Mónica Zgaib, arquitecta: “Se hace camino al viajar”

El componente estético y la relación con el entorno son las claves de una trayectoria que sitúa a Mónica Zgaib como una de las mujeres más relevantes en su ámbito profesional: la arquitectura.

Pero es su currículum y su trayectoria los que «pintan» quién es y hacia dónde va. Zgaib es ya una referente en desarrollo urbano, arquitectura e innovación estética. Su evolución vital desde la multiculturalidad, ha enriquecido sus trabajos y ampliado su concepción de la innovación. “¿Existe una hoja de ruta o se hace camino al andar?, le preguntamos. “Se hace camino al viajar”, responde.

Una respuesta que esconde la verdadera personalidad de una todoterreno que ha aprovechado las oportunidades que la vida le ha puesto por delante. A las que ha añadido la curiosidad y la creatividad, un cóctel explosivo y necesario para una profesión en la que la excelencia deja su marca de identidad.

Excelente es su carrera y trayectoria. Con multitud de vivencias y enseñanzas que la sitúan como un referente, no sólo en su ámbito. Charlar con Mónica Zgaib es adentrarse en un libro de enseñanzas sobre cómo afrontar cada uno de los retos profesionales y personales. Siempre desde el beneficio colectivo que uno puede generar desde su individualidad.

La praxis es el maestro exigente de la creatividad y la innovación

Comunidades, ciudades, territorios, ¿cuál es tu papel? 

Ser una entre tantos que juegan a favor de las personas y el planeta. Se me han presentado oportunidades valiosas, y en cada una he intentado aportar soluciones creativas, innovadoras, viables.

Para sostener esta vocación, ¿existe una hoja de ruta, o se hace camino al andar? 

-Mirando hacia atrás, te diría que se hace camino al viajar y participar de diversos proyectos e iniciativas en distintas culturas.

Aconsejan, que cuando emprendas tu viaje a Ítaca, “Pide que el camino sea largo, que muchas sean las mañanas de verano en que llegues – ¡con qué placer y alegría! – a puertos nunca vistos antes”. ¿Cuál fue tu primer puerto?

-1994, recién arquitecta, con todo por explorar mi primer destino fue México invitada por la Universidad de las Américas en Puebla durante un año. ¡Todo placer y alegría! Intensidad de los sentidos, colores, aromas, sabores, paisajes, pueblos mágicos, ciudades vibrantes; anfitriones entrañables que te dicen: “esta es tu casa” y sin más se instalan en tu corazón para siempre. Tan es así, que en 2009 regresé con Guillermo, y fundamos Urban Design Hub.

El alma de los viajeros, impulsa a seguir viajando, ¿Después de Puebla, hacia dónde te llevaron los nuevos vientos?

-Un año después partí invitada a dictar de un curso de verano en la Universidad de Barcelona. Llegué en el momento preciso en el que se estaba gestando un programa de doctorado pionero en Regeneración Urbana reuniendo a las facultades de Bellas Artes, Sociales, Economía y Geografía, y me quedé cuatro años dedicada a I+D+i con las universidades de Utrecht y Helsinki, trabajando simultáneamente en los waterfronts de las tres ciudades.

¿Cómo se ha ido construyendo tu mirada sobre las comunidades, las ciudades, y los territorios?

-Con curiosidad, con agradecimiento, viviendo intensamente las experiencias y los hallazgos en cada lugar en el que fui recibida: la Universidad de las Américas, el Centro de Investigación Polis de la Universidad de Barcelona, la Corporación Buenos Aires Sur, AvenueTW, el Centro Tecnológico Labein-Tecnalia, y Aecom.   En cada uno fui encontrando los espacios propicios y las personas generosas que me permitieron ir configurando una mirada poliédrica sobre las comunidades, las ciudades y los territorios en diversas culturas y contextos.

Viajes que van y vienen te han regresado a México y a Argentina ¿cómo han sido los reencuentros?

