El mundo como un jardín de personas

jardín de personas

Por María Iturriagagoitia

He leído el libro de Marta García Valenzuela como quien se asoma a un jardín de personas.  Hay libros que dicen mucho de su autora. Todavía recuerdo su voz el día de la presentación, que mostraba el vibrato emocionado de su corazón, aglutinando los mimbres fundamentales para movilizar personas, dentro y fuera de las organizaciones.

A Marta la conocí de la mano de Marta Gálvez Cañero en unas jornadas de talento, y confieso que, en cuanto pude, le pasé mi currículo para colaborar con ella. Desde entonces, no solo coincidimos en eventos, sino que yo la sigo a través de sus libros, los cuales leo y subrayo con desmedida emoción.

Hay tantas culturas y formas de coexistir en un espacio común en la que los perfumes humanos se entremezclan

Creo que Marta es una exploradora de personas. Ella busca el ADN de las culturas empresariales a través de las personas, y por eso brinda el espacio a otros jardines de personas. Me incita a reflexionar que hay tantas culturas y formas de coexistir en un espacio común en la que los perfumes humanos se entremezclan. Me la imagino mirando el mundo a través de un caleidoscopio de colores como los artistas que buscan la armonía entre las ondas de la luz y sus pigmentos – con el foco puesto en el ser humano. Ella lo confiesa: me encantan las personas.

Hay jardines en los que se cultivan las esencias de los perfumes. No sé si lo sabéis, pero los campos de jara en flor evocan el hechizo que vamos a experimentar al descubrir el perfume de la tierra y las gentes que la siembran y la recolectan.

Marta habla del liderazgo con oficio, arte, inmenso amor y respeto por lo que hace y nos da claves esenciales del cultivo de las personas y llegado un momento del libro firma con fortaleza aterciopelada y valiente: «Diversidad es contar cabezas, inclusión es que las cabezas cuenten». 

Luego, con generosidad, decanta claves de la fórmula de alquimista de jardines de personas: la cooperación, la inteligencia colectiva y la redarquía. Extraigo un párrafo como si fuese un aceite esencial que busca perfumar un espacio común:

«Los equipos innovadores donde hay alta seguridad psicológica y también honestidad intelectual dan lo mejor de sí mismos. Se sienten seguros para hablar cuando ven las cosas de manera diferente, y voluntariamente se empujan unos a otros para ser los mejores mientras persiguen objetivos comunes. Son capaces de debatir y tomar medidas, pero manteniendo el respeto entre todas las personas; dejan de lado sus egos y son capaces de cambiar de opinión gracias a su alto nivel de escucha y flexibilidad».

En Líderes sostenibles: Cómo liderar de forma sostenible en un futuro complejo, Marta también ha dejado al descubierto su naturaleza scout. Sus reflexiones e ideas me hicieron pensar en el tiempo que habitamos, un tiempo de profundo cambio, donde todo se acelera constantemente dentro de unas ciudades que dificultan cada vez más la conexión con la naturaleza. Yo me pregunto: ¿En qué momento hemos dejado de caminar en la ciudad? ¿Por qué hemos renunciado a la idea de pasear como una actividad que nos permite perdernos ante lo diverso y cambiante de la vida? ¿Cómo llegamos a perder la experiencia sensorial del itinerario como algo saludable para las personas, conector con otras cabezas, espacios, jardines, culturas?

¿En qué momento hemos dejado de caminar en la ciudad?

Sin duda, este libro es un llamamiento rotundo a la acción que luego recoge momentos radiantes de otros jardines de feminidad universal, que están en constante evolución, para que las organizaciones muestren sus mejores fragancias para el bien común.

Si también sois aventureros y queréis hacer un viaje por diferentes jardines del talento de la mano de un corazón scout y otras jardineras de personas, os animo a que incluyáis en vuestra lista de lectura el libro Líderes sostenibles. Cómo liderar de forma sostenible en un futuro complejo.

Es tiempo de paseantes que promuevan jardines de bienestar para las personas.

Sobre María Iturriagagoitia

María Iturriagagoitia Bueno dispone de una amplia formación humanista y renacentista (geografía e historia, música y derecho) y experiencia profesional de más de 25 años en empresas nacionales e internacionales de diversos sectores: Creatividad (transmedia),IT, VCapital &startups y Medioambiente. Actualmente es Head of Business Development en un grupo de gestión de residuos llamado Ambar. Es consejera independiente en ECS (en ESG) y Vocal de Sostenibilidad en IFMA España y Speaker. Es una persona profundamente interesada por la evolución cultural y el impacto de las personas y las culturas en la geografía física y humana en equilibrio con la naturaleza.

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