En algunas ocasiones nos aferramos a un estilo de vida al que creemos que estamos destinados, disfrutamos soñando cómo nos gustaría que fuera nuestra vida y en muchas ocasiones no vinculamos esa realidad con ese sueño, nos conformamos con que todo tiene que ser así y nos limitamos a vivir cada día de la misma forma, sin alterar lo que para nosotros es nuestra vida, la que creemos que nos ha tocado y en base a esa creencia actuamos manteniéndonos sin saltar al vacío.
Cuando la vida de repente da una vuelta y nos encontramos con que las cosas son distintas sin que lo hayamos previsto, sin que lo hayamos esperado, nos enredamos, nos complicamos y nos cuesta aceptar ese giro repentino de la vida y ese nuevo objetivo con lo que no contábamos, en este caso podemos hablar de un duelo, hemos perdido esa comodidad, esa compañía, ese día a día laboral, sentimos el vacío de lo inesperado. El duelo es una pérdida, y dependiendo de la situación lo viviremos con diferentes intensidades, y para poder hacer frente a el, es muy importante pasar por todas sus fases, en las que tendremos oportunidad de profundizar en un próximo artículo.
Un cambio nos trae una nueva oportunidad, la oportunidad de lanzarnos a buscar nuestras propias alternativas…, si empezamos a caminar podremos ir descubriendo cosas maravillosas.Ante cualquier cambio inesperado y repentino que la vida nos depara, la primera reacción, nos hace escondernos, huir, no aceptamos la situación, y esta nos supera, ya que no entraba en nuestros planes. Pero un cambio nos trae una nueva oportunidad, la oportunidad de lanzarnos a buscar nuestras propias alternativas…, si empezamos a caminar podremos ir descubriendo cosas maravillosas, piensa que si nunca te atreves a andar, nunca sabrás donde serás capaz de llegar. La única forma de progresar es saliendo de la zona cómoda.
La actitud te abre todas las puertas, no importan los prejuicios, no importan tus creencias, lo que realmente importa son tus ganas de conseguir las cosas, de hacer frente a esos giros inesperados. Vivimos en un mundo de cambios constantes, tu actitud ante ellos y tu constancia serán la clave para conseguir tus éxitos. Acerca y une tus sueños a formar poco a poco la parte más real de tu vida. Cuando cambias tu actitud, cambia tu energía, tu expresión y tu percepción del mundo.
Tendemos a tener la mala costumbre de añorar, de quedarnos en intentar en conseguir lo que queremos como objetivo, de no apreciar las cosas que realmente nos importa, buscamos excusas para no asumir las culpas y para no exteriorizar lo que sentimos, lo que queremos. ¿Para que actuamos así? Sería de gran interés preguntarnoslo con el fin de poder conocer cual es nuestro propio origen.
Nuestra vida es nuestra y nuestra oportunidad de vivirla…, la única, disfrutemos de ser capaces de conseguir afrontar los giros inesperados, fortalezcamos nuestro yo y con ello la relación positiva con los demás de todo podemos aprender siempre algo, los mejores comienzos vienen después de los peores finales.