España Nación de Emprendedoras

Con recorridos de vida, experiencias y propósitos diferentes, idearon tres proyectos que forman parte del ecosistema emprendedor Impact Hub Madrid. Para este 8M, las fundadoras de Mercenatura, The Lighthouse Team y Another Way Film Festival conversaron sobre la aventura de emprender, las dificultades que encuentran las mujeres y cómo imaginan una España igualitaria.

Este febrero el gobierno presentó la estrategia España Nación Emprendedora, que incluye 50 medidas de apoyo al talento y al emprendimiento innovador. La propuesta entiende que el sector constituye uno de los pilares para la transformación de la economía y plantea metas definidas para la década.

Hacia una cultura emprendedora

Este anuncio representa una apuesta necesaria para agilizar trámites y facilitar recursos en un país que ha tenido una tradición diferente. “La cultura española ha fomentado el miedo al fracaso y a refugiarnos en empleos más estables y seguros en vez de arriesgar”, reflexiona María Mercedes Rodríguez fundadora y directora creativa de Mercenatura.

Huesos de aceituna. La materia prima de Mercenatura.

A este factor cultural, se suman trabas burocráticas que, en ocasiones, desalientan el deseo de emprender. “Mercenatura necesitaba un código TARIC y el código CNAE para exportar. He tardado cerca de cinco meses con numerosas llamadas a las cámaras de comercio, agentes aduaneros y la agencia tributaria aduanera”, relata la emprendedora.

La co-fundadora de The Lighthouse Team, María José Huertas cree que emprender en España “es una aventura y hasta una osadía”. Valora los avances de la Administración pública para contribuir al impulso de un sector cuya existencia es hoy innegable. “La Estrategia España Nación Emprendedora, por ejemplo, persigue ese propósito de cara a 2030”, dice.

La cultura española ha fomentado el miedo al fracaso y a refugiarnos en empleos más estables y seguros, reflexiona María Mercedes Rodríguez.

Marta García Larriu se lanzó a emprender desde la producción audiovisual y lo conectó con la sostenibilidad en Another Way Film Festival. “Creo que comienza a haber cada vez más incubadoras de proyectos. Son trampolines e impulsores”. Ve en el tema fiscal, una de las mayores desventajas para el sector y cree que aún falta desarrollar la modalidad de financiación privada.

Mujeres que emprenden

De acuerdo con el Mapa del Emprendimiento 2020, elaborado por South Summit, las mujeres representan menos del 20% de los emprendedores de ‘start-ups’ en España. Este dato confirma que, como sucede en otros sectores de actividad, también existe una brecha de género. Esta cifra se mantiene estable desde hace seis años. Sí crece la de las empresas que tienen una mujer en su equipo fundador: ya representan el 41%.

“Por ahora sigue habiendo diferencias entre hombres y mujeres, pero menos. Cuando vas a una convocatoria con otras empresas para optar a una visita con posibles compradores de otros países, te encuentras que de 56 empresas solo hay dos personas con tacones”, cuenta Mercedes Rodríguez.

Las mujeres representan menos del 20% de los emprendedores de ‘start-ups’ en España.

Los valores que impulsan The Lighthouse Team.

Para María José Huertas las mujeres tenemos mucho que aportar al emprendimiento en España y existen algunos factores exógenos y otros endógenos que a veces limitan. “No somos peores ni mejores que los hombres para poner en marcha un negocio de éxito. Sin embargo, casi todas las mujeres que conozco, empezando por mí, somos más perfeccionistas, más reflexivas, nos exigimos más a nosotras mismas y tendemos a ponernos trabas de manera inconsciente”, analiza.

Quizás algo esté cambiando. En este primer año de nacimiento, y en un entorno excepcional como ha sido el de la pandemia, la mayoría de los proyectos que han acompañado desde The Lighthouse Team fueron ideados y puestos en marcha por mujeres o por equipos con mayor participación femenina.

Tener claro el propósito

Marta García Larriu recomienda a las emprendedoras que antes de comenzar piensen en aquello que quieren aportar a la sociedad. Tener en claro el propósito, afinar el proyecto, hacer braistorming e investigar. “Tiene que aportar a la calidad de vida de la sociedad en la que uno vive. Es esencial tener objetivos económicos en el emprendimiento. A veces como nos dedicamos a lo que nos apasiona, se nos olvida, especialmente a los emprendedores sociales”, analiza.

“Tiene que aportar a la calidad de vida de la sociedad en la que uno vive», dice Marta García Larriu.

La igualdad imaginada

Desde un ecosistema que vincula con lo rural, Mercedes Rodríguez imagina una España igualitaria en la que a la hora de hacer la cata de aceite, un olivarero “te consulte sobre el aceite y no te confunda con la camarera”. Y si puede pensarla en su cabeza, es porque la ve posible y cree que “para eso luchamos y educamos a nuestros hijos para que no sufran lo que ha pasado en nuestra generación, la de nuestras madres o abuelas”.

«España está construyendo su camino hacia el ideal igualitario, al mismo tiempo que fortalece sus recursos y oportunidades para convertirse en un referente mundial del emprendimiento» añade Huertas.

