Ojalá este 25 de noviembre de 2008, sirva cada vez más para recordar a las víctimas del pasado y para prevenir las condiciones que las provocan en el presente. De la conciencia que seamos capaces de generar y reclamar hoy y todos los días, dependerá que acabemos con esta lacra. En este sentido quiero compartir un texto para la reflexión:
"Siguen a la orden del día los asesinatos de las mujeres. Han aprendido los criminales que eso de la "pasión" es una gran defensa prevenida, y que por la "pasión" se sale a la calle libre y en paz, y no se descuidan en revestir de colores pasionales sus desahogos mujericidas. Hace pocos días, en Madrid, un individuo escabechó limpiamente, de certera cuchillada en mitad del corazón, a una infeliz muchacha que iba a la compra. No se puede decir que fuese traición la que cometió ese individuo: no se le puede acusar de alevosía; él anunció, con la anticipación debida, lo que iba a suceder; él avisó para que se preparasen. "Que voy a matar a esa chica" dijo en tiempo. "Que la mato". Peor para la chica, y para la autoridad, si no lo evitaron, si le dejaron que cumpliese el fino gusto.
¿Pasión? No; codicia, vileza y barbarie, como casi siempre."
Nos separan 100 años de esta crónica, sin embargo bien podría ser de ayer. Si en todo este tiempo sólo se ha actualizado la vestimenta del monstruo, hay algo que no estamos haciendo bien. Reflexionemos sobre ello.
Otros artículos de esta columnista…
*Lorena Fernández Doblado Trabajadora Social / Especialista en Género.
Otros artículos de la columnista
*Hipatia, ni la única ni la última
*La Maternidad, esa gran desconocida
*C/Revolucionaria
*La mujer "complemento": ¿bolso, guantes o pendientes?
*¿Dónde están los hombres?
*Hipatia, ni la única ni la última
¿Ya has visitado Columnistas en nuestra ZONA OPINIÓN?