El Kremlin no debe controlar Repsol

Houdini fue el más grande y nos hizo felices, pero ahora ha quedado pequeñito: aparecieron Goldman Sachs, Paulson, Gazprom y Lukoil. Al grito de: ´El Kremlin no debe controlar Repsol´ he leído en estos días algunas ideas increíbles en un mundo donde el ´mercado libre´ es casi nuestra marca de identidad.

Entre algunas de las falacias mediáticas he leído que “La posible oferta de compra de Repsol, esconde una operación que va mas allá de lo meramente empresarial: está en juego nada menos que el control del mercado de la energía en Europa y de hecho España debería buscar la ayuda de Bruselas para paralizar esta operación”.

Otros dislates de cuño son que “Rusia ha empleado como arma política su dominio en el suministro energético, respecto de Europa”.

O variantes como “El negocio sería redondo para Gazprom, ya que hoy REPSOL vale casi la mitad de lo que valía hace dos años”. También que pasar a gobernar el 20% de Repsol, le abriría a Gazprom las puertas para introducirse también en Gas Natural (de la que la petrolera es accionista) y conquistar así una posición estratégica en España.

Y para terminar el rosario de temores nacionales, que “Hay que tener en cuenta que Gazprom es una empresa estatal que aprovecha su fortaleza, para intentar comprar una empresa privada, lo que le permite competir con ventaja. Además, de prosperar la operación, estaríamos ante el dislate de que decisiones vitales sobre el mercado energético español pasarían a adoptarse en el Kremlin”.

Un par de precisiones acerca de estas falacias manifiestas:
Rusia ya domina el suministro en relación a Europa. Por lo tanto, si quisiera utilizar ese poder, los inviernos tan cálidos que tenemos en Europa serian muy muy fríos…lo que equivale a decir que no necesitaríamos esperar otra mini-edad de hielo…

Hasta donde se ve, todas las empresas del planeta valen hoy menos que ayer y no hablemos si tomamos los valores de hace tres meses.

Quienes tiemblan ante el futuro de la petrolera española, se “olvidan” del origen estatal tanto de Repsol como de YPF. Y ya que olvidan, olvidan algo que no es menor para el análisis: que al comprar a YPF -Cía. todavía participada por el estado argentino-.la ex estatal Repsol, dejó de ser una refinería con cadena de estaciones de servicio y algún pequeño contrato perdido, para convertirse en una productora, extractora de petróleo

Está visto y muy claro en estos días, que todo lo estatal puede ser privado y todo lo privado puede ser rápidamente estatal.

Otro grito enervado podría ser entonces “¡Ni rusos ni catalanes!” ya que para los mismos que piensan que no se puede vender Repsol a los rusos, tampoco se podía vender ENDESA a los catalanes de Gas Natural. Y sin embargo, estuvieron de acuerdo en que el comprador fuera ENEL, cuyo principal accionista es el estado italiano.

Ahora los rusos que se han amoldado muy bien a nuestro sistema, con esa velocidad de adaptación que tienen los sobrevivientes, nos han mostrado una mano – la izquierda con Gazprom y nos han dejado al borde del KO con la otra, Lukoil.

Daría la impresión de que toreros hay pocos -la mayoría arremete a lo vaquilla- y por lo visto los rusos lo saben.

Por mi parte ya me he perdido con estos “gorditos de la pelota”*, ignoro de qué me hablan y los cambios de máscaras empiezan a marearme. Estos “defensores nacionales” bien podrían hacer suya la frase de Groucho Marx: “Estos son mis principios. Si a usted no le gustan, tengo otros”.

¡Hay más esquizofrenia, para este boletín!

Aclaración:
*Gordito de la pelota: Cuando los chicos en el barrio jugábamos al fútbol, por esa malicia infantil, mandábamos “al gordito” al arco. El problema era que en general el “gordito” era el dueño de la pelota. Entonces, cuando se enojaba, se llevaba la pelota bajo el brazo, diciendo “la pelota es mía, mía, mía…”

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