Guatemaltecas: “Quise que la historia de esas mujeres llegara a más gente”

Carmen Cordero, autora de Guatemaltecas, siente que a partir de su novela la conexión con las personas sensibles ante las injusticias, le ha hecho sentir que se encuentra haciendo lo que verdaderamente quiere hacer.

A sus 58 años, siente que como escritora está en plena adolescencia: “Yo diría que aún estoy en la ´edad del pavo´, dando algún que otro bandazo, pero cada día más segura de lo que quiero”. Y apela a un frase que suele utilizar: “Nunca es tarde… si la dicha es buena”. Tiene entre sus manos un proyecto para profundizar su conocimiento en una nueva historia con mujeres de Guatemala y otro que está investigando en territorio zapatista. Lo dicho, su aventura acaba de comenzar.  

Siempre he sido una persona muy creativa y fantasiosa. En mi familia me llamaban ´Antoñita la Fantástica´. De niña hice pinitos en música y pintura, pero fue finalmente en la literatura donde encontré la fórmula que me permitió canalizar esa creatividad en algo me llenara de satisfacción”, cuenta sobre sí misma la autora de Paulina y su Golondrina Azul y de Paulina y su Río Enfermo.

Ahora, con su primera novela –Guatemaltecas-, a través de dos mujeres, Marcela e Ixchel, logra reflejar lo mejor y lo peor del alma humana. Se define a sí misma como tejedora de cuentos e historias: “Me siento muy cómoda en el relato corto o medio, donde transcurre toda una historia en cinco o diez páginas. La novela requiere un esfuerzo demasiado grande”.

Lo que yo creía que no era más que una rutina más o menos aburrida, se convertía, por la magia de la escritura, en una vida interesante y apasionante, no sólo para esas amigas, sino para mí misma.  ¿Cuándo supiste que ibas a ser escritora?
Lo supe cuando comencé a escribir largas cartas a mis amigas sobre lo que acontecía con mi vida en el período de 1991 a 1998 en el que trabajé para la OACI (Naciones Unidas) y residí en Montreal, Canadá. Entonces descubrí lo que la palabra escrita podía hacer con mi propia vida. Lo que yo creía que no era más que una rutina más o menos aburrida, se convertía, por la magia de la escritura, en una vida interesante y apasionante, no sólo para esas amigas, sino para mí misma.

¿Cuál fue el tránsito de escribir a publicar?
A mi regreso a Madrid, esa vocación incipiente se canalizó en varios cursos de creación literaria y posterior integración en diversas tertulias. Un compañero de tertulia se estrenaba como editor y le pareció muy interesante la idea de publicar mis cuentos infantiles. Así vio la luz Paulina Wonders.

¿Qué cosas hiciste para lograrlo?
Lo envié a una editorial que por supuesto lo rechazó. A este compañero editor  le gustó la idea desde el principio y nos embarcamos juntos en el proyecto con mucha ilusión. Al proyecto lo había madurado en Canadá, con la observación del mundo intercultural y multilingüe en el que estaba inmersa.

¿Cómo surgió Guatemaltecas?
Si creyera en la suerte, diría que Guatemaltecas surgió por casualidad. Pero creo que todo sucede por algo, y de alguna manera, diversos acontecimientos me llevaron a aquella tierra y a conocer a aquellas mujeres. Cuando las conocí, y tuve conocimiento de algo de sus vidas, ya no pude evitar intentar conocerlas más a fondo y comprenderlas, y quise que su historia llegara a mucha más gente…

De escribir para niños a la realidad más dura…¿Qué es lo que te da más satisfacciones?
Es difícil de decir. La sonrisa de los niños no tiene precio, y han acogido a Paulina sin reservas. Sin embargo, algunas de las reacciones que está causando Guatemaltecas, llegando a la conciencia de personas sensibles al sufrimiento humano y a la injusticia más cruel, me impacta. Siento que realmente es esto lo que quiero hacer.

Si pudieras volver el tiempo atrás, ¿qué cosas no repetirías?
Hay muchas cosas que no repetiría, pero finalmente, somos la consecuencia de los errores y aciertos que cometemos durante toda nuestra vida. Desde mi perspectiva actual, no cambiaría nada.

¿Cuál es tu próximo desafío?
Creo que debo seguir profundizando en el mundo de las guatemaltecas. Me han criticado el tratamiento que doy a la protagonista maya de mi novela, -sin duda el que mejor me convenía literariamente hablando, para tratar de explicar una realidad tan compleja-, pero me gustaría conocerlas más a fondo y poder escribir otra historia donde refleje con más realidad ese mundo tan enigmático que tan sólo he podido atisbar. Éste y una primera incursión en el territorio zapatista son mis próximos retos. 

Consejos para escritoras
A una escritora por nacer, le diría que sea siempre fiel a ella misma, que acepte las críticas como un auténtico regalo y que no se deje vencer por el desaliento. Afortunadamente, hoy hay muchas formas para llegar a publicar, aunque en un principio parezca que todas las puertas están cerradas para personas como nosotras.

Mini Bio
Nació el 30 de mayo de 1953 en Almadén, Ciudad Real, aunque antes de cumplir su primer año, sus padres regresaron a la Vera, en el norte de Cáceres, de donde se siente oriunda. Con apenas 10 años, llegó a Madrid donde realizó sus estudios de bachillerato y se licenció en Filología Inglesa en la Universidad Complutense. “He vivido en varios países de tres continentes pero siempre me defino como extremeña”, aclara.

Toda su vida profesional la ha desarrollado en el mundo del transporte aéreo: “donde aparentemente hay poco espacio para el arte y la creatividad”, resalta. Sin embargo,  en ese campo ha logrado involucrarse en proyecto como la puesta en marcha de las exposiciones de arte en el Aeropuerto de Madrid-Barajas en el pasillo de conexión del Metro con las terminales, los programas de formación y concienciación de trabajadores, y últimamente con la elaboración de un libro sobre Seguridad Aeroportuaria.

Ping pong

  • Escritoras referentes: Isabel Allende y Marcela Serrano fueron mis escritoras favoritas durante mucho tiempo, y en su honor he bautizado a mis dos personajes como Marcela e Ixchel/Isabel. Además, siempre me ha interesado el realismo mágico. Como persona y como escritora estoy en continua evolución. Hoy admiro sin reservas a Ana María Matute y Haruki Murakami nunca deja de sorprenderme.
  • Un libro: Siempre el último,  1Q84 de Haruki Murakami.
  • Una película: Cosas que diría con solo mirarla…, de Rodrigo García.
  • Un perfume: Envy de Gucci.
  • Tu plato favorito: Cocido madrileño
  • Un lugar del mundo al que regresarías: Volvería a “Antigua…vida mía” pero siempre vuelvo a la Sierra de Tormantos…

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