Verónica Bermúdez: «Aprender a navegar los cambios te hace más adaptable y flexible»

Paris, Tokyo y Doha. Francia, Japón y Qatar. Los tres países donde vivió Verónica Bermúdez quizás tengan poco en común. Pero ella ha sabido navegar por todos los cambios que cada escenario le fue proponiendo. Salir de España en 1999, volver en el 2000 y volver a irse en 2005, pero ya para no regresar. 

Su carrera profesional la fue proponiendo cada vez más desafíos, y ella, formando equipo con su familia, ha sabido enfrentarse a todos ellos.

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«Cada país ha tenido sus peculiaridades, sus ventajas y sus desventajas», expresa Verónica en esta nueva entrega de Forasteras. Y dice también que extraña un poco de cada uno, porque a todas las experiencias las han vivido «de forma intensa», implicándose lo máximo posible.

Sin embargo, no olvida sus raíces, y añora volver algún día a España. «Me encantaría devolver de alguna forma la inversión que el país hizo en mi formación y educación», indica, al tiempo que pone en valor el idioma español: «El español nos une con españolas y con sudamericanas. Que tu lengua materna sea el español, que lo hablan millones y millones de personas en el mundo, estrecha muchos lazos». 

Verónica Bermúdez: «Vivir en un país extranjero implica resolver problemas por tu cuenta»

¿Cómo surgió la opción de partir? ¿Qué fue lo que te impulsó a hacerlo? ¿Es tu primera vez?

La primera vez que me fui (aparte de las cortas estancias de investigación que hice durante mi tesis doctoral) fue en junio de 1999. El objetivo era tener una experiencia postdoctoral posterior a la obtención del título de doctora en Ciencias Físicas por la Universidad Autónoma de Madrid. 

Me fui con destino a Francia y estuve viviendo en la región parisina hasta septiembre del 2000, cuando regresé a Madrid con una beca de la Comunidad de Madrid en la Universidad Autónoma. En 2005, a mi marido le surgió la posibilidad de ser destinado a Paris. Yo ya quería salir de la endogamia universitaria, así que le dije que acepte la propuesta. Así que en julio de 2005 nos fuimos a vivir a Paris. Gracias a mi red de contactos yo empecé a trabajar inmediatamente en la división de Investigación y Desarrollo de EDF (la eléctrica francesa) con un contrato por dos años que se transformó en indefinido.

En principio, la idea era irse por cuatro años, pero cuando hubo que volver a España yo dije que no quería volver. En ese momento, las cosas iban bien profesionalmente, tenía un buen puesto, un buen sueldo y hacía una investigación muy interesante. Además, coincidió que estábamos en fase de creación de una start up (apoyada por EDF) y me apetecía mucho vivir esa experiencia.

En el verano de 2009, en lugar de volver a Madrid, nos mudamos al sur de Francia, cerca de Aix en Provence, donde habíamos decidido establecer la start up. Estuvimos cinco años en el sur. Y en el verano de 2014, EDF me pidió volver a la región parisina para ayudar a la creación de un centro de investigación en energías renovables, colaborar en la creación de la hoja de ruta fotovoltaica y de baterías, además de dar apoyo a la división renovable de la empresa. Así empecé a dar apoyo a EDF Energías Renovables haciendo auditorias tecno-económicas a los fabricantes de módulos fotovoltaicos.

Lo que en principio fue una decisión gracias a la posibilidad profesional de mi marido, se convirtió en mi oportunidad

Fue así como entré en contacto con Solar Frontier, una empresa japonesa que nos suministraba paneles fotovoltaicos. En ese momento estaban teniendo problemas de fiabilidad en una de nuestras plantas solares en Estados Unidos. Después de apoyar a Solar Frontier durante más de un año desde mi posición en EDF, Solar Frontier decidió contratarme. En el verano de 2016, la familia se emprendió rumbo a Tokio a liderar la división tecnológica de la empresa.

Verónica Bermúdez: "Que la lengua materna sea el español, estrecha muchos lazos"

Tras casi dos años viviendo en Tokio y enriqueciéndome personal y profesionalmente, me surgió la oportunidad de ir a liderar el centro de energía del QEERI (Qatar Environment and Energy Research Institute) en el que me encuentro desde el verano de 2018. Y desde entonces, aquí estamos. 

