¿Hasta qué punto el lenguaje determina lo que somos? ¿Es necesario incorporar una nueva manera de nombrar para que las mujeres sean «vistas»? No quiero en este momento meterme en los debates a los que hace referencia el actual Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes. Pero a veces la sorna, es una arma equivocada.
Juan José Güemes Consejero de Empleo y Mujer
Tuve oportunidad de conocerlo cuando lo entrevisté a raíz de su rol en la Consejería de Empleo y Mujer. Uno de los más jóvenes del gobierno de Aguirre, llevaba en forma aguerrida un área de peso y altamente comprometida como es la de la mujer. Y además, era varón.
Fueron tiempos menos convulsos para Güemes y la impresión que me llevé -positiva- tenía que ver con un aplomo y una claridad de ideas en relación al protagonismo de las mujeres. Y la afabilidad y convencimiento con las que defendió la importancia de la pelea que desde la Comunidad de Madrid se estaba dando, me resultaron notables.
Los dolores de cabeza de la Sanidad
Ahora la sanidad le da malos tragos y entonces, quizás por eso, la afabilidad se ha tornado en sarcasmo cuando dice lo que este video reproduce:
«El progresí, señorías y señoríos, es la nueva lengua oficial que Zapatero está intentado implantar en el Reino. y permite a los socialistas y a los socialistos y a su comparsa sindical llamar privatización a un servicio público que viene ofreciendo un hospital de la red pública desde desde hace tres décadas.»
Hubo también referencias irónicas a la «portavoza» socialista y a los «miembros y miembras» de la Cámara».
Evolución, involución
¿Disparidad de criterios? Todos los posibles. Debates, también. Pero tanta sorna me cae indigesta.
Me quedo con aquél. A éste, lo veo excesivamente irónico con un tema que defendió con sensibilidad.Pongamos los argumentos en su sitio.Y a las palabras, una tregua, que bastante guerra tienen ya en la vida cotidiana.