La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha convertido en tradición compartir con mujeres una comida la víspera del 8 de marzo. Hace dos años, invitó a embajadoras y el año pasado, a directoras de institutos y colegios. Este año ha compartido mesa con empresarias. Desde nombres conocidos como la exministra Elena Salgado, que hoy preside la Asociación Española de Empresas de Consultoría, pasando por la presidenta de Microsoft España, Pilar López, hasta la directora de MujeresyCía y Top 100 Mujeres Líderes de España Mercedes Wullich. Todas han coincidido, según la alcadesa, en «el afán de que las mujeres tenemos que ser protagonistas y nos lo tenemos que creer y tomar ese papel».
Mercedes Wullich definió a las mujeres líderes como personas que «han trabajado muchísimo, generalmente el doble de los hombres; pero hay un elemento fundamental: la determinación y la constancia para seguir y conseguir lo que se han propuesto».
«Yo he sido de todo», contó la alcaldesa. Y entre las muchas funciones que ha desempeñado, ha estado la de empresaria. La primera vez, recordó, fue cuando siendo joven se juntó con unos compañeros abogados y decidieron abrir un despacho en la calle Atocha. Aquella aventura tuvo un momento «dramático» cuando cinco perdieron la vida en un atentado de la ultraderecha. También, cuando dejó la judicatura, se marchó con una empresa social, Zapatelas, dedicada a la venta de ropa de bebé fabricada por presas. «Tengo una gran admiración por las empresas, por la libertad, la valentía y la originalidad», dijo Carmena a las comensales.
Las invitadas compartieron historias que tienen que ver con el techo de cristal, con la brecha de género, con la necesidad de referentes, con el sobresfuerzo que tienen que hacer las mujeres y con la discriminación por el hecho de serlo. Salgado, que mira atrás y ve «el progreso enorme que se ha conseguido», ha recordado cómo cuando empezó a estudiar Ingeniería Industrial era «la única chica». Los profesores de la que después fue ministra de Economía, según la presentadora de eventos Helena Díez-Fuentes, le preguntaban si entendía la materia.
Mercedes Wullich definió a las mujeres líderes como personas que «han trabajado muchísimo, generalmente el doble de los hombres; pero hay un elemento fundamental: la determinación y la constancia para seguir y conseguir lo que se han propuesto».
Díez-Fuentes, también periodista y abogada, transmite como cronista improvisada de la comida que «muchas contaron que no notan la desigualdad y otras decían que quedaba mucho por hacer». «Sobre todo yo he sacado varias conclusiones: la primera, que las mujeres tenemos que creérnoslo más; muchas no nos lo creemos». La misma conclusión que sacó la alcaldesa.
La presidenta en España de unas de las grandes tecnológicas ha contado el reto que supone que en su sector la presencia de mujeres «no llega al 20%». «He compartido la presión social que tienen las niñas a la hora de estudiar matemáticas o ciencia» y que las que terminan la carrera, «en un porcentaje mayoritario no se dedica a la tecnología». «Eso en nuestra empresa nos obliga a mostrar referentes», ha manifestado López.