La Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA) de EEUU mandará a una mujer por primera vez a la Luna en 2024. Y lo hará dentro de su proyecto Artemis (Artemisa) que también supondrá el retorno de las misiones tripuladas al satélite de la Tierra.
«Este programa va a permitir a una nueva generación de chicas jóvenes, como mi hija, que se vean (reflejadas) de tal manera que no lo harían de otra forma», dijo el administrador de la NASA, Jim Bridenstine, en un acto con empleados de la agencia trasmitido por internet.
Bridenstine insistió en que le gustaría que su hija, de 11 años, se vea reflejada en los astronautas -una mujer y un hombre- que van a viajar a la Luna en 2024.
Bridenstine insistió en que le gustaría que su hija, de 11 años, se vea reflejada en los astronautas -una mujer y un hombre- que van a viajar a la Luna en 2024. También recordó que en la década de los sesenta las jóvenes no disponían de ese tipo de modelos de referencia.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció en su cuenta de Twitter la reanudación de los vuelos a la Luna y Marte. «Bajo mi administración, estamos restaurando la grandeza de la NASA y vamos a regresar a la Luna, luego a Marte. ¡Estoy actualizando mi presupuesto para incluir 1.600 millones de dólares adiciones para que regresemos al Espacio de una Gran Manera!», tuiteó.
Bridenstine destacó «el gran voto de confianza» que la Administración de Trump ha depositado en la NASA con la concesión de esos 1.600 millones de dólares extra. Señaló que el viaje de 2024 será solo el comienzo, ya que el objetivo es tener una presencia continuada en la Luna y mandar cada año un misión.
En marzo, el vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ratificó el compromiso de la Administración de Trump de retornar a la Luna en los próximos cinco años, y vaticinó que la primera mujer y el próximo hombre que vuelvan a pisar el satélite de la Tierra serán estadounidenses.
El próximo julio se celebrará el 50 aniversario de la llegada del hombre a la Luna de la mano de la misión Apolo 11. Durante esa misión, que partió de la Tierra el 16 de julio de 1969 y aterrizó cuatro días después en la Luna, Buzz Aldrin y Neil Armstrong, ambos astronautas estadounidenses, lograron caminar sobre la superficie lunar.
En 2011, la NASA puso fin a los vuelos de sus transbordadores espaciales y, desde entonces, depende de Rusia para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional (EEI).