Estas son las 5 prioridades para la nueva longevidad, según un informe de Ashoka

El envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida están transformando profundamente la sociedad global, generando tanto desafíos como oportunidades.

España se encuentra entre los países con mayor esperanza de vida en el mundo: posee una media superior a los 83 años y según, el Instituto Nacional de Estadística, la población mayor de 80 años aumentará un 47,5% en 15 años. Esto, sumado a la baja tasa de natalidad, ha invertido la pirámide poblacional, generando importantes retos y oportunidades sociales.

En este contexto, resulta esencial desarrollar un ecosistema de longevidad activo e intergeneracional que permita a las personas vivir con propósito y calidad. Un informe realizado por Ashoka analiza el estado actual de dicho ecosistema en España, identificando sus avances, fortalezas y obstáculos. Basado en la participación de 119 organizaciones y 14 expertos de distintos ámbitos, el estudio ofrece una hoja de ruta para un envejecimiento saludable, inclusivo y sostenible.

Vivir más y mejor

El modelo tradicional de vida dividido en tres etapas rígidas—educación, trabajo y jubilación—ya no responde a la realidad actual, donde cada vez más personas buscan continuar formándose, trabajando o participando activamente en la sociedad más allá de los 65 años. Es necesario un cambio de paradigma que elimine estereotipos edadistas y promueva un enfoque más flexible e inclusivo, donde la longevidad se valore como un motor de innovación y cohesión social.

Este informe tiene como objetivo analizar el estado actual de la longevidad en España, identificar innovaciones y trazar una hoja de ruta para que todas las personas puedan envejecer con calidad de vida, contribuyendo activamente en sus comunidades. La participación social no solo fortalece el bienestar individual, sino que también fomenta el sentido de propósito y crea redes de apoyo esenciales para un envejecimiento saludable.

«Es necesario un cambio de paradigma que elimine estereotipos edadistas y promueva un enfoque más flexible e inclusivo»

Las 5 prioridades para la nueva longevidad, según un informe de Ashoka

Tras analizar los datos obtenidos en el mapeo, queda claro que, aunque existen importantes avances en distintas áreas, todavía hay mucho por hacer para construir un ecosistema cohesionado y equitativo en torno a la longevidad. La participación de diversas organizaciones y actores ha puesto de manifiesto la necesidad de fortalecer ciertas acciones clave para asegurar que todas las personas, independientemente de su edad, puedan disfrutar de una vida con propósito, bienestar y oportunidades de participación y contribución a lo largo de la vida.

El informe identifica cinco prioridades fundamentales para transformar la longevidad en un motor de innovación social y cohesión comunitaria:

  1. Fomentar las relaciones intergeneracionales.
  2. Combatir la soledad no deseada.
  3. Contribuir durante toda la vida.
  4. Fomentar los cuidados a lo largo de toda la vida.
  5. Visibilizar el envejecimiento diverso.

A continuación, un análisis de cada una de ellas con ejemplos de buenas prácticas e innovaciones incluidas en el mapeo.

1. Fomentar las relaciones intergeneracionales

La intergeneracionalidad se refiere a la creación de relaciones significativas y espacios donde personas de diferentes edades puedan colaborar y aprender mutuamente, generando un beneficio común.

El mapeo realizado revela que el 87% de los participantes consideran la intergeneracionalidad como un elemento esencial en la vida de todas las personas, y 89 de las 119 organizaciones indicaron que trabajan en esta área.

Sin embargo, las iniciativas que incluyen a personas menores de 40 años no llegan al 35%. Además, aunque la intergeneracionalidad es una tendencia creciente, muchas iniciativas logran generar contacto entre generaciones sin llegar a fomentar una verdadera colaboración entre ellas.

Los espacios de encuentro y colaboración entre generaciones son limitados, lo que impide un mayor entendimiento de las necesidades, capacidades y contribuciones entre los más jóvenes y los mayores. Esto refuerza la perpetuación de estereotipos, prejuicios y discriminación por edad (edadismo). Es fundamental avanzar hacia una cooperación recíproca entre generaciones y asegurar que estos encuentros contribuyan a reducir el edadismo.

Buenas prácticas e innovaciones


2. Combatir la soledad no deseada

Según el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada, el 20% de la población en España sufre soledad no deseada, lo que impacta negativamente en su salud física y mental. El Barómetro de Soledad 2024 revela que este no es un problema exclusivo de las personas mayores: el 34,6% de los jóvenes entre 18 y 24 años se sienten solos, una cifra que disminuye con la edad hasta aumentar nuevamente a partir de los 75 años.

El 70,5% de las iniciativas participantes en el mapeo incluyen acciones para reducir la soledad no deseada.

Buenas prácticas e innovaciones

  • Vermut: App social para mayores de 55 años con funcionalidades de red social, foros y actividades en vivo.
  • Aquí Estoy Chat: Plataforma de conexión entre voluntarios y personas que buscan apoyo para prevenir la depresión y otras crisis de salud mental.
  • Grandes Amigos: Entidad de dinamización del voluntariado y las redes vecinales para reducir la soledad de las personas mayores.

3. Contribuir durante toda la vida

En un contexto donde la longevidad redefine el ciclo de vida tradicional, es crucial fomentar la participación de las personas mayores en actividades económicas y sociales, manteniéndolas activas y conectadas.

El mapeo muestra que el 70,5% de las iniciativas trabajan activamente en dos aspectos clave: participación social y bienestar económico. Se promueven modelos de trabajo flexibles y oportunidades laborales que aprovechan la experiencia acumulada de esta población.