“Una España igualitaria sería un lugar donde a una investigadora, ingeniera superior y doctora en física, no le recomendasen deshacerse de su patente y seguir investigando porque eso de desarrollar un negocio no va contigo”, dice María José Huertas. “España está construyendo su camino hacia el ideal igualitario al mismo tiempo que fortalece sus recursos y oportunidades para convertirse en un referente mundial del emprendimiento”, añade Huertas.

Defiende el trabajo colaborativo y piensa que los equipos «deben estar integrados por personas capaces, posibilistas, trabajadoras y valientes, con independencia del género». También Marta García Larriu imagina equipos mixtos con una presencia más igualitaria de mujeres emprendedoras. “Será muy interesante ver cómo se teje la sociedad con más mujeres emprendedoras en los próximos años”, proyecta. España necesita de esta transformación. Con la riqueza que aporta la diversidad para liderar en las ideas y en los negocios.

Tres emprendimientos con visión sostenible

María Mercedes Rodríguez, Mercenatura 

Mecenatura es una empresa familiar creada en 2005, dedicada a la creación de productos térmicos con el hueso de aceituna como elemento base. “El proyecto nace por la búsqueda de aliviar los dolores que una enfermedad degenerativa y genética que sufren mis hijos en las manos y necesitaban calor seco para poder aliviar el dolor y moverlas”, relata Mercedes.

Tuvo la suerte de ver en una almazara que utilizaban el hueso de aceituna como combustible por su poder “calorífico” en vez de desecharlo. Esa experiencia iluminó la solución, que hoy ha permitido mejorar la calidad de vida de otras personas con la misma enfermedad de sus hijos.

Contó con el apoyo de la red de emprendimiento de impacto Impact Hub Madrid. “Ha sido fundamental. Me han enseñado que soy válida para gestionar mi proyecto de una manera profesional».

El negocio de Mercenatura cuenta con la sostenibilidad y el reciclaje en su ADN. Utiliza como materia prima el desecho de la aceituna. Además, puede mejorar la calidad de vida de las personas e incluso de nuestras mascotas. Tiene en cuenta la cadena de valor y la mayoría de sus proveedores son de la zona, lo que dinamiza el entorno rural en el que está inserta Mercenatura.

María José Huertas, The Lighthouse Team

The Lighthouse Team acompaña a emprendedores y organizaciones a trazar nuevos horizontes de negocio, ágiles y seguros, con foco en el conocimiento y la tecnología. El objetivo es definir y diseñar soluciones transformadoras, de forma ágil y estructurada para que las organizaciones generen el mayor impacto y valor económico y social.

María José Huertas fue abogada corporativa durante 11 años en Repsol. Ha trabajado en contacto con actividades de I+D+i, tecnología, intraemprendimiento, nuevos negocios y operaciones de M&A y venture capital. La experiencia en la puesta en marcha y acompañamiento del Fondo de Emprendedores de la Fundación Repsol la ayudó a germinar la idea que dio lugar a The Lighthouse Team.

La empresa se puso en marcha en enero de 2020, justo antes de la declaración de pandemia mundial. Este primer año como emprendedores fue atípico y retador, pero al mismo tiempo “reconfortante al poder contribuir tan de cerca a la recuperación paulatina de los negocios de nuestros clientes”, comenta María José.

Los integrantes del equipo comparten el mismo espíritu de colaboración, excelencia y responsabilidad. Además, todos cultivan algún arte o les apasiona alguna expresión artística. “Nuestra pasión por la música nos ha llevado a crear la más potente de nuestras alianzas, en concreto con el despacho también multidisciplinar Sympathy for the Lawyer, firma ultraespecializada en la industria musical”, comenta María José.

Además, comparten otros proyectos de clientes y el espacio físico en uno de los coworkings de Impact Hub (Barceló). También tienen una alianza con Impact Hub Madrid y The Lighthouse Team es uno de los equipos que presta servicios de asesoramiento especializado a través Hub Impulsa.

Marta Garcia Larriu, Another Way Film Festival

El cine es una herramienta muy poderosa para influir y cambiar la realidad. Por eso Marta García Larriu puso en marcha en 2015 el festival de cine Another Way Film Festival, que busca impulsar a la ciudadanía hacia el progreso sostenible.

“El proyecto surgió como necesidad porque había identificado el cine como plataforma transmisora de mensajes, participando en un festival de este tipo en Buenos Aires en 2011”, recuerda Marta. Tras 12 años de vivir fuera del país, cuando regresó a Madrid decidió crear un festival de cine para sensibilizar sobre la crisis ambiental.

Marta ve en el cine y en las artes en general la posibilidad de conectar con los sentimientos. “Lo que nos hace cambiar son las emociones y el sentir. En los festivales incluimos otras expresiones artísticas. La palabra clave es sensibilizar”, expresa.

Reconoce que el lenguaje del documental tiene la virtud de ser accesible a todo el mundo y de compartir información muy exhaustiva.  «Actúa como un traductor de científicos, políticos, biólogos, economistas. Tiene impacto en la sensibilización del desarrollo sostenible. Ayuda a mostrar como en otros lugares están solucionando problemas. Y eso es muy inspirador y activador”, reflexiona.

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