Tras los pasos del Quijote

Unidos por su cultura vitivinícola ocho pueblos de las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo integran la Ruta Caminos del Vino de La Mancha. Integrados en un paisaje de horizontalidad sin límites, donde la luz imprime las tonalidades de sus campos de vid y cereal, ocho pueblos de tres provincias manchegas se unen bajo la cultura del vino y recorren los senderos trazados por personajes de literatura universal.

Alcázar de San Juan, Pedro Muñoz, Socuéllamos, Tomelloso, Villarobledo, Campo de Criptana, San Clemente y El Toboso guían al viajero por el paisaje, las gentes y costumbres que forman parte del mundo que inspiró a Cervantes.

Más de 80 establecimientos (alojamientos, restaurantes, bodegas y otras empresas) proponen al viajero una gran variedad de actividades para conocer los atractivos históricos, culturales y vitivinícolas de este territorio.

‘Caminos del vino’, la marca que identifica la Ruta del Vino de La Mancha, brinda una manera única de conocer la esencia de este territorio.El viñedo más grande de Europa.
Las extensas superficies de viñedos de La Mancha, las mayores de Europa, descubren una tierra histórica que ha sido escenario de las andanzas del famoso hidalgo Don Quijote y que, aún hoy, esconde secretos en los intensos aromas y el gusto grave y redondo en boca, con carácter y personalidad que transmiten los vinos de la comarca. ‘Caminos del vino’, la marca que identifica la Ruta del Vino de La Mancha, brinda una manera única de conocer la esencia de este territorio.

La Mancha atesora una amplia variedad de vinos, que van desde los tintos hasta los espumosos, sin olvidarse de los blancos y rosados. Más de 400 bodegas, que elaboran vino dentro de la D.O. La Mancha y la Indicación Geográfica Protegida Tierra de Castilla, cuidan con esmero la elaboración de sus productos. Entre ellas, bodegas pioneras, desde las más grandes a las familiares.

Patrimonio de gigantes.
“Mire, vuestra merced, respondió Sancho, que aquellos que allí se parecen no son gigantes, sino molinos de viento, y lo que en ellos parecen brazos son las aspas, que volteadas del viento hacen andar la piedra del molino”. Estos molinos, símbolo indiscutible de La Mancha, son uno de los grandes atractivos de esta Ruta del Vino. Pero estos caminos descubren también al viajero un valioso patrimonio histórico-artístico de diferentes épocas y estilos. Restos arqueológicos del Paleolítico, de los íberos o de la etapa de la romanización, construcciones medievales ligadas al desarrollo de las Órdenes Militares, edificios góticos y renacentistas, civiles y religiosos, grandes y antiguas casas solariegas y más de 4.000 bodegas subterráneas. Pero sobre todo gloria y leyenda.

Viaje de los sentidos.
Caminos del Vino es además un viaje para los sentidos que ofrece numerosas actividades de ocio. Paseos entre murallas y villas, visita a museos, recorridos en bicicleta, maridajes de vino y queso, cursos de cata, rutas por la naturaleza y diferentes itinerarios, por ejemplo literarios, nocturnos, que descubren, tras los pasos del Quijote, el corazón de La Mancha.

www.caminosdelvinodelamacha.com

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