Hasta el 24 de marzo, se celebra en Segovia el III Encuentro con Mujeres que Transforman el Mundo. El evento reunirá a artistas, filósofas, conocidas activistas, científicas, abogadas, actrices y periodistas, algunas de ellas incluso galardonadas con premios como el Nobel o el Príncipe de Asturias, que mostrarán la realidad de la mujer en distintas partes del mundo y desde ámbitos diferentes. El objetivo es transmitir historias reales de mujeres que han luchado por sus derechos y por los de todas las mujeres del mundo.
Estudios de la ONU revelan que una de cada tres mujeres sufren violencia de género por lo menos una vez en su vida. Según el Instituto Español de la Mujer, 2 millones de mujeres (el 10% de las mujeres españolas) sufren violencia de género y sólo el 20% denuncia a su agresor, considerado, además, que la violencia de género se perpetúa en el 70% de los hijos e hijas, que repiten conductas en la edad adulta. Desde 1999 hasta 2010 murieron 1.055 mujeres en España a causa de este mal. Desde el punto de vista legislativo, cada vez hay más reglamentos para la protección de las víctimas y más leyes para promover la igualdad de género. Sin embargo, estas medidas no son suficientes para provocar un cambio de mentalidad en la sociedad ni para paliar el aislamiento de las redes de confianza que estas mujeres sufren, llegando a un maltrato psicológico que mina su autoestima.
Su objetivo es visibilizar y apoyar a las mujeres maltratadas para que denuncien, y cambiar la manera en la que se ayuda a estas mujeres, dejando de considerarlas como víctimas y enfatizando las potencialidades de cada una de ellas. Ana Bella es una de esas personas que está consiguiendo cambiar la imagen de “mujer víctima” por la de “Mujer Superviviente” como un testimonio positivo para el desarrollo sostenible de una sociedad en igualdad. Decidió separarse de su marido cuando tenía 29 años y 4 hijos, y después de soportar 11 años de maltratos físicos y psicológicos. Con una historia espeluznante detrás, ha sabido proyectar su fuerza y su valor tras una infernal convivencia y canalizarla hacia la solidaridad, rehaciendo su vida. Su testimonio y la superación en positivo de esta situación se podrá escuchar el sábado a las 12h. en la Cárcel, de su voz y ayudada por la periodista segoviana y afincada en Andalucía, Esther Martín Agejas, actual presentadora de “Los Reporteros”, el más laureado programa de Canal Sur TV.
Su objetivo es visibilizar y apoyar a las mujeres maltratadas para que denuncien, y cambiar la manera en la que se ayuda a estas mujeres, dejando de considerarlas como víctimas y enfatizando las potencialidades de cada una de ellas. Este enfoque positivo ha ayudado a más de 1.200 mujeres. Un 1% de ellas se involucra activamente en la red de apoyo, generando un efecto multiplicador que alcanza al año a casi 5.000 mujeres en todo el mundo. La Fundación Ana Bella, además, complementa el apoyo de las instituciones oficiales a través de soluciones prácticas y eficaces: viviendas de apoyo, formación y puestos de trabajo en su catering solidario.
Shirin Ebadi, en Segovia para hablar de la justicia en el mundo árabe
El pasado sábado, el Encuentro trajo a Shirin Ebadi, que fue entrevistada ante el público por una de las periodistas españolas más veteranas, Rosa Mª Calaf. Abogada iraní y activista a favor de los derechos humanos, Ebadi fue una de las primeras juezas en su país y presidenta de la Corte de Teherán desde 1975 a 1979, cuando se vio obligada a dimitir tras la revolución. Premio Nobel de la Paz 2003 por sus esfuerzos a favor de la democratización y los derechos humanos y por su compromiso a favor de los derechos de las mujeres y los niños, ha sido también la primera mujer musulmana y la primera iraní en recibir el prestigioso galardón.
Con un fuerte sentido de la justicia desde la infancia (su padre también era profesor de Derecho), ha defendido, como abogada, a destacados disidentes políticos y a familias de intelectuales asesinados bajo el régimen de los ayatolás, casos que han levantado polémica en un país donde hoy el castigo para aquellos que se cambian de religión es la pena capital o donde se practican las lapidaciones o la ejecución a menores, además de diferentes formas de violencia física (mutilaciones, latigazos, etc.) a quienes quiebran las leyes. Como ha dicho en varias ocasiones, “no podría volver a ser juez en un país con esta nueva legislación”.
También formó parte del equipo que identificó a los responsables del ataque a la Universidad de Teherán en 1999, en el que fueron asesinados varios estudiantes. Desde hace años, es la fundadora de la Asociación para el Apoyo a los Derechos de los Niños y del Centro para la Protección de los Derechos Humanos, cuyos informen son muy importantes, considerando que la República Islámica no permite la entrada en el país a representantes de la Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas ni a miembros de otras organizaciones independientes.
