El último Foro Económico Mundial profundizó el vínculo entre la brecha de género y la competitividad de las economías de la región, conclusión que, reafirmada por el Banco Mundial en el Informe sobre el Desarrollo Mundial 2012 sobre Igualdad de Género y Desarrollo (WDR 2012), los países que tienen una mayor igualdad entre mujeres y hombres son más productivos, tienen mayores niveles de crecimiento económico, instituciones más representativas y mejores resultados de desarrollo para las próximas generaciones.
Genero y empleo
La participación de las mujeres en la fuerza laboral en América Latina y el Caribe ha pasado de un 36% en 1980 al 52% en 2009 (WDR 2012) y ha permitido a las mujeres incrementar su autonomía económica. Sin embargo, las mujeres -particularmente las mujeres pobres- entran al mercado laboral en condiciones de desigualdad y de desprotección marcadas por el subempleo, la inestabilidad, la falta de cobertura de la seguridad social y los bajos ingresos.
La participación de las mujeres en la fuerza laboral en América Latina y el Caribe ha pasado de un 36% en 1980 al 52% en 2009.
Las mujeres perciben entre el 90% y el 60% del ingreso medio de los hombres. Al mismo tiempo, el porcentaje de mujeres jefas de hogar ha pasado del 22% en 1990 al 31% en 2008 (Naciones Unidas, 2010). Las mujeres dedican mayor tiempo que los hombres a actividades no remuneradas tradicionales a sus roles, por ejemplo, 86% en Guatemala, 81% en Costa Rica y 74% en México y Uruguay (WDR 2012). Para muchas mujeres la carga de trabajo no remunerado imposibilita su entrada al mercado laboral. Esto es de particular relevancia para las mujeres pobres que no tienen acceso a educación o autonomía reproductiva.
El trabajo decente requiere la eliminación de estas desigualdades de género y la creación de condiciones en las cuales todas las mujeres puedan ejercer plenamente su ciudadanía económica. Para ello, resulta imprescindible la incorporación de medidas y la generación de oportunidades para las mujeres en los planes y políticas laborales y de empleo.
Politicas inclusivas
El papel de los Ministerios de Trabajo y los Mecanismos Nacionales para el Avance de la Mujer en la región es de fundamental importancia para la construcción de condiciones más justas en el trabajo para mujeres y hombres. Los compromisos adquiridos por estos países a nivel internacional e interamericano, tanto en los derechos de las mujeres como en los derechos laborales, provee una base sólida para la formulación de políticas laborales que permitan a las mujeres participar en el mundo laboral en condiciones de igualdad y de plena ciudadanía.
Este estudio, que la OEA y la Comisión Interamericana de Mujeres ponen a disposición de los Estados Miembros en ocasión de la XVII Conferencia Interamericana de Ministros de Trabajo (CIMT), será sin lugar a dudas un insumo para la reflexión y para profundizar el trabajo y los logros ya realizados por conferencias anteriores en cuanto a la elaboración de políticas y estrategias conducentes al trabajo decente con igualdad de género en el Hemisferio.
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