir implementando medidas que favorezcan la igualdad. Como señala Isabel Perea, socia de Grant Thornton, «el estancamiento y retroceso de algunas cifras demuestra que no debemos conformarnos con los avances logrados y que es esencial seguir promoviendo políticas activas de equidad de género en las empresas».