En su bufete de abogados, además, ofrece servicios legales gratuitos a acusados por motivos políticos y a encarcelados por razones ideológicas. Su activismo, su forma de hablar, alto, claro y sin ambages, y su defensa a ultranza de los derechos humanos le han granjeado amenazas de muerte, intento de asesinato por los Servicios Secretos de su país y cárcel en varias ocasiones.
“Las mujeres siempre han estado al lado de sus maridos en la lucha por abolir la esclavitud, liberar a los países del colonialismo, desmantelar el apartheid y lograr la paz”, afirmaba Getrude Mongella hace más de 15 años. “Ha llegado la hora de que los hombres se unan a las mujeres en su lucha por la igualdad”.Referencia para las mujeres del mundo islámico reformista, está convencida de que la transformación de Irán debe ser desde dentro, acorde a los valores de los iraníes, y defiende que es posible la democracia dentro del régimen islamista, la defensa de los derechos humanos, la libertad religiosa –incluyendo los derechos de la comunidad Bahai, denostada desde su fundación en Irán– y la libertad de expresión. Puntos de partida todos ellos para entablar un diálogo con el resto de culturas del mundo, según su pensamiento.
Autora de numerosos libros y artículos sobre Derechos Humanos y de las novelas El despertar de Irán y La jaula de oro, donde narra sus experiencias, considera que ninguna sociedad merece llamarse civilizada hasta que no se respeten los derechos de las mujeres y los niños
Mamá Beijing, en un cara a cara con Montserrat Domínguez
La presidenta del Parlamento Panafricano, Getrude Mongella, ofreció una charla conducida por la periodista Montserrat Domínguez, hasta hace unos meses directora y presentadora del programa de la SER “A vivir que son dos días” y actual directora de uno de los diarios estadounidenses de noticias y opinión más populares: The Huffington Post.
“Las mujeres siempre han estado al lado de sus maridos en la lucha por abolir la esclavitud, liberar a los países del colonialismo, desmantelar el apartheid y lograr la paz”, afirmaba Getrude Mongella (Tanzania, 1945) hace más de 15 años, cuando presidió la IV Conferencia de la Mujer en Pekín, desde la que se la conoce como “Mamá Beijing”. “Ha llegado la hora de que los hombres se unan a las mujeres en su lucha por la igualdad”, aseveraba con rotundidad. Un conferencia que se encuadraba bajo el título “Acción por la igualdad, el desarrollo y la paz” y que suscitó gran expectación incluso antes de comenzar.
Profesora, experimentada política, madre de 4 hijos, Mongella es una figura internacional de gran prestigio e influencia y la primera presidenta del Parlamento Panafricano, uno de los órganos de desarrollo de la Unión Africana con funciones de asesoría y consulta y con poder legislativo, que, inspirado en la Unión Europea, fue creado en 2004 para promover la integración del continente y permitir que los pueblos de África dialoguen con el mundo con una sola voz. Una lucha para que África unida tome sus propias decisiones que en realidad ella lleva manteniendo desde hace más de 40 años, cuando comenzó su carrera política y fue en su país Ministra de Asuntos de la Mujer, Ministra de Recursos Naturales y Turismo y Ministra de la Presidencia, entre otros cargos.
Premio Martin Luther King y Premio Delta de Entendimiento Global por su dedicación a promover la comunicación y las relaciones pacíficas entre personas de distintos intereses, formas de pensar, género y etnias, ha pertenecido al Grupo de Trabajo Regional sobre Salud Reproductiva de la OMS, ha sido miembro del Consejo de la UNESCO y ha formado parte del equipo de observadores de la Organización para la Unidad Africana en las elecciones de Zimbawe, además de haber fundado en Tanzania una organización no gubernamental de apoyo a las mujeres en África.
Defensora de la igualdad de derechos de la mujer, está convencida de que el futuro del continente africano está en las mujeres, que llevan el peso del desarrollo económico y que deben ocupar puestos importantes en la vida pública y liderar la lucha contra la pobreza como primer paso para erradicar la desigualdad social y para extender la paz. De hecho, la contribución de las mujeres en el sector agrario supone un 60% y su producción en el sector alimenticio un 80%, según la FAO. “Si las mujeres se mueren, se muere África. Ellas comen las últimas y si hay poca comida se la ofrecen a sus maridos y a los niños”, aseguraba en el III Encuentro África-España Mujeres por un Mundo Mejor, que en mayo de 2008 reunió en Níger a dirigentes de distintas instituciones y países.
También te pueden interesar…
- Schulz: `La igualdad solo existe sobre el papel´
- Los recortes sociales aumentan la desigualdad entre sexos
- Diversidad de género: asignatura pendiente de la sociedad española
- Gamification al servicio de la lucha por la igualdad de género
- Un 37% de los españoles cree que se ha agravado con la crisis
- Discriminación salarial de la mujer con discapacidad
- Ana Mato: `El Gobierno trabaja para que las mujeres no cobren un 20% menos´
- Diferencia salarial y segregación laboral perpetúan la desigualdad
¿Ya has visitado Igualdad de género en nuestra ZONA SOCIEDAD?