Mujeres en la Cumbre del G-8

Además del embarazo de Carla Bruni, otras mujeres fueron protagonistas de la cumbre del G-8. Christine Lagarde cosechó más apoyos para convertirse en la autoridad máxima del FMI; Ángela Merkel instó al resto de los países a colaborar con las fuerzas opositoras de los países árabes en crisis; y una drag queen barbuda se quejó por las promesas incumplidas en relación a la lucha contra el HIV.

Nicolas Sarkozy como anfitrión de la Cumbre del G-8, apoyó la candidatura de su ministra de economía Christine Lagarde como Secretaria General del Fondo Monetario Internacional, tras la vacante que se precipitó después del escándalo de abuso sexual protagonizado por Dominique Strauss-Kahn.

Vi la excelente declaración de la señora (Hillary) Clinton anoche y me costaría imaginar que haya un desacuerdo con el presidente Barack Obama sobre la candidatura de Lagarde en el FMI”, dijo Sarkozy, en la conferencia de prensa de cierre del G-8 que se llevó a cabo en Francia.

“Vi la excelente declaración de la señora Clinton anoche y me costaría imaginar que haya un desacuerdo con el presidente Barack Obama sobre la candidatura de Lagarde en el FMI”, dijo Sarkozy. La Secretaria de Estado, Clinton, había dicho "a título no oficial y personal" que es partidaria de la idea de "dar a las mujeres calificadas, y ella sin duda lo es, la ocasión de dirigir organizaciones internacionales".

De todas formas, no se trata de un apoyo oficial que sea nombrado en el texto que resume las conclusiones del encuentro.

Mundo árabe
Como representante de la locomotora europea, la canciller alemana Angela Merkel estuvo presente entre los representantes de los 8 países más ricos del mundo: Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido, Japón, Italia y Canadá. Considerando su peso en la toma de decisiones en los ámbitos supranacionales, Merkel aprovechó para expresar su estrategia para favorecer las “reformas” en el mundo árabe: prometió un “apoyo rápido” a las fuerzas antigubernamentales. Aseguró que su país insistirá en un aporte del campo occidental para las fuerzas "que abogan por el pluripartidismo, pluralismo y la economía de mercado".

Anticumbre
Mientras adentro estos temas se debatían, una pintoresca anticumbre se abría paso entre los medios que cubrían el evento. Se trataba de una parodia, donde un muchacho vestido con plumas rosas y tacones exhibía una banda que decía “Miss Promesas G-8”. Expresaban de esta forma su descontento por el incumplimiento del compromiso del G-8 para disminuir el HIV en África,

"El tiempo de las promesas se acabó. El sida, la primera catástrofe sanitaria mundial, ya no figura en la agenda" del G8, afirmaba el comunicado donde se instó a los países más industrializados del mundo a "comprometerse a dedicar el 0,05% de su PIB para permitir un acceso universal al tratamiento".

También te pueden interesar…

 

¿Ya has visitado Actualidad y economía en nuestra ZONA INTERNACIONAL?

 

Otros artículos