La sufragista Millicent Fawcett se ha ganado un espacio frente al Parlamento Británico un siglo después de que se lograse el derecho al voto en el Reino Unido. Esta semana se inauguró en Londres la estatua de esta líder del movimiento sufragista durante medio siglo, y es la primera que hay de una mujer en la plaza del Parlamento.
La efigie de la fundadora de la Unión Nacional de Sociedades del Sufragio Femenino ganó el lugar a la conservadora Margaret Thatcher. Acompañará a 11 esculturas de personajes históricos, todos ellos hombres: Winston Churchill, Ghandi, George Canning, Nelson Mandela y Abraham Lincoln, entre otros.
Acompañará a 11 esculturas de personajes históricos, todos ellos hombres
“Yo no estaría aquí hoy como primera ministra, ninguna diputada ocuparía su asiento en el Parlamento, ninguna de nosotras tendría los derechos y protecciones de los que disfrutamos hoy en día, si no fuera por Millicent Fawcett”, declaró Theresa May durante la presentación, a quien acompañaba el alcalde de Londres Sadiq Khan: “Hoy es un día histórico. Finalmente, la plaza del Parlamento ha dejado de ser un sitio que solo acoge esculturas de hombres”.
El coraje llama al coraje en todas partes
A pesar de que Fawcett luchó desde los 20 años a favor del sufragio universal, no fue hasta que cumplió los 71 cuando vio a las mujeres votar en las galerías públicas de la Cámara de los Comunes. Frente a la acción directa de muchas sufragistas, defendió los métodos no violentos de protesta. Pero Fawcett no solo peleó por el sufragio universal, también lo hizo contra el trabajo infantil y dedicó gran parte de su vida a mejorar las oportunidades educativas de las mujeres: fue una de las fundadoras del Newnham College, el segundo que admitió mujeres en la Universidad de Cambridge.
La estatua, en bronce, es obra de la artista Gillian Wearing —ganadora del premio Turner de arte contemporáneo en 1997— y representa a Fawcett sosteniendo una pancarta en la que puede leerse «Courage calls to courage everywhere» («El coraje llama al coraje en todas partes”), un extracto del discurso que dio tras la muerte de la sufragista Emily Wilding Davison.
Hace dos años, la feminista Caroline Criado Perez inició una campaña para colocar la estatua de Fawcett tras darse cuenta de que solo había efigies de hombres. “Las mujeres siguen lamentablemente subrepresentadas en todas las áreas de la vida cultural y política británica, pasa igual en sus estatuas”, señaló la activista.