El liderazgo es crucial para el éxito de cualquier organización. No solo es responsable de las decisiones más importantes, sino también de moldear la cultura organizacional. Sin embargo, no todos los estilos de liderazgo fomentan una cultura de compromiso. También existe el liderazgo tóxico, que dañan la confianza, la satisfacción y la productividad de los empleados.
Ryne Sherman es el director científico de Hogan Assessment Systems y su investigación se ha centrado en las propiedades psicológicas de las situaciones y su interacción con la personalidad. Según ha expresado en sus artículos, los tres estilos más comunes de liderazgo tóxico son: el liderazgo evasivo, el liderazgo arrogante y el liderazgo afable. A continuación, se exploran estos estilos y cómo superarlos.
Estilo #1: El laberinto de la evitación
El liderazgo evitativo se caracteriza por una retirada ante la adversidad, desconfianza hacia los demás y un miedo paralizante a cometer errores. Estos líderes se distancian de su personal, creando una atmósfera de abandono e incertidumbre. Este estilo de liderazgo puede ser entendido como un mecanismo de defensa basado en teorías psicológicas del apego, donde la evitación es una protección contra críticas y conflictos.
Impacto del liderazgo evasivo
- Innovación sofocada: el miedo al fracaso inhibe la creatividad y la toma de riesgos.
- Cultura de paranoia: la desconfianza crea un ambiente de miedo.
- Erosión de la confianza: los empleados se sienten abandonados e infravalorados.
Superación del liderazgo evasivo
Superar este estilo requiere fomentar una cultura de seguridad psicológica donde los errores se vean como oportunidades de aprendizaje y la vulnerabilidad se considere una fortaleza.
Estilo #2: El espejismo de la arrogancia
El liderazgo arrogante se caracteriza por exceso de confianza, derechos y una tendencia a romper las reglas. Estos líderes buscan admiración y carecen de empatía, creyendo que cualquier fracaso es culpa de la falta de fe de su personal.
Consecuencias del liderazgo arrogante
- Cultura de desigualdad: las reglas son flexibles solo para quienes están en la cima.
- Inestabilidad e imprevisibilidad: las decisiones caprichosas interrumpen la planificación.
- Desvalorización de Empleados: el crédito por contribuciones cae en manos equivocadas.
Abordaje del liderazgo arrogante
Se requiere reforzar los límites éticos, promover la humildad y la empatía, y desarrollar mecanismos de rendición de cuentas y retroalimentación.
Estilo #3: La paradoja de la afabilidad
El liderazgo afable parece benigno, pero se basa en el deseo de complacer a todos, trabajar en exceso y establecer estándares inalcanzables. Este estilo genera una cultura de expectativas poco realistas y socava la autoridad del líder.
Desafíos del liderazgo afable
- Burocracia excesiva: los procesos se priorizan sobre la productividad.
- Microgestión: el líder microgestiona, creando atascos en la productividad.
- Necesidad de aprobación: la búsqueda de aprobación afecta la salud organizacional.
Transformación del liderazgo afable
Se debe desarrollar la autoconciencia, la voluntad de delegar y priorizar el bienestar a largo plazo de la organización por encima de la aprobación a corto plazo.
Cómo abordar el liderazgo tóxico
Reconocer los signos de liderazgo tóxico, fomentar un diálogo abierto y cultivar una cultura organizacional que valore la autoconciencia, la empatía y la integridad ética es crucial. Las evaluaciones de personalidad y las encuestas de 360 grados son herramientas útiles para identificar comportamientos tóxicos. Además, invertir en programas de desarrollo del liderazgo que aborden tanto las habilidades como los aspectos psicológicos y emocionales del liderazgo es esencial.
Los líderes son la parte más impactante de cualquier organización. Su comportamiento crea la cultura organizacional, la cual impulsa el compromiso y la productividad. Identificar y corregir los estilos de liderazgo tóxico es fundamental para el éxito organizacional. La transformación comienza con el coraje de cambiar patrones disfuncionales y construir un futuro más productivo y comprometido.
