No puedes perder ninguna oportunidad a la hora de presentar tu proyecto. Las opciones abundan y es el momento de aprovechar esos pocos minutos que tienes para captar la atención de inversores, socios y prensa especializada. Aquí van los consejos sobre cómo capitalizar esa oportunidad para multiplicarte y crecer. La propuesta es de Maca Lara-Dillon.
1. Digas lo que digas, tu mejor pitch es tu producto
No importa cuantas gráficas y proyecciones utilices para la presentación, esto nunca reemplazará un producto sólido funcionando.
2. Inicia tu exposición con la visión más grande que tengas de tu empresa
Es importante que quienes te escuchan tengan claro el alcance de tu negocio, la capacidad de crecimiento y que tengas claramente identificado el target al cual te diriges.
Describe los logros y objetivos alcanzados dentro del plan que tienes para el crecimiento de tu empresa. Es importante señalar el momento en el que te encuentras. Este es el punto donde incluir tus mejores números, es el tiempo de la narrativa.
3. Deja que tu audiencia concluya cuán bueno es tu producto.
Lo mejor que puedes hacer es exponer cuál es la necesidad que estás cubriendo o qué problema resuelve tu empresa. La auto promoción es fastidiosa, por otro lado, es peligroso caer en sobre “venderse”, provoca desconfianza.
4. El valor de tu equipo
Cuenta a la audiencia por qué tu equipo es el mejor o el más adecuado para llevar el emprendimiento. Ser “el emprendedor” significa ser el capitán de un equipo que lo ha seguido y ha llegado hasta allí gracias al trabajo de varias personas.
¿ Cuál es la ventaja de tener el equipo que tienes?
5. Ten sentido del humor
He visto varios “elevator pitch”, en donde los inversionistas o jueces, realizan acotaciones divertidas a la exposición del emprendedor y este ( sea por nervios o inseguridad) reacciona a la defensiva y la comunicación se rompe con frases cortantes, preguntas devueltas o simples defensas. Mantén la frescura
Tener un espíritu lúdico en la conversación ( al igual que en la vida) es ideal para lograr empatía con quienes te escuchan. Con esto no digo que tengas listo el último chiste sobre extraterrestres, digo que fluyas con la situación y estés abierto a conversar.
6. La historia para contar ( sin abusar)
Es interesante saber la historia de tu equipo y tu producto. ¿Cómo surgió la idea? ¿Qué gatilló un buen negocio? ¿Cómo depuraron el producto? Siempre acertado personalizar, armar una narrativa, didáctica sobre el producto y compartir anécdotas. Como bien dice Andy Freire en su libro Todo es personal, aquellos que sienten que les estás compartiendo algo de tu vida, pueden comprenderte y sintonizarse contigo de mejor forma.
No obstante, hay cosas que no constituyen historias personales para contar, ni todo es un buen ejemplo. En alguna ocasión tuve que escuchar a un expositor utilizó de referencia la muerte de su padre para demostrar la conveniencia de las herramientas gratuitas de Google. No era algo adecuado, y creo un ambiente tan difícil que el próximo expositor, cayó en lo que tenis se llama “error forzado”, cuando al subir al escenario, dijo, ”Te felicito por la excelente exposición de la muerte de tu padre” para corregir enseguida.
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