«Debemos avanzar hacia un modelo donde las personas puedan decidir cómo transitar sus etapas vitales sin restricciones, en un contexto con normativas motivadoras y entornos laborales amigables», expresa Juan Martín, director de CENIE.

Buenas prácticas e innovaciones

  • Bizipoz ayuda a las personas mayores a descubrir y reafirmar su propósito en la vida, asesora a empresas y a nivel público desarrolla programas de Ciudades Amigables con las Personas Mayores en los municipios vascos.
  • 55Mais es una iniciativa portuguesa que está escalando en España y que busca resolver las necesidades sociales de los municipios a través de los “talentos” de las personas mayores.

4. Fomentar los cuidados a lo largo de toda la vida

Los cuidados a lo largo de la vida abarcan la atención y el apoyo en cada etapa, desde la infancia hasta la vejez, garantizando el bienestar físico, emocional y social. Este enfoque integral busca que todas las personas reciban los cuidados adecuados en función de sus necesidades y circunstancias.

Del mapeo, un 32% de las iniciativas menciona trabajar directamente en el rediseño del sistema sanitario y de cuidados, lo que refleja una creciente preocupación por adaptar estos sistemas a las nuevas realidades demográficas y a las necesidades cambiantes de una población que vive más años.

Buenas prácticas e innovaciones

  • Siel Bleu ofrece soluciones de ejercicio y movilidad adaptadas a las personas mayores en residencias y espacios públicos mediante alianzas con ayuntamientos.
  • Behautz, el Observatorio Vasco de Servicios Sociales, se dedica a realizar investigaciones y actividades de aprendizaje colaborativo.

5. Visibilizar el envejecimiento diverso

El envejecimiento es un proceso único que varía enormemente de una persona a otra, influenciado por su contexto de vida: factores geográficos (urbano o rural), el género, la orientación sexual, la condición socioeconómica, el origen étnico y las capacidades físicas y mentales. Por lo tanto, la longevidad no debe ser comprendida ni abordada de manera homogénea. Ignorar esta diversidad puede llevar a que ciertos colectivos queden excluidos de los programas y políticas diseñados para apoyar a las personas mayores, perpetuando desigualdades en una etapa crucial de la vida.

El mapeo revela que el 30% de las iniciativas participantes trabajan activamente para fomentar la participación de colectivos diversos y poco representados a lo largo de la vida, como población migrante, personas LGBTIQ+ y personas con discapacidad. Estas iniciativas buscan asegurar que el envejecimiento sea una experiencia inclusiva, sin importar su origen o condición.

“Muchas de las personas migrantes han vivido en el país durante décadas, pero aún pueden sentirse desconectadas de la comunidad local. Esta desconexión, especialmente en la vejez, puede intensificar los sentimientos de aislamiento. Por ello, es crucial que las estructuras de apoyo comunitarias no solo reconozcan, sino que también incluyan activamente a estas personas en sus programas y redes de apoyo, asegurando su integración social y un envejecimiento más pleno», expresa Lucía Mbomío, periodista.

Buenas prácticas e innovaciones

  • AfroMayores busca rescatar y visibilizar las historias de las personas mayores africanas y/o afrodescendientes reivindicando el valor de ellas
  • La Fundación 26 de Diciembre ha creado un modelo de atención integral que incluye servicios médicos, psicológicos y sociales adaptados a las necesidades específicas de personas mayores LQTBQ+

El envejecimiento de la población en España representa uno de los mayores desafíos y, a la vez, una de las mayores oportunidades de nuestro tiempo. La longevidad debe ser entendida como un activo social y económico, no como una carga. Para ello, es esencial transformar la manera en que concebimos las distintas etapas de la vida, rompiendo con el modelo tradicional que separa educación, trabajo y jubilación, y promoviendo una visión más flexible, intergeneracional y participativa. Integrar a las personas mayores en la sociedad de forma activa y significativa no solo mejora su bienestar, sino que también fortalece la cohesión social y el desarrollo económico.

«La longevidad debe ser entendida como un activo social y económico, no como una carga»

Los hallazgos de este informe ponen de manifiesto el gran potencial de España para convertirse en un referente global en longevidad. Existen numerosas organizaciones y profesionales comprometidos con este propósito, y su labor ya está generando impacto tanto a nivel nacional como internacional. Sin embargo, para consolidar este ecosistema y maximizar su impacto, es imprescindible superar las barreras actuales, como la falta de coordinación entre iniciativas, la fragmentación territorial y la escasez de recursos financieros sostenibles. Solo a través de una mayor colaboración entre el sector público, privado y la sociedad civil podremos construir un entorno más inclusivo y preparado para afrontar los desafíos del envejecimiento.

El futuro de la longevidad en España dependerá de nuestra capacidad para fomentar políticas y programas innovadores que garanticen un envejecimiento saludable, activo y con propósito. Esto implica repensar los sistemas de salud, educación y empleo para que respondan a las nuevas necesidades de una población que vive más años. También supone un cambio cultural profundo, donde se valore la experiencia de las personas mayores, se eliminen los estereotipos edadistas y se refuercen las conexiones entre generaciones.

En definitiva, este informe no solo busca diagnosticar el estado actual del ecosistema de longevidad en España, sino también servir como una hoja de ruta para construir un futuro más inclusivo y sostenible. La longevidad bien gestionada puede convertirse en una palanca de transformación social y económica, pero para ello es necesario un compromiso firme por parte de todos los actores implicados. Si logramos aprovechar este potencial, España no solo afrontará el reto del envejecimiento, sino que liderará el camino hacia una sociedad donde todas las personas, independientemente de su edad, puedan vivir con calidad, propósito y contribución activa.

recientes

lifestyle

Newsletter

Otros artículos