Lo que en principio fue una decisión gracias a la posibilidad profesional de mi marido, se convirtió en mi oportunidad, que mi marido apoyó realizando una reconversión profesional que le ha permitido seguirme en todos mis desplazamientos.

¿Cómo fue tu llegada y tu primera impresión? ¿Qué te atrajo y qué te chocó?

Depende. Cada país ha tenido sus peculiaridades, sus ventajas sus desventajas. No tengo nada más que palabras positivas de mis experiencias. Y echo de menos gente, cosas, situaciones, entornos y estilos de vida de todos y cada de los países en los que he vivido (durante la tesis doctoral también tuve la oportunidad de vivir en Italia y Alemania). Sobre todo, porque creo que todas nuestras experiencias las hemos vivido de forma intensa, implicándonos e integrándonos lo máximo posible. Ha sido una trayectoria llena de experiencias enriquecedoras que han ido sumando (incluso las situaciones difíciles, que evidentemente las ha habido). 

Todas nuestras experiencias las hemos vivido de forma intensa, implicándonos e integrándonos lo máximo posible

¿Cuáles han sido los mayores desafíos en tu adaptación profesional y personal?

Quizá lo más complicado ha sido conjugar la maternidad con mi carrera profesional lejos del apoyo de la familia. Pero supongo que lo hicimos con esfuerzo y complicidad, poniéndonos los dos (mi marido y yo) de nuestro lado. 

Ha sido un continuo aprendizaje, idiomas, tradiciones, culturas, relaciones personales, metodologías de trabajo, cultura del trabajo, diferencias profesionales. Un aprendizaje diario, una absoluta riqueza personal y profesional. Un gran bagaje adquirido. 

Verónica Bermúdez

¿Qué diferencias notables has encontrado entre tu país de origen y el país donde resides ahora?

Complicada respuesta. 

Francia: La cultura de luchar por los derechos. No dar una batalla por perdida y querer siempre más y mejor en cuanto a derechos personales. El derecho a la huelga y a no estar de acuerdo.

Japón: La disciplina, la calma, el autocontrol. Las complicadas relaciones jerárquicas, donde el jefe es incontestable y siempre tiene razón. El orden, la limpieza, la importancia de la comunidad y del trabajo en equipo.

Qatar: Quizá más cercano a nosotros de lo que creemos. La paciencia y la resiliencia. El lema de «quien la sigue, la consigue». Sin prisa pero sin pausa. 

Todo un conjunto de experiencias diferentes, que suman.

¿Qué conexión tienes con España actualmente?

Profesionalmente poca, aunque me gustaría estrechar más lazos, ya que creo que la experiencia que he adquirido en estos últimos casi 20 años serían muy útiles y enriquecedoras para mi país. Y me encantaría devolver de alguna forma la inversión que el país hizo en mi formación y educación. Soy de esa generación que tuvo la suerte de disfrutar una educación pública de calidad y exigente que nos impulsó en la escalara social. Y me gustaría poder aportar y contribuir. Ya veremos.

Soy de esa generación que tuvo la suerte de disfrutar una educación pública de calidad y exigente, que nos impulsó en la escala social

¿Te relacionas con españolas expatriadas en el lugar donde vives?

Si, aunque no es algo que busque necesariamente, es algo que surge naturalmente cuando nos encontramos. El español nos une con españolas y con sudamericanas. Que tu lengua materna sea el español, que lo hablan millones y millones de personas en el mundo, estrecha muchos lazos. 

Aprendizaje y Desarrollo

¿Qué valores, aprendizajes o habilidades te ha agregado vivir fuera?

Sobre todo, me ha aportado una gran apertura mental. La exposición a culturas diferentes, maneras de pensar, reaccionar y ver las cosas de otra forma te ayuda a relativizar, apreciar lo que es importante, lo que no, lo que es relativo. En definitiva, a desarrollar una mente abierta y a apreciar la diversidad.

Vivir en un país extranjero implica enfrentarse a desafíos y resolver problemas por tu cuenta

He desarrollado una gran capacidad de adaptación. Cambiar de país implica cambiar de idioma vehicular, de estructura social, normas, formas de vida, médico, alimentación, horarios, colegios, clubes, amigos. Aprender a navegar todos estos cambios te hace más adaptable y flexible. Y sobre todo más resiliente, autónomo e independiente.