-México no suele llegar suavemente, irrumpe, te desafía y te “apapacha” todo al mismo tiempo. Desde Tijuana a Tapachula, en los últimos 10 años hemos desarrollado metodologías, estudios, proyectos y obras; gran parte focalizados en generar comunidades y barrios de vivienda social integrados y sostenibles.  La experiencia de México la hemos escalado en la ciudad de Goya, Argentina, a través de la iniciativa ICES/BID. Desarrollamos tres estudios complementarios: GEI + Riesgos y Vulnerabilidad + Crecimiento Urbano; a partir de los cuales propusimos una estrategia territorial y proyectos detonadores articulados en un modelo urbano multipolar.

Hay experiencias… y batallas que no siempre ganas, pero en las que siempre aprendes.

Apoyándolos en el desafío de la concreción y la integración de vivienda social, diseñamos dos proyectos demostradores. Un proyecto de usos mixtos en el que la iniciativa privada integra y aporta vivienda, equipamientos y espacios públicos; y un proyecto piloto de viviendas productivas palafíticas para las personas más vulnerables que viven en zonas inundables y encuentran identidad cultural y sustento económico en su hábitat.  La cálida receptividad de México y Argentina es muy gratificante y fomenta la permanente transferencia de conocimientos.

Mi optimismo crece a medida que crece la conciencia de los ciudadanos

¿En qué punto se encuentran la creatividad, la innovación y la praxis?

-La interacción es permanente, creatividad e innovación nutren la praxis impulsando una visión superadora.  Sin embargo, cuando alcanzas ese momento sublime en el que intuyes que puedes sumar valor recién llevas recorrido un 5% del camino, con todo por delante. El paso del proyecto a la concreción exige no solo precisión en la viabilidad técnica y financiera, sino resiliencia frente a las dinámicas cambiantes del contexto: una pandemia como nos toca vivir ahora, riesgos climáticos, vulnerabilidad social, cambios en el mercado, ciclos políticos.  La praxis es el maestro exigente de la creatividad y la innovación.

Escuchándote imagino un espiral ascendente, proyecto a proyecto…

-Me encantaría que así sea. El espiral ascendente es una bella imagen poética que me hace recordar la Escalera de Jacob de William Blake. La búsqueda permanente de nuevas respuestas comparte ese misterio. Concretarlas te lleva a todo tipo de paisajes: experiencias y batallas que no siempre ganas, pero en las que siempre aprendes.

A lo largo de la vida solemos tener un faro que nos guía, ¿cuál es el faro de Mónica Zgaib?

-Una tarde en la Escuela de Arquitectura, escuché a Miguel Ángel Roca citar a Louis Kahn: “La Ciudad es el lugar de las posibilidades, es el lugar donde un niño pequeño caminando por ella, podrá encontrar aquello que le revelará lo que querrá hacer toda su vida”. No hay momento más sublime que ver la sonrisa de un niño ilusionado por su futuro. El deseo de cooperar en la creación de los espacios que nos deparen a todos una vida con sentido aún sigue siendo el faro que me guía.

aspiro a colaborar en a construir un presente y un futuro de posibilidades, más inclusivo, resiliente y sostenible

Un campo de acción fascinante y complejo, ¿nunca has perdido el optimismo?

-¡Espero mantenerlo! Mi padre me lo dejó como herencia… Aunque muchas han sido y serán las dificultades a sortear, sigo creyendo cada día con más convicción que vale la pena continuar en la tarea.  En todos estos años el mismo propósito ha seguido cobrando nitidez: aspiro a colaborar en a construir un presente y un futuro de posibilidades, más inclusivo, resiliente y sostenible. La actual crisis de desigualdad junto a la crisis climática nos exige respuestas apropiadas. Mi optimismo crece a medida que crece la conciencia de los ciudadanos, la inversión de impacto, las tecnologías disruptivas, las comunidades proactivas y la ética. Honrando el papel que cada uno desempeña desde los ciudadanos al planeta, con hojas de ruta como el Green Deal y los ODS, es posible ir construyendo un mundo próspero para todos.

Más sobre Mónica Zgaib y Urban Design Hub

Mónica Zgaib es CEO y fundadora del estudio Urban Design Hub, despacho focalizado en intervenciones territoriales y urbanas, planes maestros, proyectos y obras de arquitectura. Arquitecta y doctora en Bellas Artes, ha ejecutado multitud de proyectos de gran calado en todo el planeta. Su foco ha sido y es aportar un valor social a las comunidades para las que se desarrollan sus proyectos.

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