Soledad Murillo: ‘Un falso dilema: pareja y autonomía’

“Pónganle estar conectados o como quieran. Lo que si me parece importante es cómo se plantea el término autonomía, cuando yo hablo de autonomía me refiero a pensarse en primera persona, a no especializarse en agradar a los demás”, afirmó Soledad Murillo, socióloga e investigadora, sobre la subordinación a la que se ven expuestas muchas mujeres desde ‘Un falso dilema: pareja y autonomía’, en una conferencia ofrecida en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Complutense de Madrid, en el marco de las actividades sobre Violencia de Género organizadas por el Instituto de Investigaciones Feministas de la Casa de Estudios.

Murillo recordó que mientras trabajaba en la creación de la Ley de Violencia de Género, “me llamaba poderosamente la atención, había mujeres muy inteligentes, chicas que pautaban su relación en términos de querer que las cosas cambiaran y aun así caían en relaciones de subordinación”.

“En las situaciones de violencia cualquiera que sea existen opciones, bien sea huir, pedir ayuda o responder a la agresión en la medida de sus posibilidades; en la violencia de género no se dan estas opciones, hay según las personas expertas 10 años de silencio, la víctima no sólo no habla sino que clandestiniza o disfraza la situación”En estos casos, comentó, muy por encima de lo que se ha dado a entender, no existen los perfiles, ni de los agresores ni de las agredidas, “hay una relación sentimental que representa un dilema y en las relaciones afectivas hay una situación que no se da en ningún otro tipo de violencia, en las situaciones de violencia cualquiera que sea existen opciones, bien sea huir, pedir ayuda o responder a la agresión en la medida de sus posibilidades; en la violencia de género no se dan estas opciones, hay según las personas expertas 10 años de silencio, la víctima no sólo no habla sino que clandestiniza o disfraza la situación”.

Las mujeres que sufren la violencia no piden ayuda ni siquiera a las amigas indicó la socióloga.

Los derechos de las mujeres
Para Soledad Murillo las mujeres son vistas socialmente como una minoría, como un colectivo. “Y a las minorías y a los colectivos se les achaca aquellos adjetivos que supone protegerles: el sector, el colectivo, y desde la protección no se tienen derechos, se administran necesidades, la protección no entiende de derechos, entiende de necesidades por lo tanto no somos tratadas como ciudadanas de primera si se nos trata como colectivo y por lo tanto se supone que tenemos necesidades especiales y por supuesto problemas especiales. La igualdad de trato implica que se reconozcan los derechos".

Sin embargo también existe un punto de vista en cuanto a perspectiva de género que es otra cosa y es “cuando el género se concreta en una serie de expectativas sobre el comportamiento, la conducta, el deseo, la forma de querer o no querer, desde ese punto de vista hay que establecer alertas, se debe establecer qué significa la perspectiva de género incluso desde el punto de vista del conocimiento”, aseguró Murillo.

De culpas y excusas
Muchas de las mujeres víctimas de violencia de género, sin importar su posición y nivel socioeconómico, explicó Murillo, tienden a expresar, en primera instancia, exculpación, las mujeres se exculpan y buscan una explicación. “Si en el momento de la agresión el maltratador actúa con enorme soberbia ¿cómo puede convivir esa soberbia con la exculpación? ¿Cómo se pautan las relaciones afectivas? Si en una relación de pareja hay alguien que está exculpándose hay un descontrol que se convierte en algo natural”.

Agregó que quien ejerce el poder en una relación quiere saberlo todo, cuando en una pareja existe alguien que pide cuentas, pero además no permite que se las pidan y no rinde cuentas hay una relación de poder, asimétrica y muy perniciosa.

Mantener la relación para una chica enamorada es fundamental; ello “implica huir del presente, recuperar el pasado y calmar en función del futuro ‘tengo que calmarle y asegurarle que no volverá a suceder’ explicación, vigilancia y culpa, las víctimas de violencia de género sufren exculpándose y en permanente situación de vergüenza y culpa”, manifestó Murillo.

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