Los seres humanos prehistóricos evolucionaron en grupos de cazadores en los que el sexo era compartido de la misma manera que la comida, la crianza o la seguridad. Por eso, los autores argumentan que la sexualidad humana no es monógama. El sexo prehistórico era muy diferente: casual y promiscuo. La agricultura cambió la concepción comunitaria de la prehistoria. Conllevó la propiedad y la propiedad, las herencias. Para asegurar las herencias era necesaria la monogamia. La relación monógama se convirtió en el núcleo del nuevo orden social.
"El libro más importante sobre sexualidad humana desde que Kinsey escribió su Informe a mediados del
siglo XX."
Dan Savage ¿Por qué se hace tan cuesta arriba la fidelidad a largo plazo? ¿Qué tiene que ver nuestro pasado promiscuo con la familia, la orientación sexual o la monogamia? ¿Por qué la pasión se extingue aunque el amor se haga más profundo? ¿Qué revela el cuerpo humano sobre nuestra sexualidad pasada?
Después de viajar por todos los rincones del planeta, Christopher Ryan se doctoró en Psicología y se especializó en las raíces prehistóricas de la sexualidad humana.
Editorial: Paidós
Colección: Transiciones
Páginas: 480
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