Esta es, probablemente, una de las preguntas más perturbadoras que suelo escuchar. ¿Cómo que cómo me gano la vida?, ¿Acaso tengo que ganármela?, ¿Acaso no nací y ya me la gané? Pues siento deciros que no, que al parecer esta pregunta tiene bajo la superficie mucho más sentido del que pueda tener en primera instancia.
Parece ser que mi vida, mi supervivencia, nuestra supervivencia no depende como en el resto de los animales en la naturaleza de nuestra capacidad en sí para sobrevivir, ni siquiera depende de nuestra salud, o de nuestra capacidad para adaptarnos, o para comprender y convivir con lo que nos rodea.
Nos consideramos tan fuera de la naturaleza, tan superiores a lo que nos rodea, tan en la cima de la cadena alimenticia, que al final, la pregunta Y tú, ¿cómo te ganas la vida? es en sí la verdadera piedra angular de nuestra supervivencia.
Hoy nuestra supervivencia depende simple y llanamente del dinero, una hoja de papel o una moneda, emitido por unos bancos centrales…Hoy nuestra supervivencia depende simple y llanamente del dinero, una hoja de papel o una moneda -sin hablar del dinero electrónico-, emitido por unos bancos centrales…El mismo que hace un mes, podría haber sido una servilleta de papel del bar de la esquina, o una simple cuchara de metal. Sin embargo, ese dinero es el que nos mueve día tras día y el que nos lleva a nuestro trabajo en el que pasamos más de un tercio de nuestros días. Es el que nos hace la compra, el que calienta nuestras casas, el que nos permite ver la televisión, comprarnos un coche nuevo, o simplemente irnos de vacaciones. Así nos ganamos la vida, a través del dinero. Así sobrevivimos, nada más.
Sé que el sistema en el que vivimos es así y que es muy difícil, por no decir imposible, salirse de él. A pesar de considerarnos, todos nosotros, parte de esa cúspide de la pirámide alimenticia, no somos, ni mucho menos, quienes lo controlamos.
No lo controlamos a través de nuestras democracias encubiertas…ni siquiera a través de los gobiernos que supuestamente elegimos. El sistema es controlado por corporaciones, lobbies, multinacionales, a las que nutrimos al ganarnos la vida. Nuestro sistema es un organismo enfermo que se nutre de lo que consumimos; que necesita que nos ganemos la vida para poder sobrevivir, tanto nosotros como ellos.
No os pido que rompáis con vuestros estilos de vida; no os pido que dejéis vuestros trabajos para que el sistema muera; ni siquiera os pido que dejéis de consumir, porque desgraciadamente, de eso depende nuestro sistema, y por ende, nosotros.
Lo que sí os pido es que, durante un momento, sólo unos minutos, pensemos juntos en cómo nos ganamos la vida, en cómo dedicamos más de un tercio de nuestros días a ganar dinero para gastar en el sistema, en cómo nos bombardean con millones de anuncios para que sigamos ganándonos la vida para consumir esos productos.
Sólo pido eso, una pequeña reflexión, una breve vista atrás y también a nuestro alrededor, unos pocos minutos nada más…antes de volver, inexorablemente, a sobrevivir, a ganarnos la vida.
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