¿Cómo saber si en realidad tienes que cambiar algo o, si por el contrario, estás barajando un cambio como una “vía de escape” de una situación que no sabes resolver?
Me fascina observar a la gente en su proceso de cambio. Una ejecutiva que un día se reinventa y empieza su propio negocio; una profesional que un día tiene hijos y deja su carrera para dedicarse a ser mamá; una persona de cualquier género que un día, planta bandera a su familia tradicional y se declara homosexual.
El proceso de resetearte implica quitar “toda la basura mental y emocional” que fuiste acumulando durante los años
Todo proceso de cambio es en igual partes difícil (da miedo), confuso (las alternativas nunca son seguras) e ilusionante, ya que detrás de un cambio hay una sueño que busca realizarse.
Por eso, ante una inquietud de cambio es interesante distinguir entre reinventarte, resetearte y cambiar tu vida, ya que son tres estrategias diferentes que nos llevan a resultados diferentes.
Reinventarte tiene que ver con un rol que tienes en la vida. Por ejemplo, puedes buscar reinventarte profesionalmente dejando una carrera que ejerciste durante años y dedicándote a otra cosa.
Resetearte, en cambio tiene que ver con un reordenamiento y revalorización de tus recursos internos. Piensa en un ordenador: cuando lo reseteas, borras todas las aplicaciones, archivos y programas que fueron instalados después de salir de la fábrica. En definitiva, cuando reseteas un ordenador, queda como nuevo, como recién salido de fábrica.
Lo mismo sucede con tu vida. El proceso de resetearte implica quitar “toda la basura mental y emocional” que fuiste acumulando durante los años, incluyendo creencias que te limitan, hábitos, reglas y valores que ya no te sirven para poder sacar a la persona brillante que llevas dentro.
En tanto no te “Resetees”, puedes equivocarte en el proceso de reinventarte muchas veces ya que en general al reinventarnos lo que buscamos son “nuevas oportunidades”, mientras que cuando nos “reseteamos” buscamos sacar de dentro nuestro la persona que realmente somos.
Cambiar tu vida, por otro lado, tiene que ver con cambios que tienen un gran impacto en tu vida pero que en general también son “externos”. Por ejemplo, puedes cambiar tu vida cambiando de estado civil: eres soltera y te casas, o estás casada y te divorcias. Puedes cambiar tu vida, cambiando el lugar donde vives: te mudas de una casa a un piso, de la ciudad a un campo, de un país a otro.
Ahora que ya conoces cuáles son las diferencias entre Reinventarte, Resetearte y Cambiar tu vida, te invito a que hagas una auto evaluación sobre los síntomas de que una persona está lista para “Resetear su Vida”.
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Has “empujado” por mucho tiempo
Cuando sientes que te has esforzado, has empujado hacia una dirección, has dado lo mejor de ti y llevas tiempo haciéndolo sin los resultados que esperabas, te llegó la hora de re-evaluar si estás llevando tu vida en la dirección correcta. Esto puede ser con una pareja, con un trabajo, con un proyecto o incluso con una amistad o relación familiar.
Si sientes que diste lo mejor de ti y no funciona, pregúntate si hay algo más que podrías probar para que lo que querías lograr, funcione. Si tu respuesta es que no, entonces, por mucha pena que te dé, posiblemente sea hora de cambiar de dirección.
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Toda tu vida se está “desmoronando”
Hay momentos en la vida en los que sentimos que todo se nos viene abajo. De hecho, es algo tan habitual que hay un refrán popular que dice “cuando llueve, truena”.
Cuando estamos en un momento así, es fácil caer en la tristeza, la soledad y sentirnos víctimas de la situación.
Un día, de regreso de la oficina a casa por la noche, en medio de una “tormenta perfecta”, recibí un mensaje que añadía al caos. Era un mensaje de una mujer diciéndome que era una cornunda…
Frené el coche. No sabía qué hacer y en ese mismo instante me di cuenta de lo que desde entonces fue la mejor lección de mi vida: “La vida sólo destruye lo que nosotros no nos atrevemos a destruir, para dejarnos espacio libre para construir lo que realmente queremos vivir”.
Con ese pensamiento, me calmé y le di la bienvenida al cambio.
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Hay “algo” que no funciona
La vida sólo destruye lo que nosotros no nos atrevemos a destruir, para dejarnos espacio libre para construir lo que realmente queremos vivir.
Cuando estás sumergida en un trabajo o en una relación y hay algo que no funciona, por mucho que lo intentes es difícil tener la energía, alegría y compromiso que cualquier relación (laboral, personal, económica o de amistad) implica.
Sin embargo, “dejar” una relación, un trabajo, una amistad puede hacernos sentir culpables. Cuando esa culpa no te está permitiendo salir de esa situación, este es un síntoma claro de que necesitas resetear tu vida.
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Tu cuerpo te da señales de que algo va mal
Tenemos que pensar en nuestro cuerpo como un “conteiner” de nuestros pensamientos y emociones. Es el verdadero vehículo de nuestro espíritu, de nuestra persona, de quién somos.
Cuando nuestro cuerpo no puede más, y comienzas a sentir palpitaciones, ansiedad, te enfermas, falta de sueño, alergias, ataques de pánico o empiezas a tener accidentes tontos… está clarísimo que necesitas resetear tu vida, ya que por mucho que una situación pueda cambiar de un momento a otro, lo que necesitas evaluar
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Estás ignorando tus sueños y negociando contigo a la baja
Cuando tú sabes que estás para más, que te mereces tener una mejor pareja, un mejor trabajo, una mejor posición, un mejor salario, una mejor economía, mejores amistades… entonces sabrás que estás ignorando tus sueños por miedo a pedir o exigir lo que crees que te meces. Y en lugar de negociar con otros, negocias tus sueños contigo misma y entras en una etapa de “mediocridad”.
Al fin y al cabo, la mediocridad no es ni más ni menos que no ser tu mejor versión y conformarte con ser lo que tus miedos te permiten ser.
Si estás sintiendo algunos de estos síntomas, entonces es hora de Resetear tu Vida y para ello, puedes ir a Resetea tu Vida y trabajar conmigo durante este mes para comenzar a descubrir cómo sacar a la persona brillante que llevas dentro.
Frase destacada,
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