Verónica Bermúdez: "Que la lengua materna sea el español, estrecha muchos lazos"

Superar los desafíos fortalece tu capacidad para enfrentar la adversidad y desarrollar resiliencia emocional. Vivir en un país extranjero implica enfrentarse a desafíos y resolver problemas por tu cuenta, con limitado apoyo social, lo que te ayuda a desarrollar un sentido de independencia y autonomía.

¿Cómo la experiencia te ha cambiado personalmente?

Me ha fortalecido. Me ha hecho más independiente y segura de mí misma, a la vez que tolerante y flexible.

Impacto Social y Familiar

¿Cómo ha afectado tu decisión de emigrar a tus relaciones personales?

En mi caso, desde un punto de vista familiar no ha habido demasiados cambios. Nos hemos movido juntos. Mi marido y yo hemos definido nuestra trayectoria como una partida de póker en donde «decide» quien lleva la mejor mano. El ganó la mano que nos llevó a Francia, yo las demás (risas). En serio, nuestras decisiones se han ido tomando siempre en base a un compromiso fundamental, donde sea, pero juntos.

Los niños se han ido aprovechando de esta circunstancia, disfrutando y creciendo con nuestra experiencia profesional. Son españoles ciudadanos del mundo, trilingües, formados, resilientes, amantes de la diversidad y enriquecidos como personas que empiezan a volar por su cuenta.

Nuestras decisiones se han ido tomando siempre en base a un compromiso fundamental, donde sea, pero juntos.

La familia que se quedó en Madrid (padres y hermanos) se echa de menos, más o menos por momentos, pero se ha ido llevando como se podía y las redes sociales nos han permitido estar más cerca. 

Los amigos, bueno, pues por una parte con los buenos amigos nunca se pierde el contacto, y por otra amplias la familia elegida.

No todo es positivo, pero hay mucho de ello. El balance es netamente muy positivo.

¿Cuáles son los aspectos sociales que más añoras de España?

La vida en la calle y hasta tarde, sobre todo cuando vivíamos en Francia. Curiosamente en Japón la rencontramos, y en ese aspecto nos sentimos más cerca de casa. En Qatar, existe en invierno, cuando el calor te deja vivir en la calle, el resto del año es una vida de interior que nos hace añorar más la vida en España desde un punto de vista social.

¿Qué recuerdos/objetos te llevarías contigo si regresaras?

¡Múltiples! Llevo un pedacito de cada país y ciudad en mi forma de ser, en mis hábitos alimenticios, en mis costumbres, horarios, expresiones. He ido sumando todo aquello que cada país me ha dado para enriquecerme. Como decía antes, echo de menos cosas de todas partes. 

Consejos 

¿Algo que hubieras querido saber antes de embarcarte en esta experiencia?

No se. Creo que lo mejor es no tener ideas preconcebidas, vivir el día a día, ir adaptándose, enriqueciéndose y sobre todo abrir los ojos y disfrutar de cada experiencia con la ilusión de un niño. Todo suma, incluso los malos momentos. 

¿Qué le dirías a alguien que está a punto de irse de su país por cuestiones laborales?

Que se abra, que aproveche el momento sin mirar atrás. Habrá momentos difíciles, seguro, pero la experiencia no tiene precio. No hay que mirar atrás, siempre adelante. No dejes de vivir el presente y pierdas el momento, por echar de menos aquello que crees que perdiste.

Perspectivas futuras

¿Cómo marcha tu plan a futuro? ¿Tienes pensado regresar? 

Los planes están para no cumplirse (risas). Pocas cosas salen como se planean, al menos esa es mi experiencia personal. Yo aprendí hace mucho tiempo a vivir el día a día. Tener las grandes líneas marcadas y darme las herramientas para poder elegir en las mejores condiciones ante las tesituras que te va a poner la vida, porque te las va a poner.

Pide un deseo…

Ser capaz de seguir ofreciéndome las herramientas y recursos para dar la mejor respuesta a cada situación que se me vaya presentado. 

Hoja de ruta para no perderse en Doha
  • Una visita al Museo Nacional
  • Una escapada imperdible una noche en el desierto
  • Una cafetería especial la terraza de mi casa
  • Un restaurant con especialidades del país Bayt El Talleh 
  • No te vayas sin visitar el Zoco
  • Llévate de recuerdo tus experiencias

https://mujeresycia.com/red-wise-eres-un-lider-del-bienestar/

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