Dicen quienes saben que es una de las técnicas más exitosas. El buzzmarketing o “boca a boca” llega a las personas cercanas o conocidas como recomendación, y eso, las mujeres tienden a confiar rápidamente. Técnica de comunicación basada en el intercambio de opiniones o recomendaciones entre consumidores, se vuelve fundamental para las marcas que buscan conseguir una mayor difusión de sus productos y servicios.
El buzzmarketing “intenta captar la atención de los consumidores y los medios consiguiendo que la información difundida sobre una marca o empresa sea entretenida, fascinante y digna de ser noticia. En resumen se trata, de que empiecen a hablar de ella”. (Hughes). La saturación publicitaria y la sobrecomunicación son los responsables de que “los canales tradicionales vayan perdiendo su credibilidad y eficacia frente a un consumidor que tiende a creer más en la información que proviene de su entorno que en la publicidad pura”.
La mujer decide la mayoría de las compras del hogar, actúa como prescriptora de las marcas en las que confía y como receptora de las recomendaciones de sus grupos de referencia.
Estudios recientes han demostrado no sólo que la mujer decide la mayoría de las compras del hogar sino que además actúan eficientemente en dos direcciones, por un lado, como prescriptoras de las marcas en las cuales confían o se sienten identificadas y por otro lado, como receptoras de las recomendaciones u opiniones de sus grupos de referencia o afinidad.
El elemento estratégico para el éxito de estas campañas es atraer la atención de los consumidores y hacer que al mismo tiempo se conviertan en agentes de comunicación, es decir, que de receptores pasen a convertirse en transmisores del mensaje. (Stambouli y Briones)
Estudios recientes han demostrado no sólo que la mujer decide la mayoría de las compras del hogar sino que además actúan eficientemente en dos direcciones, por un lado, como prescriptoras de las marcas en las cuales confían o se sienten identificadas y por otro lado, como receptoras de las recomendaciones u opiniones de sus grupos de referencia o afinidad.
La consultora The Gender Group (2011) afirma que: “la mujer pregunta, se informa por Internet, consulta a sus amigas, confía en la experiencia ajena, averigua en dos o tres negocios, re-chequea los datos con su entorno”. Por otro lado, los neurólogos afirman que las mujeres “cuentan con mayores recursos verbales y estilísticos, están más interesadas en las fuentes sociales de información, expresan mejor sus ideas, pensamientos y sentimientos, son más comunicativas y más efectivas en sus interacciones sociales, piensan en términos de “nosotros”, se ven más influenciadas por el boca a boca, recomiendan más, y se sienten mejor haciéndolo.
Aunque la mujer ha desarrollado sus destrezas verbales por miles de años, también son comunicadoras innatas. La mujer tiene por lo menos dos áreas específicas para el habla y el lenguaje en cada uno de los cerebros. Esto explica por qué ocho mujeres pueden entablar conversaciones simultáneas de cuatro temas diferentes sin perderse de nada. (Pace). La mujer emite cerca de 20.000 señales de comunicación, frente a las 7.000 que emite el hombre, lo cual explica sus necesidades y habilidades de comunicación.
Un estudio que realizamos recientemente demostró que el 62% de las mujeres encuestadas consulta con su círculo social inmediato respecto de la compra del producto, a su vez el 67,2% de las mujeres encuestadas contestó que en la compra de bienes de compra reflexiva, le asigna más importancia a la opinión de sus amigos y familiares que a la publicidad.
La firma Harbinger detectó que el 92% de las mujeres transmiten información sobre productos a sus amigos y familia, siendo el boca a boca la fuente principal. Por otra parte, la red se ha convertido en una técnica habitual y un canal de difusión donde cada opinión es sin duda una referencia tomada en cuenta por los usuarios y consumidores interesados en conocer más a fondo la calidad o características de determinados productos.
Las cifras hablan por sí solas, no deje pasar la oportunidad y convierta a la mujer en su mejor aliada, “a ellas les gustan las historias, disfrutan oyéndolas y contándolas, y como están predispuestas a compartir información con sus amistades, sobre todo si está relacionada con una situación emocional, las empresas deberían crear mensajes que no sólo influyeran en quienes los leyera sino que les ayudaran a transmitirlos” (Bernstein).
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