Las mujeres indígenas desempeñan un rol fundamental en la conservación de su cultura, sus lenguas y sus tradiciones. Además, actúan como líderes en la protección del medio ambiente y la biodiversidad, y son referentes en la lucha contra el cambio climático.
Al mismo tiempo, enfrentan muchos obstáculos, los cuales han sido enumerados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: muy pocas oportunidades para acceder al mercado laboral, dificultades geográficas y económicas singulares para tener acceso a servicios de salud y educación, acceso limitado a programas y servicios sociales, tasas elevadas de analfabetismo, escasa participación en el proceso político y marginación
social.
Leer más:
María Palomares: «Mi liderazgo es un liderazgo consciente de su poder y sus limitaciones»
Sin embargo, las mujeres indígenas no deben ser percibidas solamente como víctimas. Ellas han desempeñado un papel decisivo en la lucha por la autodeterminación de sus pueblos y sus derechos como mujeres, son conocidas como garantes de la cultura y juegan un papel fundamental en sus familias, sus comunidades, sus países, así como fuertemente en el ámbito internacional. Se debe entender a las mujeres indígenas como sujetos de derecho, reconociendo su derecho de participar activamente en todos los procesos que influyen en sus derechos.
5 de septiembre: Día de las Mujeres Indígenas
La elección de la fecha se debe principalmente a una heroína suramericana, la india Bartolina Sisa, que nació en Cuzco, Perú, el 24 de agosto de 1753.
Fue una mujer valerosa y trabajadora, dedicada principalmente a sus labores en el telar. A los 25 años de edad contrajo matrimonio con Julian Apaza, quién años más tarde sería conocido como el caudillo Túpac Katari, con quién organizaría la rebelión de los pueblos indígenas a través de los Andes.
En 1781, estalló la insurgencia de los indígenas la cual tuvo por nombre Aymara Quechua. Los dos líderes de esta revolución fueron el caudillo y su esposa, en igualdad de condiciones y nivel de mando.
Leer más:
Mujeres de la historia: Eunice Newton Foote, la mujer que descubrió el efecto invernadero
Ella cayó presa del enemigo, quienes le prometieron a Túpac Katari liberarla si cumplía sus demandas. Él no lo hizo, porque sabía que se trataba de una trampa para destruir las dos cabezas del movimiento. No obstante envío dos mensajeros para hacerle llegar a su mujer oro, coca y alimentos.
Bartolina fue violada, golpeada, torturada y por último ahorcada el 5 de septiembre de 1782. Pero pasó a la historia como una de las mujeres indígenas más valientes, inquebrantables e insobornables que pudo parir el sur del continente americano.
3 mujeres indígenas líderes para conocer

Sara Omi Casamá
Sara Omi Casamá es una lideresa indígena del Pueblo Emberá, de Panamá. Es abogada, especialista en derechos humanos y mecanismos de protección. Preside la Coordinadora de Mujeres Líderes Territoriales de Mesoamérica, una plataforma de diálogo político entre mujeres de las bases territoriales de la Alianza Mesoamericana de Pueblos y Bosques y pertenece a la junta directiva de la Organización de la Mujeres Unidas por la Biodiversidad (OMIUBP).
Forma parte de la comunidad de Global Shapers del Foro Económico Mundial y fue galardonada como Joven Sobresaliente por la Cámara Junior Internacional (2014) por sus logros personales en la categoría Contribución a la Niñez, a la Paz Mundial y a los Derechos Humanos. Como lideresa, desempeñó el cargo de autoridad tradicional como presidenta del Congreso Emberá de Alto Bayano (2016-2021).
En una entrevista con ONU Mujeres, la joven líder cuenta cómo comenzó su proceso de liderazgo: «Me considero líder desde que estaba en el vientre de mi madre ya que nací y crecí en un momento crítico de lucha de mi comunidad, Ipeti Emberá, que se enfrentaba a invasión de personas no-indígenas. Vi cómo se daban las persecuciones de líderes de la comunidad ante la justica por supuestos delitos que nunca existieron, solo por defender su territorio, además, por la falta de acceso a derechos básicos, como educación de calidad y salud», relata.
Me considero líder desde que estaba en el vientre de mi madre
A sus 15 años, tomó la difícil decisión de romper el lazo de familia y de colectividad para estudiar. «En ese momento, la única oportunidad implicaba salir de la comunidad. Mis padres se preocuparon de que perdería esa conexión con la comunidad y mis raíces», detalla.
Sin embargo, no solo no perdió esa conexión, sino que la reforzó. En el 2021, Sara Omi Casamá se postuló como Cacique y debió enfrentarse a desafíos y retos que aún hoy la emocionan.
«No es fácil para las mujeres Emberá o las mujeres indígenas tener esa facilidad de postularse a cargos dentro de una estructura tradicional. Los hombres te ven como una amenaza y buscan cualquier excusa para coartar la participación de las mujeres. A eso me enfrenté: a ser discriminada, señalada por el hecho de ser mujer, como una persona no confiable, a acoso en redes sociales para mí y mi familia e inclusive a violencias físicas», relata.
Y agrega, contundente: «La educación y conocer mis derechos han sido mis herramientas de resistencia para no agachar la cabeza ante esta situación. Siento que tengo más fuerza para acompañar nuestras luchas como mujer».
La educación y conocer mis derechos han sido mis herramientas de resistencia para no agachar la cabeza ante esta situación
Su mensaje para los y las jóvenes indígenas es: «Tienen la responsabilidad de mantener viva la esencia de nuestros pueblos indígenas. Se necesita estar presente en nuestras luchas y valorar esos conocimientos como herramienta esencial, respetando las voces de las mujeres y de nuestros abuelos, y que sin su participación no va a ser posible ese desarrollo al cual aspiramos como pueblos indígenas, mujeres y jóvenes».
Edith Bastidas
Edith Bastidas integra la Red de Mujeres Indígenas sobre Biodiversidad RMIB-LAC y fue becaria sobre biodiversidad del SGP del GEF. A los 48 años, la colombiana reclama una participación mayor de los Estados para luchar contra la discriminación hacia las mujeres indígenas.
Para ella, hay dos estrategias fundamentales para poner fin a la desigualdad y la discriminación que enfrentan: acciones afirmativas en materia de cuotas de participación, por un lado, y educación y capacitación, por el otro.
«Es muy importante la intervención de los organismos internacionales en establecer lineamientos para los Estados nacionales y acompañar su implementación para que éstos puedan fortalecer la educación con valores que respeten los derechos de las mujeres», declaró en una entrevista con ONU Mujeres.

Edith también se ha expresado respecto a la degradación del medio ambiente y el impacto del cambio climático en la cultura ancestral de los pueblos indígenas.
La mujer indígena es guardiana y transmisora de conocimientos para el manejo del bosque
«Los conocimientos de las mujeres indígenas son determinantes para la conservación de la diversidad biológica y para la mitigación y adaptación al cambio climático. La mujer indígena es guardiana y transmisora de conocimientos para el manejo del bosque, de la chagra, la producción y preparación de alimentos, la medicina propia, entre otros, los cuales contribuyen a la protección y conservación de la Madre Tierra«, ha manifestado, al tiempo que reclamó «apoyo enfocado directamente a las iniciativas lideradas por mujeres».
Dayri Moscoso Castro

Licenciada en trabajo social y participante del programa Originarias de ONU Mujeres en Chile. Dayri Moscoso Castro es una mujer aymara de 35 años que, junto a su familia, promueve el turismo al interior del territorio aymara. Comparte a los turistas gastronomía local andina, artesanías, costumbres y tradiciones basadas en la agricultura, el pastoreo de llamas y alpacas.
«Nuestra labor a través de este servicio es valorar y preservar nuestra cultura a lo largo del tiempo. Nosotros valoramos cada lugar, cada espacio, cada elemento natural, le damos vida y le damos valor. En ese sentido nos alimenta el alma y no sentimos bien fuertes ante cualquier situación a enfrentar, nos hace sentir que somos personas al cuidado de nuestra tierra y que la tierra a su vez nos otorga ese mismo cuidado», expresó la joven en una entrevista con ONU Mujeres.
Nuestra labor a través de este servicio es valorar y preservar nuestra cultura a lo largo del tiempo
Respecto a la igualdad de género, la joven ha manifestado que «el machismo está muy presente en los pueblos originarios».
«En el mundo cultural aymara el hombre es el que va primero, es él quien dirige y toma las decisiones. En ese sentido, he estado trabajando con un grupo de mujeres para visibilizar que esto no debería ser así», comentó.
Y agregó: «En mi cultura siempre se refieren Chacha-warmi, hombre y mujer, pero yo digo que también puede ser mujer y hombre, es decir la mujer también puede ir primero porque ella tiene palabra y su derecho a expresar lo que quiere decir, ha sido muy difícil sensibilizar ese derecho a la igualdad entre hombres y mujeres dentro del pueblo aymara, y eso incluye también las labores de cuidado. Los roles de género tradicionales están muy marcados, hay un gran desafío para alcanzar la corresponsabilidad».

Las mujeres indígenas enfrentan múltiples tipos de violencias y discriminación desde hace siglos. Las brechas de desigualdad en América Latina y el Caribe atentan gravemente contra la autonomía de las mujeres, situación que se agrava en el caso de las mujeres indígenas. Las mujeres, incluyendo las mujeres indígenas, no son un grupo minoritario. Representan, al menos, la mitad de la población. Las mujeres, y también las mujeres indígenas, representan mayorías.
Es imprescindible promover una cultura que respete, reconozca y apoye los liderazgos de las mujeres indígenas, así como prevenir, sancionar y erradicar todas las formas de violencia hacia ellas, incluyendo la violencia que impide y afecta su participación en la vida pública.